Un disco puede herniarse debido a varias razones
ESTIMADA MAYO CLINIC:
Me acaban de diagnosticar hernia de disco en la espalda, la cual me ocasiona bastante dolor en toda la pierna. El médico dice que el disco está básicamente estrangulando los nervios de la columna lumbar. Me recomendaron cirugía, pero no estoy seguro de desear someterme a ella porque he escuchado que no siempre surte efecto. ¿Empeorará mi situación si no me opero?
RESPUESTA:
La hernia de disco generalmente puede tratarse bien sin cirugía. Si bien los medicamentos y la actividad física normalmente alivian el dolor y las molestias fruto de la hernia de disco, la cirugía puede ayudar en algunos casos, sobre todo cuando el disco lesionado comprime un nervio.
Los discos de la columna son un tipo especial de articulación existente entre los huesos de la espina dorsal, conocidos como vértebras, y que se apilan uno sobre otro para formar la columna vertebral. Los discos sirven de cojines entre las vértebras, son blandos en el centro y están envueltos por capas externas más duras. Una hernia de disco se produce cuando parte del material más blando sale hacia las capas externas del disco a través de una grieta.
Un disco puede herniarse debido a varias razones. En ocasiones, cuando uno usa los músculos de la espalda, en lugar de los de las piernas, para levantar objetos grandes y pesados, se puede ejercer sobrecarga en la columna y eso, a su vez, puede conducir a una hernia de disco. Dar vueltas y revueltas al levantar algo también puede dañar el disco articular. En raras ocasiones, un traumatismo —como sufrir una caída o recibir un golpe en la espalda— puede igualmente provocar una hernia de disco. No obstante, lo más frecuente es que el motivo de la hernia de disco no sea un solo evento, sino el resultado de un proceso gradual de degeneración debido a la edad y al desgaste natural del disco a medida que transcurre el tiempo.
El tratamiento para una hernia de disco generalmente empieza con el intento de aliviar los síntomas. Descansar durante un período corto, que no exceda de 24 a 36 horas, puede ayudar; no obstante, las investigaciones han demostrado que es inútil hacer reposo en cama por tiempo prolongado.
Los medicamentos generalmente ayudan a aliviar las molestias. En los casos de irritación del nervio, los medicamentos destinados a aliviar dolores nerviosos pueden resultar provechosos. Los relajantes musculares también pueden ser útiles cuando la hernia de disco produce espasmos musculares.
La terapia manual también puede ayudar. Un fisioterapeuta u otro especialista musculoesquelético pueden enseñarle ejercicios y otras técnicas para reducir los síntomas de la hernia de disco y hacer más fácil reanudar el trabajo u otras actividades cotidianas.
Por lo general, la cirugía se recomienda solamente cuando otros tratamientos no funcionan o los síntomas son graves. El procedimiento más frecuentemente utilizado para la hernia de disco se conoce como disectomía, que es un cirugía en la que el cirujano extirpa la parte del disco que ejerce presión sobre el nervio. En ciertos casos especiales, puede ser necesario extraer todo el disco; pero la ocurrencia de esto es rara y cuando sucede, el cirujano generalmente llena el espacio vacío con un pedazo de hueso y luego fusiona las vértebras de cada lado con instrumentos metálicos.
La disectomía suele surtir efecto para reducir los síntomas de la hernia de disco, cuando el origen del problema es la compresión nerviosa; pero si el dolor obedece a otros factores, entonces la cirugía posiblemente no valga la pena. Hasta en los casos en que se logra aliviar el dolor durante un tiempo, la disectomía quizás no sea una cura permanente porque el proceso que originalmente condujo a la hernia de disco puede continuar y llevar a sufrir más daños en el futuro. A fin de intentar mantener sana la columna después de la cirugía, el médico posiblemente le sugiera perder peso, hacer ejercicio o recibir fisioterapia. Además, es probable que necesite restringir ciertas actividades, entre ellas, doblarse, girar o levantar peso.
Es difícil saber si su situación empeorará sin una operación, pero es poco probable que mejore sin ningún tratamiento. Converse con el médico acerca de sus dudas respecto a la cirugía y cerciórese de entender todos los posibles riesgos y ventajas, además de obtener respuesta a todas sus preguntas antes de proseguir.
Dr. Paul Huddleston III, Cirugía Ortopédica en Mayo Clinic de Rochester, Minnesota.