• Científicos de Mayo identifican variaciones genéticas que predicen efectos secundarios de la quimioterapia

ROCHESTER, Minnesota — 10 de abril de 2013.  Aquellas diferencias aparentemente inofensivas en el código genético de las personas pueden influir sobre el desarrollo de los efectos secundarios de la quimioterapia, descubrió un estudio de Mayo Clinic. El estudio identificó variaciones genéticas capaces de predisponer a las personas a la neuropatía periférica inducida por la quimioterapia, afección difícil de predecir y tan debilitante que hasta obliga a los pacientes de cáncer a suspender anticipadamente el tratamiento. Los resultados del estudio se presentaron hoy durante la reunión anual de la Asociación Americana para la Investigación sobre el cáncer (AACR, por sus siglas en inglés) en Washington, D.C.

El estudio que abarcó a los genes EPHA5, ARHGEF10, y PRX es el primero en escudriñar grandes segmentos del genoma humano a fin de predecir los efectos secundarios de la quimioterapia. La investigación más profunda de estos y otros genes puede permitir que los médicos utilicen la información genómica para administrar con más seguridad estos tratamientos potencialmente tóxicos.

"Nuestro estudio crea una forma de enfocar todo el genoma a fin de personalizar los tratamientos contra el cáncer", anota el Dr. Andreas Beutler, oncólogo del Centro Oncológico de Mayo Clinic y autor experto del estudio. "Eso es importante porque no solamente deseamos curar el cáncer y ayudar a que las personas vivan más largo, sino también ofrecerles mejor calidad de vida".

Se calcula que la neuropatía periférica inducida por la quimioterapia afecta a 30 o 40 por ciento de los pacientes con cáncer tratados con sustancias quimioterapéuticas. Los síntomas pueden ser leves, como un ligero hormigueo o entumecimiento, o pueden avanzar hasta la pérdida de la sensación en las manos y pies, e incluso llegar al punto en el que los pacientes ya no pueden caminar normalmente y tienen una sensación permanente de entumecimiento o dolor. Actualmente, no existe ninguna manera de predecir cuáles pacientes sometidos a quimioterapia desarrollarán este efecto secundario, ni el grado al que lo harán.

Existen aproximadamente 50 genes vinculados con la neuropatía periférica de tipo hereditario. Sin embargo, muchas personas que tienen uno de estos genes no presentan síntomas sino hasta que se exponen a la quimioterapia. El Dr. Beutler decidió considerar primero a esos 50 genes como los sospechosos más factibles, y luego ampliar la investigación a más cantidad del genoma humano para encontrar otros genes capaces de predecir la neuropatía periférica inducida por la quimioterapia.

El método del Dr. Beutler se basó en la secuenciación del exoma, que consiste en un tipo de secuenciación del ADN enfocado en las regiones exónicas del genoma que codifican las proteínas funcionales. Se cree que estas regiones de codificación de proteínas son las que albergan a alrededor de 85 por ciento de todas las mutaciones causantes de enfermedades.

El Dr. Beutler y sus colegas realizaron la secuenciación del exoma en 20 794 genes de 119 pacientes con cáncer, entre quienes más de la mitad había desarrollado neuropatía periférica inducida por la quimioterapia durante el transcurso de un ensayo clínico.

Primero, analizaron los 50 genes de la neuropatía hereditaria y encontraron uno, el EPHA5, que parece predisponer a los pacientes a la neuropatía periférica inducida por la quimioterapia. Luego, los científicos analizaron los restantes veinte mil genes y descubrieron dos nuevos genes, el ARHGEF10 y el PRX, que también se vincularon con la neuropatía periférica inducida por la quimioterapia. Los científicos validaron sus resultados en otro grupo de 75 pacientes de cáncer.

Los resultados plantean que ambas afecciones, la neuropatía hereditaria y la neuropatía periférica inducida por la quimioterapia, posiblemente comparten las mismas raíces genéticas en algunos pacientes. Además, muestran formas en las que los médicos pueden mejorar el tratamiento del cáncer: por ejemplo, si los médicos supiesen quién corre riesgo de sufrir un determinado efecto secundario de la quimioterapia, entonces podrían utilizar dicha información para personalizar el tratamiento de ese paciente.

El Dr. Beutler y su equipo tienen planificado ampliar el estudio hasta mil pacientes de cáncer a fin de analizar todo el genoma y no solamente las regiones de codificación de proteínas. El Dr. Beutler dice que cualquier otro gen que descubran se sumará al esfuerzo por controlar los síntomas en el tratamiento del cáncer.

"Lo que hacemos en Mayo es mucho más que tan sólo descubrir un puñado de genes", explica el doctor Beutler. "Aplicamos investigación genómica de vanguardia para mejorar nuestros ensayos clínicos y desarrollar nuevos métodos para personalizar la medicina".

Los coautores del trabajo incluyen al Dr. Amit Kulkarni, Rahul Kanwar, el Dr. Rui Qin, el Dr. Zhifu Sun, Anh Le-Lindqwister; el Dr. Terry Therneau y el Dr. Charles Loprinzi, todos pertenecientes a Mayo Clinic.

El estudio se financió gracias a la Sociedad Americana del Cáncer, a los subsidios CA124477 y CA37404 de los Institutos Nacionales de Salud, al Centro para Medicina Personalizada de Mayo Clinic y la Fundación de la Familia de Richard M. Schulze.

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