No existe nada comprobado para prevenir la enfermedad celíaca
ESTIMADA MAYO CLINIC:
¿Hay algo que yo podría hacer ahora para evitar la enfermedad celíaca en mi hijo de un año?
RESPUESTA:
Por el momento, no existe nada comprobado para prevenir la enfermedad celíaca; pero si debido a los antecedentes familiares o médicos de su hijo, se cree que corre alto riesgo de contraer la enfermedad, hay algunas medidas que usted puede tomar para reducir ese riesgo o identificar pronto la enfermedad. Si su hijo no se encuentra dentro de la categoría de alto riesgo, no hace falta que se preocupe porque la posibilidad de que desarrolle la enfermedad celíaca es baja.
La enfermedad celíaca es una reacción inmunitaria ante la ingesta de gluten, que es la proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. Cuando las personas con enfermedad celíaca ingieren gluten, se desencadena una respuesta inmunitaria dentro del intestino delgado que, con el tiempo, daña el revestimiento del órgano y le impide absorber algunos nutrientes. El daño intestinal puede conducir a diarrea, cansancio, pérdida de peso, distensión abdominal y anemia. En los niños, la enfermedad celíaca también puede afectarles el crecimiento y el desarrollo.
Si bien cualquier persona puede contraer la enfermedad celíaca, es mucho más común entre quienes tienen antecedentes familiares o padecen alguna enfermedad que los predispone. En Estados Unidos, por ejemplo, la prevalencia de la enfermedad celíaca es de alrededor de 1 por ciento entre las personas sin ningún factor de riesgo; pero esa cantidad aumenta a aproximadamente 5 o 10 por ciento en los niños cuyos padres, madres o algún hermano padecen la enfermedad. Ciertos trastornos autoinmunes, como la diabetes tipo 1 y determinadas afecciones tiroideas, también se relacionan con mayor riesgo para enfermedad celíaca; por su parte, los trastornos genéticos, entre ellos la trisomía 21 y el síndrome de Turner, pueden igualmente elevar el riesgo.
Dos estudios publicados en la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra en el año 2015 revelaron que el momento de introducción del gluten en la alimentación de los niños con el mayor riesgo no redujo la incidencia de la enfermedad celíaca. Los estudios descubrieron que retrasar la introducción del gluten puede, en realidad, aumentar el riesgo. Otros estudios, en cambio, plantean que la cantidad con la que se introduce el gluten en la alimentación de un niño puede desempeñar alguna función; sin embargo, no existen datos claros acerca de la cantidad adecuada.
Según esos resultados, la recomendación actual es que los padres de los niños con mayor riesgo para enfermedad celíaca sigan las pautas de la Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), respecto a la introducción de los alimentos.
Si en su familia hay antecedentes de enfermedad celíaca, solicite que se le hagan los análisis al niño para ver si tiene el genotipo permisivo para la enfermedad celíaca, conocido como HLA DQ2/8. Si el niño no lo tiene, entonces la enfermedad celíaca no debe ser motivo de preocupación.
Si, por el contrario, el niño tiene el genotipo, igual hay que introducirle los alimentos según las pautas de la Academia Americana de Pediatría, incluido el gluten. Más adelante se podrá considerar examinar la enfermedad celíaca en el niño, alrededor de tres o cinco años después de la introducción del gluten en su alimentación, o antes si nota algún síntoma que tal vez pueda relacionarse con la enfermedad celíaca.
Si está preocupada por la enfermedad celíaca, consulte con el proveedor de atención médica del niño. Ese profesional puede responder sus preguntas y brindarle más información acerca de las pautas de la Academia Americana de Pediatría respecto a cuándo introducir nuevos alimentos en su alimentación.
Dr. Imad Absah, Gastroenterología pediátrica de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.