Preguntas y respuestas: Tratar la hipotensión ortostática
ESTIMADA MAYO CLINIC:
Pueden siempre los médicos determinar la causa de la hipotensión ortostática? ¿Cómo se trata?
RESPUESTA:
Por lo general, es posible encontrar la causa de la hipotensión ortostática y también es importante porque entender su origen permite adaptar el tratamiento a la situación específica de la persona. Los objetivos del tratamiento de la hipotensión ortostática son evitar que la presión arterial descienda demasiado y mejorar la calidad de vida. El tratamiento apunta contra la causa escondida y contra la propia presión arterial baja.
La hipotensión ortostática es un tipo de presión arterial que se presenta cuando uno se pone de pie desde la posición sentada o acostada. Al ponerse de pie, la sangre tiende a acumularse en las piernas y el abdomen, pero el cuerpo lo compensa aumentando la frecuencia cardíaca y constriñendo los vasos sanguíneos para que la sangre regrese al corazón y luego vaya al cerebro.
Cuando uno tiene hipotensión ortostática este proceso no se lleva a cabo según debería. Lo que ocurre es que al ponerse de pie, la presión arterial desciende y eso suele llevar a sentir vahído, mareo, dolor de cabeza y cansancio, a ver borroso e incluso a desmayarse.
La hipotensión ortostática puede presentarse debido a muchas razones, a consecuencia de algo tan simple como la deshidratación o tan complejo como un trastorno del sistema nervioso. La diabetes también es una causa común de la hipotensión ortostática. Otras causas más raras implican trastornos de las válvulas cardíacas, amiloidosis, frecuencia cardíaca extremadamente baja, enfermedad de Addison y demencia de los cuerpos de Lewy. Además, algunos medicamentos pueden provocar hipotensión ortostática.
La investigación de la causa de la hipotensión ortostática empieza con una revisión del historial médico, una deliberación sobre los síntomas y un examen físico. Sin embargo, con estos factores solamente, por lo general no es posible encontrar la causa y es necesario hacer más exámenes para recabar otra información.
Una prueba simple que debe hacerse primero es medir la presión arterial en posición vertical (de pie) y compararla con la presión arterial en posición horizontal (acostado). La hipotensión ortostática se define como un descenso en la presión arterial de por lo menos 20 milímetros de mercurio en la presión sistólica (el primer número que aparece en la lectura de la presión arterial) durante los tres primeros minutos de haberse puesto de pie.
En alrededor del 33 por ciento de los casos, la hipotensión ortostática se relaciona con un problema del sistema nervioso autónomo. En esos casos, el trastorno se conoce como “neurogénico”. Las tres características de la hipotensión ortostática neurogénica son: un descenso grande de la presión arterial al ponerse de pie; un aumento menor de lo esperado en la frecuencia cardíaca al ponerse de pie; y, una mala recuperación de la presión arterial después de la maniobra de Valsalva, prueba en la que se exhala el aire contra algún tipo de resistencia.
Una prueba que sirve para evaluar el sistema nervioso autónomo en las personas con hipotensión ortostática es el examen de la mesa basculante, que evalúa cómo reacciona el cuerpo al cambio de posición. En este examen, la persona se recuesta sobre una mesa que se inclina para elevar la parte superior del cuerpo, mientras se le toma la presión arterial con frecuencia a medida que la mesa se mueve. Otro examen consiste en envolver un dedo con un mango inflado para medir la presión arterial en cada latido cardíaco, a fin de permitir al neurólogo evaluar cómo responde el sistema nervioso autónomo de un momento a otro.
Según cuál sea la causa sospechada de la hipotensión ortostática, el proveedor de atención médica podría recomendar otros exámenes. Por ejemplo, es posible que se hagan análisis de sangre o exámenes para evaluar la función cardíaca, como un electrocardiograma, una prueba de esfuerzo o un ecocardiograma.
Con base en los resultados de la evaluación, el tratamiento se orienta hacia la causa escondida. Cuando la hipotensión ortostática es producto de un medicamento, cambiar la dosis o de fármaco podría ser todo lo necesario para aliviar los síntomas. A veces, la hipotensión ortostática puede aliviarse con cambios en el estilo de vida, como beber más agua, añadir sal, restringir el consumo de alcohol y ponerse de pie lentamente.
El tratamiento de la hipotensión ortostática debe ser personalizado porque regular la presión arterial es algo complejo. Muchas personas presentan una combinación de hipotensión ortostática e hipertensión, lo que exige un acto de balanceo con el tratamiento. Sin embargo, la evaluación completa puede encontrar la causa de la hipotensión ortostática y la afección generalmente se controla bien con un método clínico exacto.
Dr. William Cheshire, Neurología de Mayo Clinic en Jacksonville, Florida.