Preguntas y respuestas: ¿Puede esta ser la causa de la diarrea constante?

Una mujer de mediana edad está sentada afuera, con las manos en el mentón, la mirada triste y el aspecto deprimido o tristeESTIMADA MAYO CLINIC:
Tengo 58 años y sufro periódicamente de diarrea acuosa desde hace alrededor de 6 meses. Pensé que se trataba del síndrome del colon irritable, pero me pregunto si más bien podría ser una colitis microscópica. ¿Cómo se diagnostica la colitis microscrópica?

RESPUESTA:
La colitis microscópica puede provocar algunos síntomas que también se presentan en otras afecciones, tales como el síndrome del colon irritable. Por ello, es importante que vea a su proveedor de atención médica a fin de que le ayude a determinar la causa de los síntomas.

La colitis microscópica es una afección inflamatoria en la que el revestimiento del colon produce una respuesta inmunitaria anómala que conduce a deposiciones acuosas. La afección se divide en dos subtipos que se distinguen, principalmente, a nivel microscópico: colitis colágena y colitis linfocítica.

El signo más común de la colitis microscópica es de diarrea acuosa sin presencia de sangre. La diarrea puede aparecer de forma gradual y periódica, o presentarse de manera más repentina. Es posible tener hasta 9 deposiciones acuosas por día, aunque en los casos graves, pueden ser de 15 o más. En algunas personas, este problema es diario y dura meses o años; en cambio, en otras, hay ciclos de mejoría y de empeoramiento. Los signos y síntomas también pueden incluir calambres abdominales, pérdida de peso, urgencia para defecar y fuga de heces.

Debido a que las causas de la diarrea persistente también pueden provocar signos y síntomas similares, el diagnóstico consiste en confirmar o descartar varias posibilidades. Eso generalmente significa que el proveedor de atención médica necesita conocer el expediente médico y que es preciso dar una muestra de heces o someterse a análisis de sangre. Por último, la confirmación de la colitis microscópica requiere de una colonoscopia con biopsias del tejido del colon para examinar al microscopio. Todo esto también descarta otras afecciones, como la colitis ulcerativa o la enfermedad de Crohn. Además, es posible que se hagan exámenes para enfermedad celíaca y sensibilidad digestiva al gluten, porque la enfermedad celíaca y la colitis microscópica pueden superponerse.

Algunos casos de colitis microscópica mejoran en cuestión de semanas sin tratamiento, aunque es común que haya recaídas. A fin de aliviar pronto los signos y síntomas, o para aliviar aquellos que vuelven a aparecer o persisten, el método tradicional consiste en empezar a eliminar las posibles causas o contribuyentes. Por ejemplo, hay varios medicamentos que pueden contribuir a la colitis microscópica o empeorar la diarrea. Los antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno y la aspirina, son los culpables comunes, igual que los fármacos que suprimen el ácido, conocidos como inhibidores de la bomba de protones. Los edulcorantes artificiales también pueden causar diarrea, así como los productos lácteos en quienes tienen intolerancia a la lactosa. Identificar y eliminar un factor contribuyente puede llevar a una mejoría y, en algunos casos, a la resolución total del problema.

Cuando los signos y síntomas persisten, el proveedor de atención médica podría recomendar antidiarréicos, como la loperamida (Imodium) o el subsalicilato de bismuto (Pepto-Bismol). Cuando los síntomas son leves, se puede administrar antidiarréicos de forma indefinida, en la menor dosis eficaz, y si el problema desaparece, quizás sea posible dejar de tomarlos. No obstante, tenga un plan en caso de que los síntomas reaparezcan.

Cuando estas medidas no funcionan o los síntomas son más severos, entonces se podría recetar el corticoide budesonida. Este medicamento disminuye la inflamación en el colon, pero es común sufrir recaídas al suspender el fármaco. En raras ocasiones, se lo podría administrar a largo plazo, aunque eso generalmente implica controlar con regularidad los efectos secundarios, tales como elevación de la glucosa sanguínea o afinamiento óseo. Otras opciones incluyen redoblar los esfuerzos por encontrar una alternativa o causa contribuyente, recurrir a fármacos más potentes y, rara vez, operar para extirpar el colon. (Adaptado de Mayo Clinic Health Letter).

Dr. William Tremaine, Gastroenterología y Hepatología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.