“Es importante tomar conciencia del efecto sobre la coagulación sanguínea de algunas conductas, como el tabaquismo, la obesidad y la terapia hormonal”
La embolia pulmonar es la obstrucción de una de las arterias que transporta sangre de regreso a los pulmones. En la mayoría de los casos, las embolias pulmonares son causadas por coágulos sanguíneos que llegan a los pulmones desde venas más grandes de las piernas u otras partes del cuerpo (trombosis venosa profunda). Debido a que los coágulos obstruyen el flujo sanguíneo hacia los pulmones, la embolia pulmonar puede ser mortal, aunque tratarla de inmediato reduce notablemente ese riesgo. Tomar medidas para evitar la formación de coágulos sanguíneos en las piernas ayuda a evitar las embolias pulmonares.
El Dr. Scott Silvers, especialista en medicina de emergencia y director de Medicina de Emergencia en Mayo Clinic de Jacksonville (Florida), responde algunas dudas respecto a esta afección, al uso de anticoagulantes y a la forma de minimizar la posibilidad de coágulos.
¿Tienen algunas personas más riesgo de embolia pulmonar, y cuándo hay que preocuparse por esta enfermedad?
Una persona debe considerar que corre más riesgo cuando tiene antecedentes familiares de coágulos, especialmente si los mismos no están relacionados con un traumatismo o una cirugía, porque podría sufrir de una anomalía en la coagulación que vuelve a la sangre más pegajosa y susceptible a coágulos. De igual manera, corren más riesgo las personas que son sedentarias o permanecen sin moverse durante períodos largos de tiempo, aquellas con obesidad severa y que no hacen mucha actividad física, así como quienes permanecen “atrapados” en una posición más sedentaria mientras viajan por tren, avión o automóvil. Además, quienes sufren traumatismos en una zona del cuerpo —generalmente en las piernas, como fracturas o esguinces del tobillo— y aquellos que se someten a cirugía corren más riesgo de desarrollar coágulos. Un traumatismo, una cirugía, el sedentarismo prolongado, la obesidad, la terapia hormonal con estrógeno y el tabaquismo son factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar un coágulo.
Poco se habla sobre los riesgos en casos desencadenados por la terapia de reemplazo hormonal o de mujeres que toman anticonceptivos y fuman.
La gente necesita entender que tomar más terapia hormonal sistémica, aunque no necesariamente la crema vaginal hormonal o el Nuvaring, puede aumentar el riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos. Según ya se dijo, el tabaco también puede aumentar ese riesgo. Debido a esa combinación de factores, muchos médicos no recetan la terapia hormonal hasta que la mujer deje de fumar. Si bien las pacientes pueden optar por continuar fumando mientras toman la terapia hormonal sistémica, deben entender que tienen mayor riesgo de desarrollar coágulos.
¿Qué ocurre con el tratamiento para esta enfermedad? ¿Hay algo nuevo, y cuál es la terapia más común?
Hasta cierto punto, el tratamiento de la trombosis venosa profunda, con o sin embolia pulmonar, es similar e incluye anticoagulación. Mucha gente piensa que la aspirina ayuda, pero los estudios han demostrado que este fármaco no previene los resultados adversos de un tromboembolismo y los pacientes necesitan inyecciones de un medicamento tipo heparina para diluir la sangre, seguido por la administración oral de warfarina, acenocumarol o uno de los nuevos anticoagulantes, como el Apixaban. Las personas que toman acenocumarol deben hacerse exámenes de sangre con regularidad y mantener constancia en su alimentación.
¿Implicarían estas terapias anticoagulantes mayor riesgo de hemorragia en caso de sufrir una caída o un accidente?
Siempre hay que mantener el equilibrio. Sería preferible que no hubiera ningún coágulo, pero cuando están presentes, hay que hacer más difícil la formación de coágulos en el paciente y, por ello, se recetan anticoagulantes. Algunas personas creen que estos medicamentos son capaces de reabsorber los coágulos, cuando en realidad solo ayudan a prevenir la formación de más coágulos y permiten que el cuerpo los reabsorba. Estos medicamentos evitan e impiden que la situación empeore, aunque, por otro lado, también aumentan el riesgo de complicaciones de sangrado (por ejemplo, en el estómago o en los intestinos). Además, si alguien sufre una caída y se golpea fuertemente la cabeza, eso puede derivar en algo grave, llamado hemorragia o sangrado cerebral. Pese a que estas situaciones no sean muy frecuentes, esa fue la razón para empezar hablando sobre el equilibrio entre riesgos y beneficios. Cuando un paciente no tiene estabilidad para caminar y sufre muchas caídas, se podría decir que el riesgo que corre con estos medicamentos es muy alto. No obstante en el caso de una embolia pulmonar, que es algo tan peligroso y capaz de terminar llevando al deterioro o muerte del paciente, hay que optar por administrar un anticoagulante debido a que el beneficio supera al riesgo.
Sobre el tema de la alimentación, ¿hay que tener cuidado con la comida?
Con el acenocumarol, la alimentación del paciente y la ingesta de vegetales de hojas verde deben ser constantes porque, de lo contrario, el nivel sanguíneo del fármaco puede subir o bajar. Sin embargo, ahora existen nuevos medicamentos orales, como el Apixaban, que ayudan a que la sangre sea menos susceptible a la coagulación y que no se ven afectados por los alimentos. Otro anticoagulante similar, el Rivaroxavan, debe tomarse con comida para que se absorba bien, pero ese no es el caso del Apixaban.
Cuando alguien comienza este tratamiento, ¿cuándo se lo prescribe para el resto de la vida y cuándo por un período corto?
Existen múltiples factores que contribuyen a la respuesta de esta pregunta y uno de ellos es evaluar si existe alguna razón para los coágulos. Por ejemplo, una cirugía o un reciente viaje largo por avión son actividades de mayor riesgo que tal vez conlleven el peligro de un coágulo. En tales casos, se revisa cualquier anomalía en la coagulación sanguínea y si no se encuentra nada problemático en la sangre del paciente, se trata el coágulo y luego, generalmente, se prescribe un medicamento por 3 o 6 meses. Pasado ese tiempo, es posible que el medicamento ya no sea necesario, siempre y cuando no vuelvan a aparecer factores de riesgo.
Cuando un paciente se somete a una cirugía, el objetivo es tratarlo durante el breve período postoperatorio de mayor riesgo a fin de prevenir el desarrollo de coágulos; pero eso cambia cuando se forma un coágulo, porque entonces es necesario empezar con un anticoagulante y administrarlo durante un período de varios meses a fin de tratar el coágulo formado. Ambas situaciones están relacionadas porque se refieren a la coagulación, pero la una es profiláctica, o sea administrada antes de ocurrir, y la otra es una terapia para el coágulo mismo.
Algunos pacientes tienen enfermedades que los hacen más proclives a formar coágulos, como cáncer o un problema en la coagulación sanguínea. Esas personas tienen una predisposición natural a desarrollar coágulos y, en esos casos, la terapia de anticoagulación posiblemente sea necesaria de por vida.
¿Hay algo más que le gustaría destacar?
Las personas que se someten a una cirugía deben recibir fisioterapia, usar unos dispositivos de compresión en las piernas, o ambas cosas, después de la operación para prevenir coágulos. Las personas que realizan viajes largos deben ponerse de pie cada 60 o 90 minutos y caminar a fin de mejorar la circulación sanguínea en las piernas y reducir el riesgo de que se forme un coágulo.
¿Es solo para la gente mayor la última recomendación?
Es para todos, para las personas de toda edad. La gente debe caminar, dentro de lo posible, porque así se moviliza la sangre en las piernas. Esas son medidas que ayudan a prevenir la formación de coágulos. Según ya se mencionó, también es importante estar conscientes de que el tabaquismo, la obesidad y la terapia hormonal pueden aumentar el desarrollo de coágulos.
¿Se debe también considerar una hospitalización más corta cuando un enfermo no se encuentra muy mal?
Una razón para pedir a los pacientes que se levanten y caminen mientras están en el hospital es prevenir los coágulos sanguíneos. Los pacientes no deben permanecer hospitalizados más tiempo del necesario porque están más cómodos y suelen descansar mejor en su propio entorno, además de que corren menos riesgo de desarrollar infecciones adquiridas en el hospital.
Mayo Clinic de Florida tiene una experiencia sin igual en el tratamiento de los pacientes con enfermedades complejas, entre ellas los coágulos sanguíneos. Nuestro personal es muy experimentado y gracias al modelo de atención médica integral y enfocado en el paciente que seguimos, hasta aquí llegan pacientes de todo el mundo. Nos enorgullece poder ofrecer una experiencia incomparable a los pacientes. Por lo tanto, si alguien tiene alguna otra pregunta acerca de este tema o está interesado en buscar atención médica muy avanzada, sea a nivel local o en Estados Unidos, esa persona puede tranquilamente comunicarse conmigo para informarse más.
Para mayor información acerca de las embolias pulmonares visite: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/pulmonary-embolism/symptoms-causes/syc-20354647
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