Consejos de salud: Accidente cerebrovascular
Por el personal de Mayo Clinic
Síntomas
Observa estos signos y síntomas si crees que tú u otra persona pueden estar padeciendo un accidente cerebrovascular. Ten en cuenta cuándo comienzan tus signos o síntomas, dado que su duración puede afectar las decisiones del tratamiento:
- Problemas para hablar y comprender. Puedes tener confusión. Puedes arrastrar las palabras o tener dificultad para comprender el habla.
- Parálisis o entumecimiento de la cara, los brazos o las piernas. Puedes padecer entumecimiento repentino, debilidad o parálisis en la cara, los brazos o las piernas, especialmente en un lado del cuerpo. Trata de levantar los brazos por encima de la cabeza al mismo tiempo. Si un brazo empieza a caer, es posible que estés padeciendo un accidente cerebrovascular. Asimismo, un lado de la boca puede caerse cuando tratas de sonreír.
- Dificultades para ver con uno o ambos ojos. Es posible que de repente tengas la visión borrosa o ennegrecida en uno o ambos ojos, o que veas doble.
- Dolor de cabeza. Un dolor de cabeza intenso y repentino, que puede estar acompañado de vómitos, mareos o estado alterado de conciencia, puede indicar que estás padeciendo un accidente cerebrovascular.
- Problemas para caminar. Puedes tropezar o tener mareos repentinos, pérdida del equilibrio o pérdida de coordinación.
Busca atención médica inmediata si observas algún signo o síntoma de accidente cerebrovascular, incluso si parecen fluctuar o desaparecer.
Piensa «RÁPIDO» y haz lo siguiente:
- Pide a la persona que sonría. ¿Un lado de la cara se cae?
- Pide a la persona que levante ambos brazos. ¿Uno de los brazos se baja? O bien, ¿la persona no puede levantar uno de los brazos?
- Pide a la persona que repita una frase simple. ¿Arrastra las palabras o habla de manera extraña?
- Si observas cualquiera de estos signos, llama al número local de emergencias de inmediato.
Llama al número local de emergencias de inmediato. No esperes a que los síntomas desaparezcan. Cada minuto cuenta. Cuanto más tiempo se demore en tratar el accidente cerebrovascular, mayores serán las posibilidades de daño cerebral y discapacidad.
Si sospechas que la persona con la que te encuentras está padeciendo un accidente cerebrovascular, vigílala cuidadosamente mientras esperas la atención de emergencia.
Causas
Un accidente cerebrovascular ocurre cuando se interrumpe o se reduce el suministro de sangre al cerebro. Esto priva al cerebro de oxígeno y nutrientes, lo cual puede causar la muerte de las células cerebrales.
Un accidente cerebrovascular puede provocarse por una arteria bloqueada (accidente cerebrovascular isquémico) o por la pérdida de sangre o la rotura de un vaso sanguíneo (accidente cerebrovascular hemorrágico). Algunas personas pueden padecer solo una interrupción temporal del flujo sanguíneo al cerebro (accidente isquémico transitorio).
Accidente cerebrovascular isquémico
Aproximadamente el 85 por ciento de los accidentes cerebrovasculares son isquémicos. Los accidentes cerebrovasculares isquémicos ocurren cuando se produce un estrechamiento o una obstrucción de las arterias que se dirigen al cerebro, lo cual causa una reducción grave del flujo sanguíneo (isquemia). Algunos de los accidentes cerebrovasculares más frecuentes son:
- Accidente cerebrovascular trombótico. Se produce cuando se forma un coágulo sanguíneo (trombo) en una de las arterias que suministra sangre al cerebro. Un coágulo sanguíneo puede formarse por depósitos grasos (placa) que se acumulan en las arterias y causan una reducción del flujo sanguíneo (ateroesclerosis) u otras enfermedades de las arterias.
- Accidente cerebrovascular embólico. Se produce cuando un coágulo sanguíneo u otras partículas se forman lejos del cerebro, con frecuencia en el corazón, y se trasladan a través del torrente sanguíneo para alojarse en arterias del cerebro más estrechas. Este tipo de coágulo sanguíneo se denomina «émbolo».
Accidente cerebrovascular hemorrágico
El accidente cerebrovascular hemorrágico ocurre cuando se produce una pérdida de sangre o una rotura en un vaso sanguíneo en el cerebro. Las hemorragias cerebrales pueden producirse por muchas enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos, como presión arterial alta no controlada (hipertensión), sobretratamiento con anticoagulantes y zonas débiles en las paredes de los vasos sanguíneos (aneurismas).
Una causa menos frecuente de hemorragia es la rotura de una maraña anormal de vasos sanguíneos con paredes débiles (malformación arteriovenosa) presente en el nacimiento. Los tipos de accidente cerebrovascular hemorrágico son:
- Hemorragia intracerebral. Durante una hemorragia intracerebral, se rompe un vaso sanguíneo del cerebro y se derrama sangre en el tejido cerebral que lo rodea, lo cual daña las células cerebrales. No llega la sangre a aquellas células cerebrales en zonas más alejadas de esa pérdida, que también se ven dañadas. La presión arterial alta, traumatismo, malformaciones vasculares, uso de medicamentos anticoagulantes y otros trastornos pueden producir una hemorragia intracerebral.
- Hemorragia subaracnoidea. Durante una hemorragia subaracnoidea, se rompe una arteria ubicada sobre la superficie del cerebro o cerca de esta y se derrama sangre en el espacio entre la superficie del cerebro y el cráneo. Este sangrado va generalmente acompañado por un síntoma de dolor de cabeza intenso y repentino. La hemorragia subaracnoidea se produce generalmente a causa de una rotura del pequeño divertículo con forma de saco o baya en una arteria conocida como «aneurisma». Después de la hemorragia, los vasos sanguíneos del cerebro pueden dilatarse y estrecharse de forma imprevisible (vasoespasmo), lo cual hace que las células cerebrales se vean dañadas por limitar aún más el flujo sanguíneo.
Accidente isquémico transitorio
Un accidente isquémico transitorio, también conocido como «mini accidente cerebrovascular», es un período breve de síntomas similares a aquellos que están presentes en un accidente cerebrovascular. Una disminución temporal del suministro de sangre a parte del cerebro causa accidentes isquémicos transitorios, que a menudo duran menos de cinco minutos.
Al igual que un accidente cerebrovascular isquémico, el accidente isquémico transitorio ocurre cuando un coágulo o partículas bloquean el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro. El accidente isquémico transitorio no deja síntomas duraderos porque la obstrucción es temporal.
Busca atención médica de emergencia aunque los síntomas aparentemente desaparezcan. Si has tenido un accidente isquémico transitorio, presentas un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular total, que provocará un daño permanente más adelante. Si has tenido un accidente isquémico transitorio, significa que es probable que tengas una arteria parcialmente obstruida o estrecha que se dirige al cerebro o una fuente de coágulos en el corazón.
No es posible determinar si sufres un accidente cerebrovascular o un accidente isquémico transitorio únicamente basándose en los síntomas. Hasta la mitad de las personas cuyos síntomas parecen desaparecer han tenido un accidente cerebrovascular que provocó daño cerebral.
Factores de riesgo
Muchos factores pueden aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Algunos factores también pueden aumentar las probabilidades de padecer un ataque cardíaco. Los factores de riesgo del accidente cerebrovascular que pueden tratarse son:
Factores de riesgo relacionados con el estilo de vida
- Sobrepeso u obesidad
- Inactividad física
- Episodios de consumo muy elevado de alcohol
- Consumo de drogas ilegales, como cocaína y metanfetaminas
Factores de riesgo médicos
- Presión arterial alta: el riesgo de accidente cerebrovascular comienza a aumentar cuando los valores de la presión arterial son mayores de 120/80 milímetros de mercurio (mm Hg). Tu médico te ayudará a determinar el valor objetivo de la presión arterial según tu edad, si tienes diabetes y otros factores.
- Tabaquismo o tabaquismo pasivo.
- Colesterol alto.
- Diabetes.
- Apnea obstructiva del sueño: trastorno del sueño en el cual el nivel de oxígeno disminuye de forma intermitente durante la noche.
- Enfermedades cardiovasculares, como insuficiencia cardíaca, defectos cardíacos, infección cardíaca o ritmo cardíaco anormal.
Otros factores asociados a un riesgo más elevado de accidente cerebrovascular son:
- Antecedentes personales o familiares de accidente cerebrovascular, ataque cardíaco o accidente isquémico transitorio.
- Ser mayor de 55 años.
- Raza: los afroamericanos tienen mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular que las personas de otras razas.
- Sexo: los hombres tienen mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular que las mujeres. Por lo general, las mujeres sufren un accidente cerebrovascular a mayor edad, y tienen menos probabilidades de sobrevivir a un accidente cerebrovascular que los hombres. Asimismo, pueden tener cierto riesgo debido al uso de píldoras anticonceptivas o terapias hormonales que contienen estrógeno, así como a causa del embarazo y el parto.
Complicaciones
Un accidente cerebrovascular puede, en ocasiones, producir discapacidades temporales o permanentes, dependiendo de la cantidad de tiempo que el cerebro no reciba flujo sanguíneo y de qué parte se haya visto afectada. Las complicaciones pueden ser las siguientes:
- Parálisis o pérdida del movimiento muscular. Es posible que ocurra parálisis de un lado del cuerpo o que se pierda el control de ciertos músculos, como los de un lado de la cara o de un brazo. La fisioterapia puede ayudar a retomar las actividades obstaculizadas por la parálisis, como caminar, comer o vestirse.
- Dificultad para hablar o tragar. Un accidente cerebrovascular puede hacer que tengas menos control de la forma en que se mueven los músculos de la boca y la garganta, lo cual puede hacer difícil que hables con claridad (disartria), tragues o comas (disfagia). Es posible que también tengas dificultad con el lenguaje (afasia), incluso para hablar o comprender lo que alguien dice, lee o escribe. Puede ser útil una terapia con un patólogo del habla y el lenguaje.
- Pérdida de memoria o dificultades de razonamiento. Muchas personas que han tenido accidentes cerebrovasculares presentan pérdida de memoria. Otras tienen dificultades para pensar, hacer valoraciones, razonar y comprender conceptos.
- Problemas emocionales. Las personas que han tenido accidentes cerebrovasculares pueden tener dificultad para controlar sus emociones, o bien pueden manifestar depresión.
- Dolor. Las personas que han tenido accidentes cerebrovasculares pueden sufrir dolor, entumecimiento u otras sensaciones extrañas en partes del cuerpo que se vieron afectadas por el accidente cerebrovascular. Por ejemplo, si un accidente cerebrovascular hace que se pierda la sensibilidad en el brazo izquierdo, es posible que el paciente empiece a sentir una sensación de hormigueo incómoda en ese brazo. Las personas también pueden ser sensibles a cambios de temperatura, especialmente frío extremo, después de un accidente cerebrovascular. Esta complicación se conoce como síndrome de dolor talámico o síndrome de dolor central a causa del accidente cerebrovascular. Este trastorno generalmente se desarrolla durante el transcurso de varias semanas desde el accidente cerebrovascular y puede mejorar con el paso del tiempo. Sin embargo, debido a que el dolor está causado por un problema en el cerebro, en lugar de una lesión física, existen pocos tratamientos.
- Cambios de comportamiento y capacidad de cuidado personal. Es posible que las personas que han tenido accidentes cerebrovasculares se vuelvan más introvertidas y antisociales o más impulsivas. Puede que necesiten ayuda para el aseo personal y las tareas cotidianas.
Al igual que con cualquier lesión cerebral, el éxito del tratamiento para estas complicaciones varía entre personas.
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