Temores infantiles después de experiencias perturbadoras
ESTIMADA MAYO CLINIC:
Hace pocos meses, mi hija de 12 años y yo estuvimos en un vuelo con mucha turbulencia y eso fue realmente perturbador para ella. Desde entonces, tiene pesadillas acerca del vuelo y me dice casi a diario que nunca más volará en avión. Se avecina una boda para la que deberemos tomar un vuelo, pero ella insiste en que no irá. ¿Qué puedo decirle para ayudarla a calmar sus temores? ¿Debería evaluarla un psicólogo?
RESPUESTA:
La situación de su hija no es rara. Es común que los niños desarrollen temores, especialmente en respuesta a una experiencia perturbadora. Hay varias medidas que usted puede tomar en casa para ayudarla a entender mejor y familiarizarse con sus temores. A medida que eso ocurra, probablemente el temor se vuelva menos abrumador y, aunque no desaparezca completamente, ella podrá controlarlo con más eficacia.
Primero, mientras trabaje con su hija para ayudarla a controlar el temor a volar, mantenga la calma y motívela. Haga que toda la interacción relacionada con ese tema sea cálida y de apoyo, dejándole saber que usted la quiere y que desea ayudarla.
Segundo, tranquilícela respecto a que esto que le ocurre a ella es algo normal. Todos sentimos temor por algo y no hay nada malo en temer una situación que en algún momento anterior nos asustó. Es perfectamente comprensible sentir temor a volar cuando se ha tenido una mala experiencia en un avión; sin embargo, eso no significa que uno tenga que evitar la situación, pues hay maneras de reducir el temor.
Una buena manera de ayudar a controlar los temores es obteniendo más información acerca de su causa. A fin de ayudar a su hija a hacerlo, bríndele información básica sobre la seguridad general de los viajes en avión. Recurra a fuentes confiables que ella pueda leer o a las que ella misma pueda remitirse. No le diga simplemente “volar es seguro, no te preocupes”, porque a menos que usted sea piloto o experta en aviación, su palabra probablemente no sea suficiente para tranquilizarla por el momento. Además, instrúyala acerca de lo que es la turbulencia y sus causas. Entender por qué ocurre algo puede hacerlo más predecible y comprensible, aparte de menos atemorizante.
Luego ayude a su hija a sentir menos ansiedad cuando piense en volar al enfrentar sus temores, en lugar de evitarlos. Procure encontrar videos sobre la turbulencia y véalos usted sola primero a fin de verificar que son adecuados para su hija, y luego muéstreselos. Véanlos juntas una y otra vez hasta que se vuelvan aburridos. Ese tipo de exposición a una situación atemorizante dentro de un ambiente seguro puede gradualmente reducir la ansiedad sobre la situación en general.
Puede adoptar el mismo método con las pesadillas de su hija. Pídale que le cuente en detalle esos sueños perturbadores y luego, hágale escribir todo lo que ella pueda recordar al respecto. Revise los detalles y hable con ella sobre los sueños hasta que ya no susciten una respuesta de temor.
Al examinar y entender mejor lo que la atemoriza, usted ayuda a su hija a ver que sí es capaz de controlar sus temores. Pese a que eso tal vez no haga desaparecer completamente el miedo a volar de la niña y que ella todavía pueda sentirse incómoda al subir a un avión, tomar estas medidas con su hija le permite ayudarla a disminuir el poder que el temor tiene sobre ella.
Si pese a intentar con estas técnicas su hija todavía continuara muy temerosa a volar, considere hacerle una cita con un psicólogo experimentado en niños y adolescentes con problemas de ansiedad.
Dr. Stephen Whiteside de Psiquiatría y Psicología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.