Mensajes de texto: ayudar a los adolescentes a evitar riesgos
¿Le preocupan los mensajes de texto de los adolescentes? Sepa cómo hablar a su hijo(a) adolescente sobre los peligros de enviar o recibir mensajes de texto, con o sin contenido sexual, mientras conduce.
Enviar mensajes de texto es la forma fundamental de comunicación para muchos adolescentes, pero su inmadurez puede meterlos en problemas. Ayude a su adolescente a entender, y evitar, los riesgos vinculados a los mensajes de texto.
No le permita enviar mensajes de texto mientras conduce
Algunas investigaciones plantean que enviar mensajes de texto mientras uno conduce es, al menos, 20 veces más peligroso que conducir sin éstos de por medio. Más aún, los mensajes de texto podrían ser para los conductores adolescentes una amenaza todavía mayor que para los conductores experimentados, dado que las colisiones automovilísticas son ya la principal causa de muerte en conductores jóvenes.
Hable con su hijo(a) adolescente respecto a que el envío de mensajes de texto mientras uno conduce puede traer consecuencias, tales como un accidente grave o mortal. Explíquele que bajo ninguna circunstancia tiene permiso para enviar o leer mensajes de texto mientras conduce y que se le retirará el privilegio de conducir y usar el teléfono si lo hace. Recuérdele también que en la mayoría de estados, es ilegal enviar mensajes de texto mientras uno conduce.
A fin de ayudar a su hijo(a) adolescente a resistir la tentación mientras conduce, pídale que firme una promesa y que se comprometa a conducir sin distracciones. Ponga usted mismo el ejemplo guardando su teléfono en la guantera del automóvil cuando conduzca y pídale a su hijo(a) adolescente que haga lo mismo. Además, considere descargar aplicaciones que impiden enviar mensajes de texto mientras uno conduce.
Evite que los mensajes de texto interfieran con el sueño
Enviar mensajes de texto después de apagar las luces o de acostarse en la cama puede interferir con un sueño reparador, especialmente cuando los mensajes son estresantes o están cargados de emotividad. Algunas investigaciones también plantean que pasar tiempo frente a una pantalla antes de ir a la cama interfiere con el sueño, y como resultado, los adolescentes pueden perder el sueño o presentar dificultad para conciliarlo, mala calidad de sueño y somnolencia diurna.
Establezca conjuntamente con su hijo(a) adolescente un horario razonable para los mensajes de texto, suspendiéndolos, por ejemplo, pasada cierta hora en días de escuela. A fin de reforzar esa regla, saque el teléfono de la habitación de su hijo(a) adolescente por la noche.
Hable con sinceridad respecto a los mensajes de texto con contenido sexual
Enviar mensajes de texto con contenido sexual, o “sexting”, se refiere a la transmisión de imágenes sexuales mediante teléfonos celulares y otros medios electrónicos de comunicación social.
Explique a su hijo(a) adolescente las consecuencias emocionales de los mensajes de texto con contenido sexual. Estos pueden resultar incómodos para quien los envía, especialmente si bajo presión para hacerlo, igual que para quien los recibe.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta la posible repercusión a largo plazo de los mensajes de texto con contenido sexual. Una foto o un mensaje dirigidos a una persona pueden reenviarse a una toda una lista de contactos, y una vez que están en circulación, es imposible controlarlos. Una foto o un mensaje pueden resurgir después de mucho tiempo y avergonzar a la persona u ocasionarle problemas laborales o escolares.
A pesar de que las leyes y el grado en que se ejecutan varíen entre un estado y otro, asegúrese que su hijo(a) adolescente entienda que se considera un crimen poseer imágenes sexuales explícitas de un menor de edad. Las consecuencias de esto pueden ser graves e incluyen tener un expediente policial o enfrentar una suspensión escolar y/o acciones legales.
Infórmese sobre el hostigamiento cibernético
Hostigamiento cibernético significa utilizar un medio electrónico para amenazar o hacer daño a otros. En los niños, el hostigamiento puede vincularse con problemas de salud mental, alteración en el rendimiento académico, drogadicción y violencia.
Asegúrese que su hijo(a) adolescente entienda que no es aceptable difundir rumores ni hostigar a nadie a través de mensajes de texto ni de ningún otro medio. Recuérdele que todo mensaje de texto puede ser guardado o reenviado a alguien más, de manera que es importante aplicar el buen juicio en cada uno de ellos.
Además, motive a su hijo(a) adolescente a hablar con usted u otro adulto confiable en caso de recibir mensajes de texto acosadores. Explíquele que no perderá sus privilegios electrónicos por confiar ese problema en usted.
Controle los mensajes de texto de su adolescente
Sepa cómo usa su hijo(a) el teléfono, el Internet y las plataformas de comunicación social para relacionarse con los demás. Siéntese de vez en cuando con su hijo(a) adolescente para ver los mensajes de texto del muchacho o hágale saber que usted revisará el contenido de su teléfono periódicamente. Puede también instalar un sistema de control paterno en el teléfono de su hijo(a) para enterarse de cuántos mensajes de texto tiene o cuántas búsquedas hace en la red electrónica, y ponga límites.
Aplique las consecuencias
Si su hijo(a) adolescente no desea cumplir con las reglas y expectativas impuestas por usted, o si le preocupa que los mensajes de texto interfieran con su trabajo escolar u otras responsabilidades, entonces tome acción. Impídale enviar menajes de texto o enviar fotos con el teléfono, o quíteselo.
Recuerde a su hijo(a) adolescente que tener un teléfono es un privilegio, no un derecho, y piense que prevenir cualquier posible consecuencia grave supera toda manifestación de ira que un adolescente sea capaz de expresar.
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Soledad Andrade, Relaciones Públicas de Mayo Clinic, 507-284-5005, correo electrónico: newsbureau@mayo.edu