• La comunicación con el proveedor de atención médica es clave en el desarrollo de un plan eficaz de tratamiento para la depresión

ESTIMADA MAYO CLINIC:
¿Cuánto tiempo después de iniciar un antidepresivo debo empezar a sentirme mejor, y qué  cambios notaré? Han transcurrido tres semanas, pero no creo que mi depresión hay disminuido; y en realidad, me parece que empeora. ¿Debo intentar con otro medicamento?

Ilustración de las células nerviosas que muestra el efecto de los niveles de serotonina sobre la depresiónRESPUESTA:
Muchas personas que inician un antidepresivo empiezan a observar alguna mejoría de los síntomas dentro del transcurso de varias semanas, pero otras pueden necesitar más tiempo. Debido a que los cambios no son inmediatos ni repentinos, al principio podrían no ser muy notorios, y por ello, es importante dar tiempo al medicamento para actuar. No obstante, si en cualquier momento usted siente que los síntomas de depresión empeoran, comuníquese con su proveedor de atención médica.

Igual que ocurre con todos los medicamentos, un antidepresivo necesita tomarse en la dosis adecuada y durante el tiempo correcto para notar el máximo provecho. Por lo general, lo razonable es tomar el antidepresivo por cuatro o seis semanas, antes de decidir si es eficaz.

En la mayoría de casos, la mejoría obtenida con el antidepresivo es gradual y las ventajas pueden ser sutiles. Por ejemplo: si llorar es un síntoma común, es poco probable que el llanto desaparezca de inmediato, pero podría ocurrir con menor frecuencia; si la ansiedad es un problema constante, ésta podría disminuir lentamente mientras reaparece poco a poco el interés por los pasatiempos y demás actividades.

Algunas veces, los familiares y las amistades notan que la persona está mejor, antes de que ella misma sienta una mejoría importante. Con esa idea en mente, procure no confiar solamente en su propia perspectiva, sino que también considere preguntar qué opina la gente que le rodea.

Si no nota ninguna mejoría dentro de cuatro a seis semanas, entonces es momento de cambiar de método. Es posible que el proveedor de atención médica le recomiende continuar con el mismo medicamento, aumentando la dosis, pero también podría aconsejarle tomar otro tipo de medicamento junto con el antidepresivo. Eso se conoce como acrecentar el medicamento, cuyo objetivo es utilizar otro fármaco, como el litio, para potenciar el efecto del antidepresivo.

Además, podría ser útil añadir otro tipo de terapia al plan de tratamiento. Por ejemplo, la psicoterapia, también conocida como consejería o terapia hablada, generalmente es un tratamiento eficaz para la depresión. Existen varios tipos de psicoterapia, así que consulte con el proveedor de atención médica para decidir cuál es el correcto en su caso.

Otra alternativa también es cambiar a otro antidepresivo diferente. Por lo general, un medicamento del tipo de fármacos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) es la primera línea de tratamiento de la depresión, y entre ellos están la fluoxetina (Prozac), la paroxetina (Paxil) y la sertralina (Zoloft).

Si los ISRS no surtieran efecto en usted, existen otros tipos de antidepresivos, entre ellos, los fármacos conocidos como los inhibidores de la recaptación de la serotonina y de la norepinefrina (IRSN), o los inhibidores de la recaptación de la norepinefrina y de la dopamina (IRDN). Los estudios han demostrado que los tipos de antidepresivos, en su mayoría, son comparables entre ellos, lo que significa que no hay necesidad de tomar un cierto tipo de antidepresivo. Usted puede colaborar con el proveedor de atención médica para encontrar el que sirve mejor para sus necesidades y circunstancias.

La comunicación con el proveedor de atención médica es clave en el desarrollo de un plan eficaz de tratamiento para la depresión. Es importante que usted se sienta cómodo al hablar con esa persona sobre los síntomas y la situación que enfrenta, pero si siente que no existe buena química entre el proveedor de atención médica y usted, entonces posiblemente desee obtener una segunda opinión.

Además, tenga presente que en cualquier momento que los síntomas empeoren, es fundamental que usted se comunique con el proveedor de atención médica para reevaluar la situación, pues entre ambos podrán decidir si es necesario realizar de inmediato cambios en el plan de tratamiento.

Dr. Michael Reese, Psiquiatría y Psicología, Mayo Clinic de Rochester, Minnesota.

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