Los probióticos pueden aportar beneficios para la salud, pero consulte con el médico primero
ESTIMADA MAYO CLINIC:
Por todo lado escucho sobre los beneficios para la salud de los probióticos, pero quiero saber si existe algún efecto secundario negativo y si debo consultar con el médico antes de tomarlos.
Algunas investigaciones han demostrado que los probióticos aportan beneficios a la salud, y al parecer, son especialmente útiles para promover la salud del sistema digestivo. Es raro que un adulto sano presente efectos secundarios debido a los probióticos, pero siempre es mejor consultar con el médico antes de empezar a consumirlos.
Los probióticos contienen cepas de bacterias vivas, similares a las que normalmente se encuentran en el sistema digestivo. El objetivo de consumir probióticos es aumentar la cantidad de dichas bacterias sanas.
Los probióticos pueden ser parte de la alimentación. Algunos alimentos que los contienen son el yogur, algunos tipos de quesos suaves como el Gouda, la sopa de miso, el pan agrio o con masa fermentada y la leche con acidófilos. Los probióticos también se venden libremente como suplementos en forma de pastilla.
A pesar de que se necesite investigar más sobre el tema, hay evidencias respecto a que los probióticos pueden ser útiles para tratar algunos trastornos del sistema digestivo. De manera particular, parece que los probióticos ayudan en el tratamiento de la diarrea (especialmente después de la administración de ciertos antibióticos) y del síndrome del colon irritable, además de acelerar el tratamiento de algunas infecciones intestinales.
Los probióticos también pueden servir para prevenir y tratar el eccema de la piel infantil. Algunas investigaciones plantean que los probióticos pueden igualmente ayudar a reducir la recurrencia del cáncer de la vejiga.
Un estudio realizado en niños, en el contexto de una guardería diurna, descubrió que quienes consumían suplementos probióticos enfermaban menos de gripe y tenían menor probabilidad de contraer influenza que quienes no los tomaban. Otro estudio sobre los probióticos siguió a un grupo de personas que trabajaba durante el turno nocturno, población con mayor susceptibilidad demostrada para enfermedades virales, y los resultados fueron similares a los del estudio de la guardería diurna; es decir, las personas que tomaban probióticos enfermaban con menos frecuencia que quienes no lo hacían.
Cabe anotar, sin embargo, que no todos los probióticos son iguales. El tipo específico de probiótico utilizado para tratar el síndrome del colon irritable, por ejemplo, puede no ser el adecuado para combatir el eccema. Cuando vaya a comprar un suplemento de probióticos, posiblemente se tope con una amplia variedad de alternativas y encontrar las diferencias entre ellos puede ser confuso, además de que suele ser difícil saber cuál es el más adecuado para uno.
Por ello, es mejor hablar con el médico antes de iniciar los probióticos. Usted y el médico pueden, para empezar, analizar si un suplemento de probióticos le aportaría beneficios; luego, de ser provechoso, el médico puede ayudarle a determinar el mejor tipo de probiótico para su caso particular.
Es raro presentar efectos secundarios de los probióticos. La mayoría de adultos sanos puede añadir los probióticos a su alimentación sin ningún riesgo, pero antes de empezar a tomar un suplemento de probióticos, es mejor revisar con el médico todos los demás suplementos que tome y hablar sobre cualquier otro problema de salud existente. En algunas personas con problemas en el sistema inmunológico o daños intestinales, es posible que no se recomienden los probióticos.
Dado que el consumo de probióticos es relativamente nuevo, es factible que algunos médicos no los conozcan suficiente para guiar a sus pacientes a través del proceso de elegir el producto correcto. Si ese fuese su caso, considere entonces dialogar con un farmacéutico. — Dr. Brent Bauer, Medicina Interna General, Mayo Clinic de Rochester, Minnesota.