ESTIMADA MAYO CLINIC:
Me diagnosticaron hepatopatía grasa no alcohólica hace nueve meses. El médico me dijo que debo bajar por lo menos 60 libras para aliviar la inflamación. Ya he intentado bajar de peso antes, pero nada parece funcionar. ¿Debería considerar someterme a la cirugía para bajar de peso o existen otras maneras de tratar la enfermedad?
RESPUESTA:
El tratamiento más exitoso para la hepatopatía grasa no alcohólica normalmente incluye bajar de peso. Además, controlar la presión arterial alta, la diabetes y los triglicéridos altos (un tipo de grasa presente en la sangre) también puede ayudar a mantener a raya esta enfermedad. A medida que desarrolla su plan para bajar de peso, consulte con el médico y otros proveedores de atención médica, como un especialista en dietética y un endocrinólogo, para que le ayuden a crear el mejor método para usted.
La hepatopatía grasa no alcohólica se desarrolla cuando en el hígado de una persona que consume poco o nada de alcohol se acumula grasa. Es la enfermedad hepática más común en el mundo occidental y según los cálculos actuales, entre 75 y 100 millones de adultos padecen este trastorno en Estados Unidos. En la mayoría de personas, la hepatopatía grasa no alcohólica avanza muy lentamente y, por lo general, no produce ningún síntoma ni los resultados de los análisis del hígado son anormales. La enfermedad generalmente se descubre en exámenes por imágenes, tales como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, realizados por otra razón.
En algunos casos, la hepatopatía grasa no alcohólica puede terminar dañando el hígado hasta el punto en que se desarrolla cirrosis. Esta afección grave y, a veces, mortal implica la presencia de extensa fibrosis en el hígado. La cirrosis puede dificultar el funcionamiento adecuado del hígado y quizás conducir a insuficiencia hepática.
En algunas personas con hepatopatía grasa no alcohólica, el trastorno puede manifestarse como un tipo más agresivo de enfermedad del hígado, conocido como esteatohepatitis no alcohólica o EHNA, que causa inflamación y fibrosis en el hígado. En algunos pacientes con EHNA, los análisis del hígado no son normales; sin embargo, en una proporción importante de pacientes afectados, éstos permanecen dentro de la normalidad pese a la presencia de daño hepático. Si su médico está preocupado por la inflamación de su hígado, posiblemente la afección haya avanzado a EHNA y, en tal caso, eso lo coloca en mayor riesgo para cáncer de hígado y desarrollo más veloz de cirrosis.
La mejor manera de combatir la enfermedad del hígado en la mayoría de personas es bajando de peso, porque eso puede ayudar a reducir la grasa en el hígado, la inflamación y la fibrosis. Normalmente, es necesario perder al menos 3 a 5 por ciento del peso corporal para que la grasa empiece a desaparecer de las células hepáticas. Es necesario perder más de 10 por ciento para mejorar la inflamación y la fibrosis.
La mejor manera de perder peso es mediante la combinación de una dieta baja en calorías y el aumento de la actividad física. El equipo de atención médica puede trabajar con usted a fin de desarrollar un programa para bajar de peso ajustado a sus necesidades. Si usted es obeso o tiene problemas médicos relacionados con la obesidad, entonces el equipo de atención médica puede recomendarle la cirugía bariátrica, o sea la de perder peso.
En quienes no califican para la cirugía bariátrica o no están listos para someterse a un procedimiento quirúrgico, las nuevas técnicas endoscópicas que ayudan a bajar de peso pueden ser otra alternativa. Uno de esos procedimientos implica colocar un globo en el estómago para ayudar a reducir la cantidad de comida ingerida y limitar la ingesta de calorías. El globo se extrae después de seis meses. A pesar de no ser un método de tratamiento establecido para la hepatopatía grasa no alcohólica ni la esteatohepatitis no alcohólica, puede ser un medio eficaz de arrancar la pérdida de peso. Una vez que se extrae el globo, la persona necesita mantener un estilo de vida sano para evitar recuperar el peso perdido.
Si usted no se encuentra listo para esto, considere acudir donde un médico especializado en enfermedades hepáticas a fin de que controle su afección. Esa persona puede revisar las posibilidades de tratamiento que son adecuadas para su situación y, a medida que transcurre el tiempo, valorar regularmente su enfermedad hepática con el objeto de vigilar cualquier avance u otras complicaciones.
Dra. Alina Allen, Gastroenterología y Hepatología, Mayo Clinic de Rochester, Minnesota.
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