ROCHESTER, Minnesota — 12 de junio de 2013. Es el mes para concienciar sobre la hepatitis. Entender los diferentes tipos de hepatitis, quién corre riesgo, cómo prevenirla y cómo tratarla puede ser confuso y por ello, la experta de Mayo Clinic en enfermedades infecciosas, la Dra. Stacey Rizza, ofrece la siguiente información práctica:
AVISO A LA COMUNICACIÓN MULTIMEDIA: Un video del Dr. Rizza está disponible en la Red Informativa de Mayo Clinic.
La hepatitis A es una afección viral sumamente contagiosa, cuya inflamación repercute sobre la capacidad de funcionamiento del hígado y que muy probablemente se debe a la ingesta de alimentos o agua contaminada o al contacto con alguien infectado. Los casos leves no requieren tratamiento y la mayoría de personas que padece la infección se recupera completamente, sin daños permanentes en el hígado. Existen vacunas disponibles que se recomiendan, entre otros, para los niños de un año de edad, para los niños mayores que no las recibieron al año de vida y para quienes viajan a zonas donde la enfermedad tiene tasas altas. Practicar una buena higiene de las manos es una de las mejores maneras de protegerse contra la hepatitis A.
La hepatitis B es una infección que en algunas personas se vuelve crónica y lleva a la insuficiencia hepática, al cáncer de hígado o a la cirrosis, afección que ocasiona fibrosis permanente en el hígado. La hepatitis B se transmite a través de los líquidos corporales. La mayoría de personas que contrae la infección en la edad adulta se recupera completamente, aunque presente señales y síntomas graves. Los bebés y niños son mucho más proclives a desarrollar una infección crónica de hepatitis B.
A pesar de que no exista cura para la hepatitis B, hay alternativas de tratamiento y también una vacuna capaz de prevenir la enfermedad. La vacunación se recomienda, entre otros, en los bebés, los niños que no se vacunaron durante la infancia, la gente que recibió tratamiento para una infección de transmisión sexual, las personas que trabajan en el área de la salud, aquellos que entran en contacto con la sangre durante su trabajo, los enfermos renales en etapa terminal y quienes viajan a zonas con altas tasas de hepatitis B. Cuando una persona ya se encuentra infectada, es posible prevenir la dispersión de la hepatitis B tomando ciertas precauciones.
La hepatitis C no produce síntomas en la mayoría de personas, quienes ni siquiera saben que la padecen sino hasta décadas después, cuando aparecen daños en el hígado durante algún examen médico de rutina. El virus de la hepatitis C, generalmente considerado entre los más graves de los tres tipos, se transmite por el contacto con sangre contaminada y es muy común que el contagio ocurra debido a compartir agujas para el consumo ilegal de drogas. La infección por hepatitis C se trata con medicamentos antivirales que erradican el virus del cuerpo.
"La infección por hepatitis C puede mantenerse asintomática durante décadas y al transcurrir el tiempo, generalmente suele presentarse como un problema del hígado", comenta la Dra. Rizza. "Esto puede ocurrir más rápido cuando al envejecer, el sistema inmunitario de una persona se encuentra debilitado por otras afecciones. Por ello, es bueno que durante cualquier revisión de rutina se solicite al médico que realice los exámenes pertinentes. Todos los tipos de hepatitis deben tomarse seriamente, pues el riesgo de contraerlos ha aumentado en los últimos años".
Los Centros para el Control de las Enfermedades recomiendan detectar la hepatitis C en todas las personas de la generación de la explosión demográfica.
Si desea entrevistar a la Dra. Rizza, por favor comuníquese con Soledad Andrade en la Oficina de Asuntos Públicos de Mayo Clinic, al 507-284-5005 o newsbureau@mayo.edu.
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En el año 2014 se conmemoran 150 años de servicio a la humanidad de Mayo Clinic, entidad sin fines de lucro y líder mundial en atención médica, investigación y educación para gente procedente de todos los ámbitos de la vida. Si desea más información, visite: 150years.mayoclinic.org, MayoClinic.org o https://newsnetwork.mayoclinic.org/.
CONTACTO PARA LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN: Emily A. Hiatt, Mayo Clinic Public Affairs, 507-284-5005, newsbureau@mayo.edu
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