• La gota no siempre es fácil de demostrar: estudio descubre que la TAC ayuda a detectar casos omitidos por los análisis

El diagnóstico exacto es clave porque esta dolorosa enfermedad se trata de manera diferente a otros tipos de artritis

ROCHESTER, Minnesota — 26 de marzo de 2014 — La gota va en aumento entre los hombres y mujeres estadounidenses, y este tipo sumamente doloroso y muy común de artritis inflamatoria se está volviendo más complicado de lo que se pensaba. Normalmente, la gota se examina mediante la extracción de líquido del tejido de la articulación afectada para buscar la presencia de cristales de ácido úrico, análisis conocido como aspiración por aguja. Dicho examen suele funcionar, pero no siempre: en un nuevo estudio de Mayo Clinic, el estudio radiológico imagen de la tomografía computarizada de un pie que muestra los cristales de ácido úricoconocido como tomografía computarizada con energía dual descubrió gota en 33 por ciento de los pacientes cuyas aspiraciones por aguja arrojaron resultados negativos para la enfermedad. La tomografía computarizada permite a los reumatólogos diagnosticar la gota y tratar a esos pacientes con los medicamentos adecuados.

Los resultados se publican en los Anales sobre las Enfermedades Reumáticas, revista de la Liga Europea contra el Reumatismo.

El estudio analizó la utilidad de la tomografía computarizada para descubrir cristales de ácido úrico en toda la amplia gama de manifestaciones de la gota. Los científicos descubrieron que la tomografía computarizada funciona especialmente bien para detectar gota en los pacientes que han presentado varios brotes similares a la gota, pero cuyas aspiraciones por aguja mostraron resultados negativos. Una vez que la tomografía computarizada descubrió lo que parecía ser cristales de ácido úrico, se realizó en esos sitios la aspiración por aguja guiada mediante ecografía en busca de cristales de urato.

“Se trataba, en parte, de pacientes falsamente diagnosticados con enfermedades como artritis reumatoide o etiquetados con un tipo diferente de artritis inflamatoria, lo que derivó en un método de tratamiento completamente diferente y, por lo general, ineficaz”, comenta el primer autor del trabajo, Dr. Tim Bongartz, reumatólogo de Mayo Clinic. “Además, se encontraron pacientes que durante varios años continuaron sin ser diagnosticados y presentaban, por ejemplo, tendinitis crónica e inexplicable de Aquiles o del codo; en esos casos, la tomografía computarizada ayudó luego a detectar los depósitos de ácido úrico”.

La intención del estudio no es sugerir que la tomografía computarizada sea el primer examen para detectar gota, pues la aspiración por aguja funciona bien en la mayoría de casos, explica el Dr. Bongartz. Añade que entre los pacientes con el primer brote de gota, la investigación reveló que la tomografía computarizada no fue un medio de diagnóstico tan útil: en algunos casos de gota aguda, la aspiración por aguja descubrió cristales de ácido úrico que la tomografía computarizada no detectó.

En Estados Unidos padece gota 5 por ciento de los adultos afroamericanos y 4 por ciento de los blancos. Se cree que la epidemia de obesidad del país es uno de los factores detrás del aumento de los casos de gota.

Por lo general, se cree que la gota es una enfermedad masculina, vinculada a un dolor agudo y ardiente en el dedo gordo del pie. Es verdad que hasta la mediana edad, la cantidad de hombres que contrae gota supera a la de las mujeres; pero después de la menopausia, las mujeres igualan las estadísticas. La gota puede afectar más allá del dedo gordo del pie, en articulaciones como las de los pies, tobillos, rodillas, dedos, muñecas y codos.

“El primer brote de gota suele ocurrir con más frecuencia en el dedo gordo del pie, aunque la afección puede afectar prácticamente a todas las articulaciones del cuerpo; y mientras más brotes de gota haya, mayor es la probabilidad de que otras articulaciones se afecten”, apostilla el Dr. Bongartz.

Es fundamental diagnosticar pronto y de manera exacta la gota porque esos pacientes necesitan recibir tratamiento con medicamentos diferentes a los de quienes padecen otros tipos de artritis inflamatoria. La administración de los medicamentos adecuados y realizar cambios alimenticios puede ayudar a evitar tanto más ataques de gota como la diseminación de la enfermedad a otras articulaciones.

“Lo que la tomografía computarizada con energía dual nos ha enseñado, realmente, ha cambiado la percepción de dónde puede presentarse la gota y cómo se manifiesta”, acota el Dr. Bongartz. “La capacidad de visualizar esos depósitos claramente amplía la perspectiva sobre la enfermedad”.

Otros científicos de Mayo Clinic de radiología, reumatología, cirugía ortopédica, medicina familiar y estadística e informática biomédica también fueron autores del estudio.

Declaración económica: Siemens Medical Solutions proveyó el software para uso en uno de los sistemas del estudio y aportó parte del salario de la autora experta, Dra. Cynthia McCullough, a través de un subsidio sin  restricciones para investigación otorgado al Centro para Innovación Clínica de la Tomografía Computarizada de Mayo Clinic. La otra autora, Dra. Katrina Glazebrook, recibió un subsidio para viajes de Siemens Medical Solutions.

Señores periodistas: Se puede descargar video, audio e imágenes de la Red Informativa de Mayo Clinic.

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