Varias opciones de tratamiento pueden disminuir de manera eficaz los síntomas de la enfermedad de Graves
ESTIMADA MAYO CLINIC:
Tres meses atrás me diagnosticaron enfermedad de Graves. He decidido hacerme una tiroidectomía y quisiera saber qué esperar después del procedimiento. ¿Después de la cirugía, desaparecerán inmediatamente todos mis síntomas (oftalmopatía de Graves, palpitaciones, irritabilidad)? ¿Cuáles son los efectos secundarios de la extirpación de la tiroides?
RESPUESTA:
La extirpación de la tiroides es una de las varias opciones de tratamiento que pueden disminuir eficazmente los síntomas de la enfermedad de Graves. Otras opciones incluyen fármacos antitiroideos y yodo radiactivo. Cada individuo es diferente, y no existe un único tratamiento que sea el mejor para todos. La tiroidectomía a menudo alivia los síntomas de la enfermedad de Graves, pero conlleva, como toda cirugía, riesgos y posibles complicaciones.
La enfermedad de Graves es un trastorno del sistema inmunitario que ocasiona la producción excesiva de hormonas tiroideas, condición conocida como hipertiroidismo. Debido a que las hormonas tiroideas afectan muchas de las funciones corporales, los signos y síntomas de la enfermedad de Graves pueden ser muy variados.
Los fármacos antitiroideos, los cuales interfieren en la utilización del yodo por parte de la tiroides para la producción de hormonas, posiblemente sean útiles en el control de la enfermedad. Estos fármacos de prescripción incluyen el propiltiouracilo y el metimazol.
Sin embargo, la enfermedad es tratada con más frecuencia con yodo radiactivo, también llamado radioyodo. Debido a que la tiroides necesita yodo para producir hormonas, el yodo radiactivo penetra en las células tiroideas. Con el tiempo, la radiactividad destruye las células tiroideas hiperactivas, y el tamaño de la glándula tiroides disminuye. En el transcurso de varias semanas a varios meses, por lo general los síntomas disminuyen gradualmente.
El tratamiento de la enfermedad de Graves mediante una tiroidectomía implica la extirpación total o casi total de la glándula tiroides. El principal efecto secundario de no tener tiroides es la necesidad permanente de recibir fármacos tiroideos, usualmente una pastilla al día. El tratamiento con yodo radiactivo también conlleva la necesidad de fármacos tiroideos de por vida.
Las personas con enfermedad de Graves que presentan oftalmopatía, una condición caracterizada por ojos protuberantes, párpados inflamados o retraídos y enrojecimiento ocular, posiblemente opten por la cirugía para extirpar la tiroides en lugar del yodo radiactivo, porque la inflamación que causa esos síntomas oculares se puede agravar con el yodo radiactivo. La oftalmopatía generalmente mejora después de la cirugía; pero es posible, en algunas personas, que los síntomas nunca desaparezcan por completo. Los efectos completos de la cirugía sobre la oftalmopatía pueden tomar varios meses en hacerse visibles.
Las palpitaciones disminuyen usualmente después de la tiroidectomía, y posiblemente desaparezcan en alrededor de una semana. La irritabilidad relacionada con la enfermedad de Graves debe también mejorar después de la cirugía.
Otras razones por las que podría quererse o recomendarse una tiroidectomía como el mejor tratamiento incluyen: una glándula tiroides muy grande, nódulos tiroideos sospechosos, fracaso del yodo radiactivo o temor al mismo, o incapacidad de recibir fármacos antitiroideos. Además, los síntomas tienden a desaparecer más rápidamente con la cirugía que con otros tratamientos.
Si se desea un embarazo en un futuro cercano, es posible que la cirugía sea una buena opción, ya que algunos de los otros tratamientos pueden aumentar el riesgo de defectos congénitos.
Aunque pequeños, existen riesgos asociados con una tiroidectomía. Las glándulas paratiroides, localizadas junto a la tiroides y reguladoras del calcio, podrían resultar lesionadas de manera permanente, y este tipo de lesión crearía una necesidad permanente de complementos de calcio y vitamina D.
El riesgo de lesión a los nervios que llegan a la laringe durante la cirugía es asimismo muy raro, pero podría causar ronquera, cambios en la voz o problemas de deglución. Un daño nervioso grave que requiera una traqueotomía — un orificio, creado quirúrgicamente en la parte frontal del cuello, que llega a la tráquea y constituye una vía aérea para ayudar a respirar — sería sumamente inusual. En la mayoría de los casos, los problemas en nervios que se presentan como resultado de una tiroidectomía mejoran con el tiempo.
La ausencia de la tiroides no interferirá con la vida cotidiana siempre que se reciba la dosis correcta de fármacos tiroideos, lo que no resulta difícil para la mayoría de las personas.
Al tomar la decisión sobre la cirugía de tiroides, revise exhaustivamente con su médico todas las opciones de tratamiento, evaluando sus riesgos y beneficios, lo que le ayudará a asegurarse que elige la mejor opción para su situación.
Dra. Melanie Richards, Cirugía, Mayo Clinic, Rochester, Minnesota.