La pérdida de peso en los ancianos, a veces, puede ser señal de un problema médico subyacente
ESTIMADA MAYO CLINIC:
Mi padre tiene 84 años, vive solo y goza de muy buena salud, pero me parece que en los últimos meses ha perdido un poco de peso. Él dice que sólo se debe a que no tiene mucho apetito. ¿Sería buena idea ofrecerle esas bebidas que sustituyen una comida, o debería ir al médico primero?
RESPUESTA:
Antes de empezar a consumir las bebidas que sustituyen una comida u otros suplementos alimentarios, le recomiendo que su padre vaya al médico. La pérdida de peso en los ancianos, a veces, puede indicar un problema médico subyacente. Es importante evaluar una pérdida de peso inexplicable a fin de investigar su causa y verificar que no exista ningún problema mayor digno de atención.
Cuando uno va al médico, una de las primeras cosas que hace es subir a la balanza. Generalmente uno se enfoca en los beneficios positivos de perder peso, porque en condiciones normales, perder unas libras se toma como una medida sana. Aunque ese también podría ser el caso en algunos ancianos, la pérdida de peso en la mayoría de personas de 70 o más años puede ser la primera señal de un problema de salud, y esto es particularmente cierto cuando alguien pierde peso sin tener la intención de hacerlo.
La pérdida de peso inexplicable puede ser el resultado de una infección prolongada o de una enfermedad que podría empeorar si no se trata. Ciertos medicamentos también pueden ocasionar pérdida de peso. Si ese fuese el caso de su padre, posiblemente sea necesario cambiar a otro medicamento para que logre mantenerse en un peso sano. A pesar de ser menos común, un problema no diagnosticado, como un cáncer, una enfermedad cardíaca o una dolencia neurológica como la enfermedad de Parkinson, también pueden derivar en una pérdida no intencional de peso.
La pérdida de la memoria y el deterioro de las capacidades del pensamiento o de la función cognitiva son otras posibilidades que también deben valorarse en una situación como la de su padre. Las afecciones que alteran la memoria, como la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia, cuando se encuentran en las primeras etapas, a menudo interfieren con tareas cotidianas como ir de compras, preparar la comida o comer.
La depresión es igualmente un problema subyacente en algunos ancianos y con frecuencia los lleva a perder peso. Quienes han perdido recientemente a su cónyuge o a un amigo cercano y las personas que viven socialmente aisladas pueden ser particularmente vulnerables a la depresión.
Por último, el problema puede originarse en un cambio en las papilas gustativas o en la pérdida del sentido del olfato, lo que vuelve menos placentera a la comida. Eso ocurre en algunas personas a consecuencia de la edad y generalmente implica una pérdida de peso muy paulatina.
Si efectivamente hubiese un problema médico subyacente, tratarlo puede permitir estabilizar el peso de su padre. En ciertos casos, las bebidas que sustituyen una comida y otros suplementos alimentarios también son útiles porque suelen aportar alrededor de 300 calorías, lo que posiblemente ayuda a quienes tienen problemas para consumir a diario las calorías necesarias.
Estos productos también pueden servir para las personas afectadas por pérdida leve de la memoria u otras afecciones que dificultan preparar regularmente la comida. Sin embargo, para la mayoría de personas es en general mejor obtener la mayor parte de su nutrición a través de una alimentación compuesta por una variedad de alimentos, tales como granos integrales, muchas frutas y verduras, carne magra, pescado y aves. Las personas que pierden peso sin tener la intención de hacerlo no deben seguir dietas restrictivas, como las que se concentran en ingerir alimentos con bajo contenido graso.
Si bien no parece que por ahora su padre tenga otros problemas de salud, tampoco deja de ser importante ver al médico para evaluar la pérdida de peso. Si no se revisa este asunto, incluso aunque no esté vinculado a un problema médico subyacente, la pérdida de peso en los ancianos puede al final conducir a otros problemas, tales como debilidad y pérdida del equilibrio. Mientras antes se estabilice el peso, mejor será para la salud general de su padre.
Dr. Paul Takahashi, Atención Primaria de Medicina Interna, Mayo Clinic de Rochester, Minnesota.