ESTIMADA MAYO CLINIC:
Mi padre de 70 años fue al dentista por dolor en la boca y le dijeron que padecía el síndrome de la boca ardiente y que no existe ningún tratamiento conocido. ¿Puede ser otra la causa de sus síntomas? ¿Qué puede hacer él para aliviar un poco el dolor?
RESPUESTA:
Existe la posibilidad de que la causa de los síntomas de su padre sea otra, por lo que una evaluación minuciosa puede ayudar a determinar si la fuente de la sensación de ardor es otra enfermedad subyacente o un medicamento. Si su padre padeciese el síndrome de la boca ardiente, existen varias alternativas de tratamiento para controlarlo.
El síndrome de la boca ardiente se define como una sensación constante de ardor en la boca, no debida a anomalías bucales ni otros problemas de salud. Eso significa que su padre necesita realizarse una evaluación médica para descartar otras causas posibles, antes de diagnosticar síndrome de la boca ardiente.
Los médicos que diagnostican y tratan el síndrome de la boca ardiente provienen de varias especialidades médicas, entre ellas, neurología, dermatología y otorrinolaringología. En algunos casos, los cirujanos orales o los periodoncistas también atienden a pacientes con el síndrome de la boca ardiente. A fin de encontrar el especialista adecuado para su padre, comuníquese con el médico de cabecera de él para que los guíe respecto a quién acudir en su comunidad.
Muchas enfermedades pueden provocar la sensación de ardor en la boca, y entre los culpables más comunes están los problemas de la tiroides, las deficiencias vitamínicas (especialmente de vitamina B) y la deficiencia de hierro. Un especialista puede revisar los síntomas e historial clínico de su padre, realizar el examen físico y, en caso necesario, solicitar análisis de laboratorio para investigar las posibles causas.
Además, su padre debe revisar con el médico todos los medicamentos que se administra porque muchos pueden secar la boca, lo que a su vez, conduce a la sensación de ardor. Por ejemplo, la boca seca generalmente es un efecto secundario de los antihistamínicos, de los diuréticos y de los tricíclicos. Si se sospecha que un medicamento es la causa de los síntomas de su padre, el médico puede recomendarle otra alternativa.
Si después de la evaluación minuciosa no se descubriese una causa clara, se establecería entonces el diagnóstico de síndrome de la boca ardiente. A pesar de que no exista cura para ese trastorno, varios tratamientos pueden reducir los síntomas y hacer más fácil que su padre controle la afección.
Primero, su padre puede intentar en casa varias medidas de autocuidado, tales como usar pasta de dientes suave, tragar agua durante todo el día, masticar chicle sin azúcar, chupar caramelos sin azúcar y evitar los enjuagues bucales. Puede también intentar con aquellos medicamentos de venta libre destinados a aliviar la sequedad de la boca que tienen la capacidad de aliviar el síndrome de la boca ardiente.
Su padre debe evitar la comida picante y las bebidas carbonatadas porque pueden empeorar el ardor de la boca. Los alimentos ácidos también pueden empeorar los síntomas y entre ellos están la comida a base de tomate o vinagre, así como las frutas cítricas y los alimentos que contienen ácido cítrico. Algunas personas con síndrome de la boca ardiente creen que también vale le pena evitar el chocolate.
Segundo, el médico de su padre puede recomendarle un medicamento de venta bajo prescripción que es capaz de aliviar el síndrome de la boca ardiente, y entre las alternativas están algunos medicamentos tópicos que pueden utilizarse solamente en la boca, así como medicamentos que pueden tomarse en forma de pastilla.
Tercero, un método para controlar afecciones con dolor crónico llamado terapia cognitiva conductual puede ser muy útil para las personas que padecen el síndrome de la boca ardiente. Esa terapia implica trabajar con especialistas en el control del dolor a fin de aprender técnicas que impidan a aquel dolor diario alterar demasiado la vida. La terapia generalmente permite a las personas con afecciones como el síndrome de la boca ardiente realizar sus actividades cotidianas, pese a sentir ciertas molestias.
El punto es que su padre no simplemente tiene que conformarse con el dolor del síndrome de la boca ardiente. Un médico especializado en ese trastorno puede colaborar con él para investigar la causa subyacente, y en caso de no encontrar ninguna, puede ayudarlo a desarrollar un plan de tratamiento que minimice los síntomas y controle el síndrome de la boca ardiente.
Dra. Rochelle Torgerson, Dermatología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota
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