La planificación del cuidado anticipado implica más que solo llenar un formulario

Los papeles de las directrices anticipadas, con un estetoscopio y un bolígrafoESTIMADA MAYO CLINIC:
¿Es realmente necesario tener directrices anticipadas cuando ya he redactado un poder legal para la atención médica? Mi médico me pregunta al respecto cada vez que tengo una cita, pese a que ya le he dicho que no me interesa.

RESPUESTA:
Redactar directrices anticipadas es solamente una parte del proceso de planificación del cuidado anticipado. En este proceso, uno analiza tanto sus objetivos como sus valores y en base a ellos expresa sus preferencias respecto a ciertos tipos de atención médica. Es un proceso que se debe realizar con personas de confianza: familiares, amigos y proveedores de atención médica.

La planificación del cuidado anticipado implica más que solo llenar un formulario. No obstante, la preparación del formulario de las directrices anticipadas es una forma eficaz de dar a conocer las preferencias personales para la atención médica al final de la vida. De manera general, las directrices pueden hacer una de estas cosas, o ambas: nombrar un representante para la atención médica u otorgar un poder legal para asuntos médicos; y/o brindar información específica acerca de las preferencias para la atención médica. Las directrices solamente se activan cuando la persona no es capaz de tomar decisiones por sí misma.

Al haber otorgado a alguien un poder legal para la atención médica, usted ya tomó un magnífico primer paso en la planificación de su atención médica. Cuando se otorga a alguien un poder legal para la atención médica, se autoriza a esa persona a tomar decisiones por uno en caso de no ser capaz de hacerlo. En algunos estados, esas directrices también se conocen como poder legal duradero para la atención médica o nombramiento de un apoderado legal para la atención médica. La persona nombrada puede ser, entre otras, el cónyuge, otro familiar, un amigo o un miembro de alguna comunidad religiosa.

En muchas situaciones, no basta con dar a alguien un poder legal para la atención médica. A fin de brindar guía a esa persona, hay que invertir tiempo en poner por escrito las ideas y preferencias de uno, llenado un testamento vital. El testamento vital es un recurso excelente para el equipo de atención médica porque normalmente cubre los detalles del cuidado terminal, delinea el tipo de tratamientos médicos y medidas de soporte vital que uno desea o no desea recibir, tales como ventilación mecánica, sonda alimentaria o reanimación de emergencia.

Puede ser difícil cubrir todas y cada una de las posibles circunstancias en un testamento vital y, por ello, es importante hablar sobre los objetivos y valores con la persona a quien se otorga el poder legal para la atención médica y con los seres queridos. Ellos pueden valerse de esas conversaciones y del testamento vital para guiarse, en caso de que alguna vez tengan que tomar decisiones médicas a nombre de uno.

Pese a que son sumamente útiles en muchas circunstancias, alrededor del 66 por ciento de adultos en Estados Unidos no ha redactado directrices anticipadas. Muchas personas no lo hacen debido a que suponen que su cónyuge, sus hijos u otros familiares ya saben lo que ellas desean, pero es muy difícil para los seres queridos entender claramente y cumplir con las preferencias cuando el paciente no las ha especificado.

Casi 75 por ciento de todas las personas en algún punto se encontrará en una situación médica en la que no puede comunicar sus deseos a los proveedores de atención médica. Tener un testamento vital y un poder legal para el cuidado de la salud puede brindar instrucciones claras al equipo de atención médica respecto a qué hacer o no hacer en esas situaciones.

A fin de redactar directrices anticipadas legales, revise los requisitos del estado donde usted vive porque varían un poco entre uno y otro estado. Las organizaciones de atención médica a menudo cuentan con formularios, así que pida en el consultorio de su médico o en el hospital los formularios que necesita.

Cuando se elige concienzudamente las preferencias para el cuidado médico, se habla sobre ellas y se las documenta en un testamento vital, se quita el estrés y la culpa de las personas más cercanas en caso de que alguna vez necesiten tomar decisiones médicas difíciles a nombre de uno. Es un regalo para uno mismo y para los seres queridos.

Dra. Ericka Tung, Atención Primaria de Medicina Interna Mayo Clinic de Rochester, Minnesota.