La rehabilitación cardíaca es beneficiosa para varios trastornos del corazón
ESTIMADA MAYO CLINIC:
¿Qué implica la rehabilitación cardíaca, y la recomiendan ustedes a todos los que han sufrido un ataque cardíaco, o solamente en ciertos casos?
RESPUESTA:
La rehabilitación cardíaca es sumamente provechosa para las personas que sufren varios trastornos del corazón, e implica una combinación de ejercicios supervisados médicamente, educación y control de los factores de riesgo.
Los objetivos de la rehabilitación cardíaca son de reducir los síntomas, mejorar la funcionalidad física y mental, así como prevenir futuros problemas del corazón. Quienes participan en la rehabilitación cardíaca son menos proclives a reingresar al hospital y, además, presentan tasas de supervivencia entre 25 y 45 por ciento mejores que las personas que no participan en la rehabilitación cardíaca.
La rehabilitación cardíaca es definitivamente recomendable para las personas con los siguientes diagnósticos: ataque cardíaco; intervenciones coronarias percutáneas, entre ellas, angioplastia o estent coronario; angina crónica estable; cirugía para baipás coronario; reparación de válvula cardíaca o cirugía para reemplazo de válvula; trasplante cardíaco; e insuficiencia cardíaca sistólica (alteración de la contracción cardíaca).
En la mayoría de casos, la rehabilitación cardíaca empieza lo antes posible después del diagnóstico de enfermedad cardíaca o de recibir el alta del hospital. La rehabilitación cardíaca generalmente incluye, como mínimo, una sesión supervisada y dura entre tres y cuatro meses, con un total de 36 sesiones.
La rehabilitación cardíaca es ofrecida por un equipo de profesionales médicos compuesto por una gama de especialistas en diferentes áreas. Según las necesidades individuales de cada persona, el equipo puede incluir expertos en cardiología, fisiología del ejercicio, enfermería, medicina física y rehabilitación, nutrición, psicología y psiquiatría, endocrinología y medicina del sueño, entre otras especialidades. El equipo se comunica con el proveedor principal de atención médica del paciente para informarle sobre el progreso en el programa.
El entrenamiento para hacer ejercicio es un componente fundamental de la rehabilitación cardíaca. El equipo de la rehabilitación cardíaca desarrolla para cada participante un programa de ejercicios personalizado, conocido también como ejercicio recetado, que generalmente se basa en la información recogida durante la prueba de ejercicio graduada.
El programa de ejercicio incluye una combinación de ejercicios aeróbicos y fortalecimiento muscular, además de ejercicios para mejorar el equilibrio y la flexibilidad. Al principio, las personas que empiezan la rehabilitación cardíaca hacen ejercicio bajo supervisión médica; pero a medida que se familiarizan con el programa de ejercicios, el equipo motiva a los participantes a hacer ejercicio de manera independiente en su casa u otro lugar, como un gimnasio, además de las sesiones supervisadas.
Aparte del ejercicio, ofrecer consejería y educación al paciente desempeña una función muy importante en la rehabilitación cardíaca. Los participantes aprenden sobre su enfermedad específica y cómo participar activamente en el control de su problema cardíaco.
De manera particular, el equipo de la rehabilitación cardíaca enseña la importancia de administrarse los medicamentos según las instrucciones. Los participantes también aprenden maneras de mejorar los factores de riesgo cardiovascular, tales como lípidos sanguíneos, presión arterial, glucosa sanguínea, depresión y apnea del sueño. De igual manera, se les instruye en cómo controlar cualquier síntoma crónico, tal como dolor en el pecho o cansancio. Además, se motiva a los participantes a implementar cambios sanos para el corazón en su estilo de vida, enseñándoles los principios de una alimentación sana y la importancia de evitar la exposición al tabaco. Los participantes también aprenden de la experiencia de otras personas similares a ellos a través de la interacción y participación en el programa de rehabilitación cardíaca.
El equipo de la rehabilitación cardíaca sigue el progreso y estado de salud de los participantes durante todo el programa. Por ello, habitualmente se mide la presión arterial en reposo y durante el ejercicio. Es también normal que el equipo monitorice al paciente durante el ejercicio supervisado mediante un electrocardiograma, examen que registra las señales eléctricas a medida que se desplazan por todo el corazón. Todas estas medidas permiten proteger la seguridad de los participantes y lograr los mejores resultados posibles del programa de rehabilitación cardíaca.
En resumen, la participación en la rehabilitación cardíaca de personas con varias enfermedades del corazón es un componente fundamental del plan de tratamiento que permite garantizar la máxima mejoría posible de su salud cardiovascular.
Dr. Ray Squires, Enfermedades cardiovasculares, Mayo Clinic de Rochester, Minnesota