Muchos adultos no reciben la cantidad de vitamina D que deberían

Frasco del que se riegan pastillas de vitamina DESTIMADA MAYO CLINIC:
He escuchado distintas recomendaciones acerca de las diferentes fuentes de vitamina D. Un médico le dijo a mi marido que todo aquel que vive en el hemisferio norte debería tomar a diario un suplemento de vitamina D, incluso durante el verano. ¿Qué recomiendan ustedes?

RESPUESTA:
Entender cuánta vitamina D necesita uno puede ser confuso porque las recomendaciones son diferentes acerca de cuánta vitamina D deben recibir los adultos. Si se aplican las recomendaciones que recaen en el extremo inferior, muchos adultos no reciben la cantidad necesaria de vitamina D, y como son pocos los alimentos que la contienen de forma natural, podría ser provechoso ingerir alimentos fortificados con vitamina D y tomar un suplemento.

La vitamina D es importante porque ayuda al cuerpo a mantener normales los niveles de calcio y fósforo. Debido a que la vitamina D funciona como una llave que permite al cuerpo absorber el calcio, también desempeña una función vital en la formación y mantenimiento de huesos sanos. Además, ayuda a mantener la salud de los músculos, los nervios y el sistema inmunitario.

Los estudios plantean que recibir constantemente suficiente vitamina D puede reducir de forma significativa el riesgo de osteoporosis, enfermedad que debilita los huesos. Un nivel bajo de vitamina D también se relaciona con caídas, esclerosis múltiple, artritis reumatoide, dolor crónico, diabetes, presión arterial alta, enfermedad cardiovascular y algunos tipos de cáncer. Sin embargo, la existencia de esta relación no significa que un nivel bajo de vitamina D cause esas afecciones, ni que tomar un suplemento las prevenga o trate.

La vitamina D está presente en algunos alimentos, tal como la yema de los huevos, el queso, el aceite de hígado de bacalao, el hígado de res y los pescados grasos como el atún, el salmón, las sardinas, el arenque y la caballa, aunque la cantidad de vitamina D que contienen esos alimentos es muy pequeña. En Estados Unidos, muchas personas obtienen la mayor parte de su vitamina D de los alimentos fortificados que ingieren, como leche, cereales para el desayuno, algunas marcas de yogur y jugo de naranja.

De manera general, la alimentación no suele aportar suficiente vitamina D, ni siquiera con alimentos fortificados. Además, ciertas afecciones que afectan al tracto gastrointestinal pueden reducir la absorción de vitamina D y predisponer a niveles bajos de dicha vitamina. Por otro lado, la vitamina D también se obtiene mediante la exposición directa a la luz solar, pero la cantidad de sol necesaria para obtenerla en suficiente cantidad puede variar mucho.

Para las personas que viven en climas nórdicos y quienes pasan la mayor parte de su tiempo dentro, puede ser difícil exponerse adecuadamente a la luz solar. Además, posiblemente la exposición solar tampoco permita absorber vitamina D cuando uno regularmente se aplica protector solar con un factor de protección mayor a 8 (medida sensata para protegerse contra el cáncer de piel), ni cuando tiene la piel de tono oscuro.

Las recomendaciones respecto a cuánta vitamina D necesitan los adultos obtener a través de su alimentación han cambiado con el tiempo y actualmente existen diferentes recomendaciones. El Instituto de Medicina recomienda una cantidad diaria de 600 unidades internacionales (UI) de vitamina D para los adultos jóvenes y de 800 UI diarias para los adultos de más de 70 años. Otros expertos, en cambio, sugieren que los adultos necesitan mucha más vitamina D; por ejemplo, la Sociedad Endocrina recomienda entre 1500 y 2000 UI diarias de vitamina D para los adultos.

Mayo Clinic recomienda una cantidad diaria de 600 UI de vitamina D para los adultos. No obstante, recibir entre 1000 y 1200 UI diarias mediante un suplemento de vitamina D generalmente es seguro y puede ayudar a que el nivel sanguíneo sea adecuado, además de aportar otros beneficios para la salud. Aunque no existan pautas respecto a la revisión del nivel sanguíneo de vitamina D, quizás sea prudente hacerlo en quienes tienen osteoporosis o ciertas otras enfermedades. Converse con el proveedor de atención médica acerca de si sería provechoso revisar el nivel de la vitamina D en usted.

Si usted continúa con dudas acerca de su salud o padece una enfermedad crónica, consulte con su proveedor de atención médica antes de empezar cualquier suplemento alimentario, incluso la vitamina D. Esa persona puede ayudarla a decidir si un suplemento es lo adecuado en su situación.

Dr. Donald Hensrud, Medicina Preventiva de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.