ESTIMADA MAYO CLINIC:
Se me programó una cirugía para el próximo mes y me preocupan las náuseas y el vómito que ya presenté anteriormente después de la anestesia. ¿Se puede hacer algo para evitar las náuseas después de la cirugía?
RESPUESTA:
Es normal su preocupación por las náuseas y el vómito postoperatorios. A fin de lidiar con el problema, la anestesia puede personalizarse de acuerdo al posible riesgo de cada uno de presentar esos síntomas. Converse con el médico sobre su preocupación antes de la cirugía. El equipo de atención médica puede tomar medidas para reducir los síntomas presentados por usted después de la operación anterior.
Las náuseas y el vómito afectan a más de 30 por ciento de las personas después de una operación. Las náuseas y el vómito también pueden derivar en la presencia de complicaciones, tales como inhalación del contenido estomacal (aspiración), deshidratación, desequilibrio de los minerales fundamentales (electrolitos) en la sangre y líquidos corporales, además de lesiones en el sitio de la operación como que se descosan los puntos (suturas).
Algunos factores pueden aumentar el riesgo de sentir náuseas al despertar de la cirugía, e incluyen el hecho de ser mujer, tener antecedentes de náuseas y vómitos postoperatorios, contar con antecedentes de mareo por movimiento y no ser fumador. Debido a razones inciertas, los adultos mayores tienden a presentar menos problemas de náuseas y vómito después de una operación.
Las náuseas y el vómito ocurren con más frecuencia después de recibir anestesia general, la misma que es necesaria para realizar procedimientos quirúrgicos que requieren que el paciente esté inconsciente. La probabilidad de presentar náuseas postoperatorias aumenta con los procedimientos largos y el tiempo que el paciente debe permanecer bajo anestesia general. Ciertos tipos de procedimientos quirúrgicos aumentan la probabilidad de presentar náuseas después de la operación, y dentro de ellos están algunos procedimientos abdominales, la cirugía plástica, la reparación del músculo ocular debido a estrabismo (ojos cruzados), las cirugías que implican al oído y ciertos tipos de cirugía cerebral.
El riesgo de presentar náuseas y vómito postoperatorios generalmente es menor después de los procedimientos quirúrgicos que requieren anestesia local para entumecer una zona pequeña, o después del bloqueo de un nervio periférico que intercepta las sensaciones en una zona del cuerpo. Esas técnicas de anestesia también reducen la necesidad de analgésicos de tipo morfina, lo que disminuye el riesgo de presentar náuseas y vómito.
Antes de administrar anestesia general, se consideran los factores de riesgo y el tipo de cirugía a realizarse. Existen varios medicamentos antieméticos (contra la náusea) que pueden administrarse solos o combinados entre sí para intentar evitar las náuseas y el vómito postoperatorios. El fármaco dexametasona, que es un corticosteroide, tiene propiedades antiinflamatorias que derivan en un efecto antiemético. Otro medicamento, el droperidol (Inapsina), bloquea en el sistema nervioso central el efecto de los neurotransmisores que puede promover la aparición de náuseas y vómito. Por lo general, uno de estos fármacos, o ambos, se administran por vía intravenosa conjuntamente con la anestesia general.
Cuando hay más riesgo de presentar náuseas y vómito postoperatorios, también se pueden utilizar otros medicamentos. El ondansetron (Zofran) y el granisetron (Kytril) son anatomistas de la serotonina que le impiden enviar impulsos que, de lo contrario, iniciarían vómito. Otra alternativa es el parche dérmico de escopolamina (Transderm Scop), que a veces se utiliza para el mareo por movimiento. Los parches de escopolamina duran hasta tres días sobre la piel, a diferencia de otros medicamentos que normalmente duran sólo cuatro a seis horas.
Aparte de otros fármacos que normalmente se utilizan para evitar las náuseas y el vómito postoperatorios, las terapias no medicamentosas también pueden permitir que el paciente se sienta mejor después de la operación. Un método implica estimular un punto de acupresión en la muñeca, y por su parte, la acupuntura puede ayudar a controlar las náuseas y el vómito. Las terapias de mente y cuerpo, entre ellas la visualización dirigida a través de meditación y respiración profunda, pueden ayudar a prepararse y recuperarse de la cirugía. Además, la aromaterapia también puede aliviar las náuseas posquirúrgicas. Un estudio reciente descubrió que los aceites esenciales de jengibre o una mezcla de aceites esenciales (jengibre, hierbabuena, toronjil de menta y cardamomo) reducen significativamente las náuseas después de una operación. El estudio descubrió una reducción importante en la necesidad de tomar fármacos antieméticos después de la aromaterapia.
Antes de someterse a la cirugía, converse con el cirujano y el anestesiólogo sobre sus antecedentes de náuseas y vómito postoperatorios. Ellos pueden evaluar su riesgo y determinar las terapias más adecuadas para usted.
Dr. John A. Dilger, Anestesiología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota
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