Manos saludables con jabón y desinfectante

Lavado de manos con jabón en el lavaboPor Micah Dorfner, Relaciones Públicas de Mayo Clinic

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, lavarse las manos con frecuencia es la forma principal de prevenir la dispersión de infecciones; no obstante, las interrogantes son: ¿cuál es el tipo de jabón adecuado y si se puede usar desinfectante de manos?

¿Por qué no se debe usar jabón antibacteriano?

“La respuesta simple es que el jabón normal y el agua potable, junto a una buena técnica de higiene, son igual de eficaces que el jabón antibacteriano para combatir a bacterias y virus respiratorios o estomacales de común aparición durante la infancia. El jabón normal no conlleva el riesgo de inducir la creación de organismos resistentes, según indica la reciente revisión de un artículo publicado por la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América,” señala la Dra. Peggy Decker, pediatra del Sistema de Salud de Mayo Clinic.

Las recomendaciones pueden variar dentro del entorno de la atención de la salud, como en hospitales y clínicas, pero los Centros para el Control de Enfermedades ofrecen exhaustiva información al respecto.

Los peligros del desinfectante de manos

Son varias las inquietudes respecto a los desinfectantes de manos a causa de su alto contenido de alcohol. Los niños no deben usarlos sin supervisión y algunos expertos recomiendan restringir la frecuencia con la que los niños pequeños usan desinfectante de manos, además de no aplicarlo en los menores de dos años de edad. El alcohol es una sustancia inflamable, por lo que el desinfectante debe guardarse bien lejos de todo tipo de llama y fuente de calor. Las escuelas y guarderías infantiles tienen pautas estrictas para la ubicación de los desinfectantes a fin de reducir el riesgo de incendio.

“Debido al alto contenido de alcohol de los desinfectantes de manos, puede producirse un envenenamiento o una intoxicación alcohólica cuando se lo absorbe en gran cantidad, sea bebiéndolo, aplicándolo sobre piel lastimada o usándolo en los bebés que todavía no tienen completamente desarrollada la barrera dérmica. En virtud de la alta concentración alcohólica (mayor a la de los licores fuertes) y del peso corporal bajo de los niños pequeños, es importante prevenir la ingesta accidental o intencionada”, añade la Dra. Decker.

De igual manera, es importante guardar a salvo el desinfectante de manos y supervisar su aplicación (todo lo que se necesita es apenas un poco más de un centímetro y medio o el equivalente a una moneda estadounidense de 10 centavos). Si por accidente se ingiriese más de un chorro de desinfectante de manos, hay que llamar al centro de intoxicaciones, al 1-800-222-1222.

Aparte de los riesgos de los desinfectantes de manos a base de alcohol, los niños también deben evitar el desinfectante de manos sin alcohol debido a las dudas respecto a la resistencia de ciertos organismos ante sustancias antibacterianas como el cloruro de benzalconio y la posible toxicidad de los productos de degradación del triclosán.

“Recuerde, lavarse las manos a menudo mantiene a raya a los microbios y puede ser muy útil para proteger a sus hijos de virus y bacterias”, apostilla la Dra. Decker. “Enseñar al niño sobre la importancia de la higiene de las manos y cómo limpiarlas bien posiblemente permita establecer hábitos sanos que duren toda la vida”.