Se sabe que el trastorno obsesivo compulsivo afecta a los niños pequeños

Dos niños pequeños juegan con bloques en el pisoESTIMADA MAYO CLINIC:
¿A qué edad normalmente se vuelve notorio el trastorno obsesivo compulsivo en los niños? Mi hijo de 7 años últimamente se concentra mucho en que todo esté muy ordenado (por ejemplo, las mantas, los carritos de juguete o los papeles) y revisa para verificar que los peluches estén alineados de cierta manera antes de ir a la cama… ¡hasta se levanta varias veces para revisarlos! ¿Es este un comportamiento normal en un niño de esa edad, o debería hacer que lo evalúen?

RESPUESTA:
El comportamiento que observa en su hijo puede ser una forma adecuada de jugar para un niño de esa edad, aunque también puede señalar un trastorno obsesivo compulsivo (OCD, por sus siglas en inglés) si el niño se siente impulsado a hacerlo o si estas rutinas interfieren con las actividades diarias o provocan mucha angustia. En ese caso, tal vez sea prudente evaluarlo para un trastorno obsesivo compulsivo.

El trastorno obsesivo compulsivo es una afección caracterizada por un patrón de pensamientos y miedos irracionales (obsesiones) que llevan a las personas a adoptar conductas repetitivas (compulsiones). Las personas con el trastorno obsesivo compulsivo pueden intentar ignorar o detener sus obsesiones, pero eso solo aumenta su ansiedad y desasosiego. Pese a los esfuerzos por ignorar o desechar esos molestos pensamientos y urgencias, los mismos continúan regresando y llevan a un comportamiento de ritual y a que el ciclo del trastorno obsesivo compulsivo continúe.

El trastorno obsesivo compulsivo puede aparecer a cualquier edad y se sabe que afecta a niños pequeños, incluso menores de 5 años. Sin embargo, lo más frecuente es que el trastorno obsesivo compulsivo aparezca en los niños alrededor de los 10 años, generalmente un poco antes en los varones que en las mujeres.

Los comportamientos que usted menciona de alinear los juguetes u otros objetos, arreglarlos de cierta manera y verificar que estén ordenados no son problemáticos en sí mismos, y de igual manera, seguir una determinada rutina a la hora de ir a la cama es bueno para los niños y puede ayudarlos a sentir seguridad. Por lo tanto, el hecho de que su hijo participe en esas actividades no es algo fuera de lo común.

Sin embargo, esas actividades pueden ser la señal de un problema subyacente, como el trastorno obsesivo compulsivo, si su hijo no disfruta haciéndolas, pero cree que no se sentirá bien si no las hace o se enfada mucho si no puede hacerlas. Otra señal de un problema sería si su hijo siente la obligación de hacer esas actividades hasta el punto de que interfieren con otras cosas.

Por ejemplo, si el niño tiene dificultades para ir a la escuela por la mañana cuando no ordena primero las mantas y papeles, o se angustia cuando se le interrumpe en su intento por arreglar los peluches para pedirle algo (como ir a cenar), entonces sería oportuno que un proveedor de atención médica o un profesional de la salud mental lo evalúen.

Si a su hijo se le diagnostica el trastorno obsesivo compulsivo, el primer tratamiento debe ser un tipo de psicoterapia llamada exposición y prevención de la respuesta. Esa terapia implica exponer gradualmente a la persona al miedo y enseñarle a lidiar con la ansiedad y el temor que desencadenan. En un niño con el trastorno obsesivo compulsivo, eso significa romper las reglas que él mismo fijó, tal como ordenar, redistribuir y revisar varias veces, y entender que no necesita esas rutinas para sentirse bien.

A medida que considere la evaluación de un trastorno obsesivo compulsivo en su hijo, tenga presente que lo que hay que examinar son los sentimientos provocados por esas conductas, así como los comportamientos mismos. Si al niño solo le gusta alinear los peluches y ordenar sus cosas, pero eso no altera la casa ni causa estrés innecesario, entonces puede quedarse tranquila y dejar que disfrute de esas actividades.

Dr. Stephen Whiteside, Psiquiatría y Psicología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.