• Mayo Clinic Health Letter: Puntos destacados de la edición de enero de 2015

ROCHESTER, Minnesota: Estos son los puntos más destacados de la edición de enero de Mayo Clinic Health Letter. Puede citar esta publicación con la frecuencia que desee, pero para reimprimirla debe pagar una cuota.  Es necesario hacer referencia a Mayo Clinic Health Letter; por lo que según sus políticas editoriales, incluya la siguiente información para suscribirse: Visite http://healthletter.mayoclinic.com/ o llame gratis para solicitar información sobre suscripciones al 1‑800-333-9037, extensión 9771. Texto completo de la publicación: Mayo Clinic Health Letter January 2015 (sólo para periodistas).

Fracturas de muñeca: las decisiones sobre el tratamiento no siempre son claras

modelo anatómico de la mano y muñeca que muestra huesos, tendones, nervios y arteriasTomar la decisión sobre el tratamiento de las fracturas de la muñeca puede ser complicado, dice la edición de enero de Mayo Clinic Health Letter.

La muñeca está compuesta por ocho huesos pequeños en la base de la mano y dos en el antebrazo, el radio y el cúbito, que conectan el codo con los huesos de la muñeca. Cualquiera de esos huesos puede fracturarse, por lo que la fractura de la muñeca es una lesión ampliamente variable.

Una de las principales decisiones es elegir entre el tratamiento no quirúrgico y el quirúrgico. A veces, la elección es clara; pero en otras ocasiones, no es igual de patente. Los factores a considerar incluyen la salud general del paciente, el estilo de vida, la capacidad de tolerar la cirugía y el deseo de recuperar completamente la funcionalidad de la muñeca.

Una fractura simple de la muñeca, en la que el hueso no se desplaza fuera de posición ni se pierde la estabilidad, generalmente puede tratarse sin cirugía. Una férula o un yeso permiten mantener la estabilidad mientras la fractura sana.

Una fractura con desplazamiento del hueso, a veces se puede alinear nuevamente sin cirugía. Para ello, mediante un procedimiento llamado reducción cerrada, se aplica tensión a lo largo de todo el brazo y muñeca a fin de manipular la fractura hasta alinearla correctamente. El procedimiento requiere de anestesia local u otro tipo de anestesia. Cuando la reducción cerrada surte efecto y se mantiene el alineamiento correcto, una férula o un yeso permiten estabilizar el hueso mientras sana.

La cirugía para alinear y estabilizar la fractura, conocida como alineamiento abierto, generalmente se realiza cuando la reducción cerrada no logra alinear el hueso o no puede mantenerlo en su sitio. La cirugía permite estabilizar la fractura con clavos, barras, placas o tornillos. La operación suele también ser conveniente cuando la fractura se extiende hacia la articulación de la muñeca o la altera.

¿Operarse o no operarse?
En fracturas más complejas, la cirugía maximiza la probabilidad de que la funcionalidad de la muñeca sea la mejor posible después de la recuperación; mientras que el tratamiento no quirúrgico evita las posibles complicaciones de la cirugía, tales como infección, daños a nervios, vasos sanguíneos o tendones, dificultades con las piezas metálicas colocadas, o la necesidad de otra operación. Con el tratamiento no quirúrgico, la fractura podría no alcanzar la alineación óptima, lo que deriva en la pérdida del movimiento completo o de la funcionalidad de la muñeca.

Decidir cuál es el mejor tratamiento puede ser complicado, estar lleno de matices y merecer una segunda opinión. Por ejemplo, los ancianos que no realizan mucha actividad podrían optar por el tratamiento no quirúrgico, aunque con la posible pérdida de parte de la funcionalidad de la muñeca, a fin de evitar la cirugía.

El tiempo de recuperación varía según la salud general de la persona, la gravedad de la fractura y cualquier complicación que se presente, pero normalmente se requieren seis a ocho semanas. La rigidez de la articulación puede demorar en desaparecer un par de meses o hasta un año, y un cierto grado de rigidez o dolor podría quedar por siempre.

 

Diuréticos: alternativa eficaz y barata para tratar la presión arterial alta

Los diuréticos son un tipo de fármaco que existe desde la década de los años 50 y continúan siendo la piedra angular de la terapia para la presión arterial alta. La edición de enero de Mayo Clinic Health Letter explica por qué es importante tratar la presión arterial alta (hipertensión) y por qué el tratamiento con diuréticos ha sobrevivido el paso de los años.

La hipertensión es una enfermedad en la que la presión ejercida por el envío de sangre a través de las arterias es suficientemente alta para dañar y endurecer las arterias normalmente elásticas de todo el cuerpo. La hipertensión es una de las causas principales de discapacidad o muerte a consecuencia de un accidente cerebrovascular, un ataque al corazón, la insuficiencia renal y la demencia. Realizar cambios en el estilo de vida es la base de todo plan de tratamiento, pero muchas personas también necesitan medicamentos para la hipertensión.

Los diuréticos, también conocidos como pastillas de agua, obligan a los riñones a excretar más sodio en la orina. El sodio extrae agua y sodio de la sangre, lo que disminuye la cantidad de sangre que circula por los vasos sanguíneos, reduciendo la presión en las arterias y, por tanto, la presión arterial.

Se han desarrollado nuevos tratamientos eficaces para la presión arterial alta, entre ellos, los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (ECA), los antagonistas del receptor de la angiotensina II (ARA-II), los antagonistas de los canales de calcio y otros. Las investigaciones han demostrado repetidamente que los diuréticos adecuados reducen la presión arterial y el riesgo de padecer enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, ataque cardíaco, demencia y enfermedad renal igual o mejor que otros tipos de fármacos y son particularmente eficaces en los ancianos y las personas de origen africano.

Debido a que desde hace mucho tiempo los diuréticos son medicamentos genéricos, normalmente también son la alternativa medicamentosa más barata. Los diuréticos son en general seguros, pero pueden provocar efectos secundarios, de los cuales el más común es de mayor frecuencia urinaria, aunque sólo suela ser temporal.

 

Seguir haciendo ejercicio después del reemplazo de una articulación

La edición de enero de Mayo Clinic Health Letter ofrece información sobre los ejercicios que se pueden hacer y no hacer después de un reemplazo de rodilla, cadera u hombro.

Si bien es importante evitar desgastar mucho con el uso a una nueva prótesis, también es fundamental realizar actividades de bajo impacto para aumentar la densidad ósea y fijar la prótesis en su sitio. Además, la mayor fuerza muscular, equilibrio y coordinación que el ejercicio regular provee sirve para mantener y mejorar el estado físico y la salud en general.

Las decisiones respecto a qué actividades realizar dependen de la articulación reemplazada y de la experiencia anterior con ciertas actividades. En general, las actividades que se recomiendan después del reemplazo de una articulación incluyen aquellas que no ejercen mucha tensión sobre las articulaciones. Las actividades que deben evitarse son las de alto impacto, como los deportes de contacto, los ejercicios aeróbicos de alto impacto, el ráquetbol, el squash y demás actividades que implican correr y saltar mucho.

La clave para vivir bien con una prótesis en la articulación es encontrar el equilibrio correcto entre reposo y actividad: ejercer demasiada tensión sobre la articulación puede ser nocivo, pero la excesiva inactividad puede debilitar los músculos que rodean la articulación y dificultar el movimiento.

Mayo Clinic Health Letter ofrece algunas pautas sobre las actividades que se consideran inocuas, las que son buenas cuando se cuenta con experiencia previa y las que deben evitarse. A continuación aparecen algunos ejemplos:

Después del reemplazo de cadera, las caminatas, la bicicleta estacionaria, los ejercicios aeróbicos de bajo impacto, el tai chi, el yoga suave, el golf y los bailes de salón son algunas de las actividades que se consideran inocuas. Levantar pesas, andar en bicicleta o patinar en hielo son actividades buenas cuando hay experiencia previa. Se debe evitar jugar tenis individual, ráquetbol, squash, trotar y correr.

Después del reemplazo de rodilla, las caminatas, la bicicleta estacionaria, los ejercicios aeróbicos de bajo impacto, el tai chi, el yoga suave, el golf, la equitación y los bolos son algunas de las actividades que se consideran inocuas. Andar en bicicleta, caminar rápido, jugar tenis en pareja y hacer excursionismo son actividades buenas cuando hay experiencia previa. Se debe evitar jugar tenis individual, ráquetbol, squash, trotar y correr.

Después del reemplazo de hombro, hacer excursionismo, trotar o correr, practicar esquí de campo traviesa, nadar con el estilo de pecho, hacer ejercicios aeróbicos o Pilates y jugar tenis se consideran actividades inocuas. El ráquetbol, el squash, el béisbol o el softbol, el golf, el tiro deportivo y el esquí en pendiente son actividades buenas cuando hay experiencia previa. Se debe evitar levantar pesas, escalar rocas y hacer esquí acuático.

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