Preguntas y respuestas: Dolor lumbar: tratamiento y prevención

Mujer de mediana edad sentada en la cama, con una mano sobre su espalda adoloridaESTIMADA MAYO CLINIC:
Tengo 44 años y soy relativamente sana. Hace dos años, me lastimé la espalda lumbar mientras hacía jardinería. Sentí un dolor punzante y apenas podía caminar. Recuperarme completamente me llevó alrededor de cuatro semanas. Hace dos meses, volví a lastimarme la espalda lumbar, y esta vez fue por levantar a mi hijo; pero, ahora, parece que el dolor no mejora. ¿Qué puedo hacer para acelerar el proceso de recuperación, y qué puedo hacer para evitar que esto vuelva a ocurrir?

RESPUESTA:
Los eventos de dolor de la espalda lumbar son comunes entre los adultos y alrededor del 80 por ciento de ellos lo siente en algún punto de su vida. El dolor de la espalda lumbar es una de las cinco razones principales por las que las personas buscan atención médica. En muchos casos, el dolor lumbar se resuelve solo y la mayoría de las personas muestra una mejoría importante del dolor en el transcurso de 14 días, aunque los síntomas suelen durar hasta después de 28 días.

Desgraciadamente, no es raro que el dolor de la espalda lumbar vuelva a aparecer. El principal factor pronóstico para el dolor de la espalda lumbar es tener antecedentes de dicho dolor. Hasta el 33 o el 50 por ciento de las personas que sufrieron dolor agudo de la espalda lumbar tendrán otro evento de dolor de espalda en cuestión de un año y un pequeño porcentaje de ellas avanza a desarrollar dolor lumbar crónico.

Hay varias medidas de autocuidado que usted puede tomar para aliviar la exacerbación actual de su dolor en la espalda lumbar. Primero, modifique sus actividades para que no tenga que agacharse, ni doblarse, ni encorvarse repetidamente y tampoco levante nada que exceda de 5 libras. Segundo, considere tomar un analgésico de venta libre. Los antiinflamatorios, como el naproxeno y el ibuprofeno, puede ser útiles durante un período corto. Si los medicamentos de venta libre no fuesen suficiente, hable entonces con el proveedor de atención médica. Ese profesional puede darle una prescripción para un relajante muscular, como la ciclobenzaprina, u otro medicamento que reduzca los síntomas.

La fisioterapia también es parte importante del tratamiento del dolor de la espalda lumbar, el cual puede implicar terapias de calor y frío, masajes, estiramientos y ejercicios de fortalecimiento muscular, sobre todo para fortalecer los músculos abdominales del tronco. Practicar tanto una buena postura como la mecánica corporal adecuada también puede ayudar. Antes de empezar con el programa de fisioterapia, consulte a un fisioterapeuta para saber cuál es el mejor método en su caso y aprender las técnicas correctas.

Otras intervenciones que podrían beneficiar a las personas con dolor de la espalda lumbar incluyen movilización de la columna vertebral, masaje, yoga, acupuntura y tratamiento con láser de bajo nivel. Hable con su proveedor de atención médica acerca de las ventajas y de los riesgos de estos métodos, así como de si son lo adecuado para usted.

Una vez que pase el dolor, tome medidas para reducir el riesgo de futuros dolores en la espalda lumbar. Mantenga una buena postura y siga las instrucciones de su fisioterapeuta respecto a cómo moverse a fin de garantizar que aplica la biomecánica correcta para la espalda. Incorpore también prácticas propicias para la espalda en su rutina diaria. Por ejemplo, tenga una silla con buen respaldo en la oficina y en la casa.

Evite levantar objetos que pesen más de 50 libras. Cuando levante algo pesado, levántelo flexionando las rodillas y mientras contrae los músculos abdominales y mantiene la columna recta, sin torcer el tronco. Mientras levanta el objeto pesado, sosténgalo cerca de su cuerpo.

Hacer ejercicio con regularidad fortalece los músculos, con lo que es menos factible lesionarse la espalda. Incorpore en su rutina semanal alguna actividad aeróbica durante 150 minutos, por lo menos, y no olvide incluir el calentamiento adecuado. El ejercicio también puede ayudarle a llegar a un peso sano y mantenerlo. Eso también puede protegerle contra futuros problemas, porque la obesidad a menudo se relaciona con dolor de la espalda lumbar.

Por último, si fuma, deje el hábito. El tabaquismo acelera la degeneración de la columna vertebral, lo que contribuye a que se presente el dolor de espalda. Si desea recibir guía o apoyo mientras deja de fumar, consulte con su proveedor de atención médica. Como ve, existen varias alternativas terapéuticas que pueden ayudarle.

Dr. Peter Dorsher, Medicina Física y Rehabilitación de Mayo Clinic en Jacksonville, Florida.