La relación entre la presión arterial alta y la COVID-19: ¿Estoy en riesgo?

Una trabajadora de la salud en una chaqueta blanca que controla el pulso y la presión arterial de un paciente

Sufro de presión arterial alta. ¿Qué debería hacer para reducir la probabilidad de enfermarme gravemente de COVID-19?

Respuesta: la presión arterial alta es una afección grave que, si no se trata, puede llevar a muchas otras complicaciones de salud. Algunos riesgos para la salud vinculados con la presión arterial alta son las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares y la demencia.

Algunos estudios sugieren que las personas con presión arterial alta sufren un riesgo mayor de enfermarse gravemente y fallecer debido a la enfermedad por coronavirus de 2019 (COVID-19). Otros expertos, sin embargo, dicen que los individuos con presión arterial alta que peor reaccionaron a la COVID-19 eran de edad avanzada y tenían otras afecciones médicas, como diabetes, obesidad y enfermedades cardíacas graves. La relación entre la presión arterial alta y la COVID-19 sigue en etapa de investigación, pero las personas con presión arterial alta no controlada parecen tener un riesgo mayor de sufrir complicaciones por la COVID-19 que aquellas que la han regulado con medicación.

Si usted sufre de presión arterial alta, el paso más importante es controlarla. Siga el plan de tratamiento que hayan determinado con su médico. En el contexto actual de COVID-19, es de especial importancia que evite las complicaciones de salud graves que la presión arterial alta puede provocar.

La medicación y los cambios de estilo de vida son una gran combinación para prevenir o reducir los problemas de salud que la presión arterial alta pueda causar.

A continuación, le mostramos un recordatorio de los cambios de estilo de vida que pueden ayudar a controlar la presión arterial alta:

  • Elija alimentos saludables para el corazón. Considere la dieta de enfoques dietéticos para detener la hipertensión (DASH, por sus siglas en inglés), que se enfoca en frutas, verduras, cereales integrales, aves de corral, pescado y productos lácteos con bajo contenido de grasa.
  • Reduzca el nivel de sal en su alimentación. Intente limitar el consumo de sodio a menos de 2300 miligramos por día. Lo ideal para la mayoría de adultos es consumir 1500 miligramos de sodio por día o menos.
  • Baje de peso. Bajar aunque sea un poco de peso puede reducir la presión arterial.
  • Haga más actividad. El ejercicio regular reduce la presión arterial y ayuda perder peso y combatir el estrés.
  • Aprenda a reaccionar ante el estrés. El estrés puede llevarnos a actuar de forma dañina, lo que puede empeorar la presión arterial. Intente controlar el estrés de forma saludable, por ejemplo, mediante la meditación o ejercicios de respiración profunda.
  • Evite o reduzca el consumo de alcohol. El alcohol puede aumentar la presión arterial.
  • Deje de fumar. El tabaco provoca un aumento en la presión arterial y en las placas que se acumulan rápidamente en las arterias.

Ya sean cambios de estilo de vida, de medicación, o a través de controles diarios de presión, asegúrese de continuar con las medidas tomadas para controlar su presión arterial. No cambie nada de lo que esté haciendo sin antes hablar con su médico. Si necesita medicación para controlar su presión arterial, asegúrese de contar con la dosis necesaria para al menos dos semanas.

Este artículo fue escrito por el personal de Mayo Clinic. Encuentre más información médica y de salud en mayoclinic.org.

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