• Vigilancia activa es método razonable en hombres con cáncer de próstata de bajo riesgo

ESTIMADA MAYO CLINIC:
El mes pasado le diagnosticaron cáncer de próstata en etapa incipiente a mi padre de 71 años, y debido a que a él le preocupan los efectos secundarios de la cirugía y de la radiación, decidió esperar a ver cómo avanza el cáncer. El médico está de acuerdo en que no necesita recibir tratamiento pronto. ¿Debería convencer a mi padre para que busque una segunda opinión?

Documento del laboratorio que indica la presencia de cáncer de próstataRESPUESTA:
La vigilancia activa es un método razonable en los hombres con cáncer de próstata de bajo riesgo, pero antes de tomar una decisión es importante considerar toda la amplia gama de tratamientos posibles para el cáncer de próstata. Por lo general, buscar una segunda opinión sirve para optar por el mejor método.

El cáncer de próstata es común, especialmente entre los ancianos, y debido a que suele ser de crecimiento lento, muchos hombres que lo padecen realmente fallecen por otra causa. En Estados Unidos, el cáncer de próstata se diagnostica en aproximadamente 1 de cada 6 hombres en algún momento de su vida, pero sólo alrededor de 1 en 30 realmente muere a consecuencia de la enfermedad. Por ello, es importante distinguir entre el tipo de de cáncer de próstata que puede no requerir tratamiento de inmediato y aquel que puede ser más agresivo y requiere pronto tratamiento.

Optar por dilatar el tratamiento para el cáncer de próstata, y en su lugar controlarlo estrechamente mediante vigilancia activa, puede ser una buena alternativa cuando el cáncer es pequeño, se espera que crezca muy lentamente, está confinado a una zona de la próstata y no presenta signos ni síntomas. En los ancianos y en los hombres con otras enfermedades que limitan la expectativa de vida, la vigilancia activa también puede ser la alternativa mejor.

La vigilancia activa requiere que el paciente que la elije se comprometa a acudir a citas de seguimiento médico. La mayoría de expertos recomienda realizar exámenes rectales y de sangre con regularidad, además de periódicamente tomar biopsias de la próstata para ver si avanza el cáncer. Si en base a los resultados de estos análisis de seguimiento pareciera que el cáncer crece, se puede administrar el tratamiento más adelante.

Cuando un paciente requiere tratamiento, existen varias alternativas disponibles. Según usted mencionó, la cirugía para extirpar la próstata puede ser una de las recomendaciones; sin embargo, también se puede recurrir a otros tratamientos para el cáncer de próstata, entre los que se incluyen la radioterapia, la terapia hormonal y la quimioterapia. El plan personal de tratamiento se desarrolla en base a varios factores, tales como la velocidad de crecimiento del cáncer, la extensión de su diseminación y el estado de salud general del paciente. Todos estos factores se combinan para determinar las ventajas y posibles efectos secundarios del tratamiento.

El tratamiento del cáncer de próstata puede provocar efectos secundarios. La cirugía o la radiación pueden provocar incontinencia o fuga urinaria y disfunción eréctil, junto a otras complicaciones. No obstante, el riesgo de estos efectos secundarios puede disminuir con radioterapia de vanguardia o cuando un cirujano experimentado realiza el procedimiento. En caso de que se recomiende al paciente someterse a una operación, éste no debe dudar en preguntar al cirujano cuántas cirugías de ese tipo realiza anualmente. Los cirujanos que realizan 50 o más operaciones en un año normalmente obtienen mejores resultados que quienes realizan menos cirugías.

Además, tenga presente que el cáncer de próstata, incluso el del tipo agresivo, no plantea un peligro mortal inminente; es decir, el paciente tiene tiempo para hablar con varios médicos, escuchar sus recomendaciones y decidir cuál es el mejor método.

Nunca tema solicitar una segunda opinión. La mayoría de médicos entiende y hasta recomienda a sus pacientes que busquen más información cuando tienen dudas sobre el diagnóstico, las pruebas recomendadas o el plan de tratamiento. Si el cirujano o el médico se muestran ofendidos porque usted busca una segunda opinión, posiblemente lo mejor sea cambiar de profesional.

Dr. Matthew Tollefson, Urología, Mayo Clinic de Rochester, Minnesota.

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