• Es común perder gradualmente la audición, pero es importante establecer valores basales

Un hombre coloca su mano en forma de cuenco sobre el oído para intentar escuchar porque ha perdido la audiciónESTIMADA MAYO CLINIC:
Tengo 61 años y he notado que no oigo igual que antes. ¿Debo ir al médico o puedo esperar hasta que crea que necesito audífonos?

RESPUESTA:
No espere y haga una cita para evaluar su audición ahora. La mayoría de los proveedores de atención médica recomiendan obtener un valor basal para la audición a los 50 años y a partir de allí, seguimientos regulares según las necesidades personales de cada uno.

Es común perder la audición gradualmente con la edad. En Estados Unidos, alrededor de 25 por ciento de las personas de 55 a 64 años de edad tienen algún tipo de pérdida auditiva, aunque la cifra se acerca más al 50 por ciento entre los mayores de 65 años.

En muchas personas, la pérdida de la audición está relacionada con el proceso de envejecimiento, junto a la continua exposición con el tiempo a ruidos fuertes. En algunos casos, la genética también puede desempeñar una función y otros factores, tales como el exceso de cerumen, pueden temporalmente impedir a los oídos transmitir los sonidos tan bien como deberían y quizás contribuir a los problemas con la audición.

La mayoría de los tipos de pérdida auditiva no pueden revertirse, pero eso no significa que simplemente haya que aceptar que uno ya no puede escuchar. Existen alternativas eficaces para controlar la pérdida y ayudar a mejorar la audición, además de facilitar la interacción con las personas alrededor de uno.

A fin de descubrir la extensión y causa de la pérdida auditiva, es necesario realizar una evaluación completa de la audición. Para ello, el proveedor de atención médica suele primero examinar físicamente los oídos para ver si algunos factores, como el cerumen, la inflamación o los problemas con la anatomía de los oídos, pueden contribuir a la pérdida de la audición. Además, posiblemente haga preguntas acerca del historial médico y de cualquier otra dificultad en la comunicación.

Luego, si las cosas apuntan hacia una posible pérdida de la audición, el proveedor de atención médica probablemente recomiende llevar a cabo una evaluación más minuciosa con un audiólogo. Para ello, el paciente se sienta dentro de un cuarto a prueba de sonido y se pone unos audífonos para escuchar sonidos dirigidos hacia un solo oído a la vez. Durante esta evaluación, se presenta una gama de sonidos en varios tonos y se pide al paciente que indique cada vez que escucha un sonido. Todos los tonos se repiten a niveles más bajos para descubrir cuál es el más bajo que la persona es capaz de escuchar. Las respuestas se registran en un gráfico, conocido como audiograma. Se puede también solicitar al paciente que permanezca sentado en silencio a medida que se le hacen más exámenes para evaluar la función de los oídos.

Si la valoración de su audición revelase una pérdida, el audiólogo posiblemente hable con usted acerca de las alternativas de control pertinentes a su situación, así como respecto a cualquier otro seguimiento necesario. Existe una variedad de audífonos que aumentan el volumen de los sonidos para que sean más fáciles de escuchar. En los casos de pérdida auditiva más fuerte, una de las alternativas puede ser el implante coclear que, a diferencia de los audífonos que amplifican el sonido y lo dirigen hacia el oído, compensa las partes del oído interno que quizás no funcionen.

Aunque usted todavía no haya perdido la audición, igual valdría la pena valorarla ahora. Si con el tiempo usted sufre una pérdida auditiva, el proveedor de atención médica puede ver los resultados de los valores basales para observar cómo ha cambiado la audición.

Cualquiera que sea el resultado de la evaluación, tome medidas para proteger su audición: recuerde que mientras más alto sea el sonido, menos tiempo debe usted exponerse al mismo; cuando se ponga audífonos, manténgalos a un volumen seguro, lo que significa que todavía debe poder escuchar a alguien hablar con voz normal a una distancia de 60 cm más o menos; y  use protección para los oídos cuando se exponga al ruido producido por herramientas, equipo o armas de fuego.

Consulte al proveedor de atención médica acerca de la frecuencia con la que usted necesita revisar su audición. Son muchos los factores que pueden repercutir sobre la atención médica de la audición. Por ejemplo, quienes a menudo se exponen o trabajan en ambientes con ruidos fuertes posiblemente necesiten examinar su audición con mayor frecuencia.

Dra. Gayla Poling (doctora en investigación), Audiología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.

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