Varios factores intervienen en el mayor riesgo de enfermedad cardíaca de las personas con artritis reumatoide
ESTIMADA MAYO CLINIC:
¿Es verdad que las personas con artritis reumatoide corren más riesgo de enfermedad cardíaca, y cuál es la relación entre ambas afecciones? ¿Existe alguna manera de reducir el riesgo?
RESPUESTA:
Los estudios han demostrado que cuando alguien padece artritis reumatoide, el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca es el doble o el triple de quienes no sufren ese trastorno. A pesar de la incertidumbre respecto a la conexión exacta entre ambas afecciones, parece que varios factores desempeñan una función en el mayor riesgo de enfermedad cardíaca. Por ello, tanto las revisiones regulares, como los análisis para revisar problemas cardíacos, los cambios en el estilo de vida y la capacidad de reconocer los síntomas de la enfermedad cardíaca pueden ayudar a controlar dicho riesgo
La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria que ocasiona hinchazón y generalmente afecta a las articulaciones pequeñas de las manos y los pies, tornándolas sensibles, dolorosas y rígidas. No obstante, el trastorno puede también afectar otras articulaciones y eso es parte de su conexión con la enfermedad cardíaca.
La inflamación de la artritis reumatoide puede provocar cambios en las paredes arteriales. Dichos cambios estrechan las arterias, lo que disminuye el flujo sanguíneo y eleva la presión arterial. Además, puede acumularse placa dentro de las arterias, afección conocida como ateroesclerosis.
La ateroesclerosis se relaciona con los factores de riesgo normales para enfermedad cardíaca: hipertensión, colesterol alto, diabetes y tabaquismo. Sin embargo, en las personas con artritis reumatoide, la inflamación puede provocar la formación de placa. La artritis reumatoide puede también afectar al músculo cardíaco, volviéndolo rígido y reduciendo su capacidad de bombear bien la sangre. Eso torna al corazón más proclive a la insuficiencia cardíaca.
Los fármacos para el tratamiento de la artritis reumatoide pueden elevar el riesgo de enfermedad cardíaca. Los esteroides, por ejemplo, son muy eficaces para disminuir la inflamación; pero cuando se administran en dosis altas durante un período prolongado, estos medicamentos pueden elevar la presión arterial, contribuir a subir de peso y elevar los niveles de colesterol. Todos estos efectos secundarios pueden, a su vez, aumentar la posibilidad de padecer problemas cardíacos. Además, se ha comprobado que los antiinflamatorios no esteroides que generalmente se emplean para aliviar el dolor de las articulaciones conllevan efectos negativos sobre la presión arterial y la enfermedad cardíaca en general
Debido a que las personas con artritis reumatoide corren más riesgo de problemas cardíacos, el control continuo es fundamental. Los exámenes por imágenes y los análisis de sangre permiten identificar si existe rigidez en el músculo cardíaco y las arterias, así como las primeras señales de obstrucción arterial. Cuando los exámenes revelan estos u otros signos de enfermedad cardíaca, el proveedor de atención médica puede tratarlos oportunamente
Es también importante mantenerse atento a los factores de riesgo normales para enfermedad cardíaca, tales como la presión arterial y los niveles de colesterol. Cuando éstos se encuentran elevados, el paciente posiblemente requiere tratamiento para mantenerlos controlados a fin de reducir la posibilidad de que deriven en problemas cardíacos
De igual manera, controlar atentamente la inflamación de la artritis reumatoide puede hacer diferencia. Por ejemplo, cuando los esteroides forman parte del plan de tratamiento, lo mejor es administrarlos durante el menor tiempo posible y en la dosis más baja factible
Asegúrese de entender bien los síntomas que apuntan hacia problemas cardíacos. En algunas personas con artritis reumatoide, los síntomas de enfermedad cardíaca podrían no presentarse de la misma manera que en los demás. Consulte al médico cuáles son los síntomas a los que usted debe mantenerse atento
Por último, esfuércese por mantener sano en general al corazón. Ingiera una alimentación sana para el corazón, alcance y manténgase en un peso sano, reduzca el estrés, duerma suficiente y haga ejercicio con regularidad. Hacer ejercicio puede ser difícil cuando duelen las articulaciones por la artritis reumatoide, pero en ese caso, considere trabajar con un fisiólogo del ejercicio o un fisioterapeuta para encontrar los mejores ejercicios para usted.
Si usted padece artritis reumatoide, consulte al médico cuál es su riesgo para enfermedad cardíaca. Tome en consideración ese riesgo para crear un plan continuo de atención médica que permita controlar tanto los síntomas de la artritis reumatoide como la salud cardíaca. De ser posible, incluya a un cardiólogo y un reumatólogo en su equipo de atención médica, pues juntos podrán ayudarle a reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, al mismo tiempo que se controla la artritis reumatoide.
Dra. Rekha Mankad, Enfermedades Cardiovasculares de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota