Factores genéticos y ambientales parecen desempeñar una función en el riesgo mayor para artritis reumatoide

ESTIMADA MAYO CLINIC:
Mi hija de 31 años acaba de ser diagnosticada con artritis reumatoide. ¿Saben los médicos qué causa esta enfermedad, especialmente en los jóvenes? ¿Tendrá mi hija que tomar medicamentos durante el resto de su vida?

RESPUESTA:
La causa exacta de la artritis reumatoide todavía es incierta, aunque parece que factores genéticos y ambientales desempeñan una función en el aumento del riesgo de padecerla. Debido a que se desconoce la causa exacta, no hay cura para la artritis reumatoide y la mayoría de personas que la padece necesita tratamiento a largo plazo.

Acercamiento de manos con artritis reumatoideLa artritis reumatoide es un tipo de enfermedad conocido como trastorno autoinmunitario. Dichos trastornos ocurren cuando el sistema inmunitario ataca erróneamente a los tejidos del cuerpo. En la artritis reumatoide, el sistema inmunitario ataca el revestimiento de las membranas alrededor de las articulaciones, llamadas membranas sinoviales, ocasionando inflamación. La inflamación, a su vez, engrosa las membranas sinoviales, lo que puede terminar destruyendo el cartílago y los huesos dentro de la articulación. Los tendones y ligamentos que sujetan la articulación se debilitan y estiran, haciendo que la articulación gradualmente pierda su forma y alineación.

Los síntomas de la artritis reumatoide normalmente incluyen rigidez y dolor en las articulaciones, además de hinchazón. La artritis reumatoide incipiente tiende a afectar primero a las articulaciones pequeñas, especialmente en los dedos de los pies y las manos; y luego, a medida que avanza la enfermedad, los síntomas suelen diseminarse a las muñecas, las rodillas, los codos, las caderas y los hombros.

Pese a que no se sepa claramente lo que desencadena el proceso de la artritis reumatoide, las investigaciones actuales indican que las personas posiblemente heredan varios genes que las predisponen a la enfermedad. Se han identificado más de 100 genes y cada uno de ellos aporta una pequeñísima contribución al riesgo de padecer artritis reumatoide. No se sabe cuántos genes de estos debe tener una persona para que aumente su probabilidad de desarrollar artritis reumatoide, pero posiblemente se requiera más de uno.

Actualmente, se calcula que alrededor de 20 a 40 por ciento del riesgo de una persona de padecer artritis reumatoide es heredado; no obstante, la mayoría del riesgo parece relacionarse con la exposición ambiental. Por ejemplo, fumar es un factor de riesgo bien establecido para artritis reumatoide, y la gordura también es otro factor de riesgo. Por otro lado, hay gran interés en la función que podrían desempeñar las bacterias intestinales, conocidas como “microbioma”.

La realidad es que se entiende relativamente poco respecto a cómo contribuye el ambiente al desarrollo de la artritis reumatoide y cómo esa contribución interacciona con los factores genéticos de riesgo. Parece que cuando los jóvenes, como su hija, enferman con artritis reumatoide, eso representa una expresión de la fuerza del componente genético de la enfermedad; sin embargo, esto solamente es especulación por ahora.

Debido a que no hay cura para la artritis reumatoide, los tratamientos se enfocan en el control y manejo de los síntomas. Existe una variedad de medicamentos que pueden ayudar a reducir la inflamación de las articulaciones, aliviar el dolor y prevenir o lentificar los daños de las articulaciones. En algunas personas, el pronto diagnóstico y el tratamiento oportuno pueden derivar en una remisión de los síntomas que podría durar algún tiempo. No obstante, a fin de que el alivio de los síntomas dure, es preciso continuar tomando medicamentos.

Además de los medicamentos, la fisioterapia también sirve para aliviar los síntomas de artritis reumatoide, y las elecciones del estilo de vida pueden igualmente ayudar. Por ejemplo, hacer ejercicios suaves puede fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones, y permanecer con un peso sano posiblemente evite un exceso de estrés sobre las articulaciones.

Recomiende a su hija que hable con el médico respecto a los medicamentos y demás tratamientos para la artritis reumatoide que sean mejores para sus necesidades, pues juntos podrán diseñar un plan de tratamiento que le permita controlar la enfermedad a largo plazo.

Dr. John Davis III, Reumatología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.