Preguntas y respuestas: Revelar la causa de un desmayo inexplicable

Un anciano tiene mareo y un joven está preocupado junto a él

ESTIMADA MAYO CLINIC:
El otro día, sufrí un desmayo y es algo que jamás me había ocurrido en mis 64 años de vida. No me siento mal, pero una de las amigas con las que estaba en ese momento insiste en que debo ir al médico. ¿Es necesario hacerlo y qué debe analizar el médico?

RESPUESTA:
Efectivamente,  debe hacer una cita para ver a su proveedor de atención médica. Los desmayos o desfallecimientos, también conocidos como síncopes, consisten en la pérdida temporal del conocimiento y se producen cuando el flujo sanguíneo hacia el cerebro es insuficiente. Algunas causas de los síncopes son bastante benignas, como deshidratación o una reacción ante un evento atemorizante o incómodo  (una extracción de sangre, por ejemplo). No obstante, hay otras causas potencialmente graves y hasta mortales, como afecciones cardíacas y neurológicas, en especial  entre las personas mayores de 60 años.

El proveedor de atención médica probablemente tomará un historial detallado en busca de cualquier factor médico, ambiental o conductual que pudiese haber producido el desmayo. Por ejemplo, al síncope pueden contribuir cosas como olvidar la dosis de un medicamento o permanecer durante mucho tiempo de pie o con angustia en medio de una multitud.

El examen físico también puede aportar pistas importantes e incluye medir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, auscultar el corazón y llevar a cabo un examen neurológico.

El síncope se produce cuando la presión arterial desciende mucho, lo cual puede suceder cuando la frecuencia cardíaca es excesivamente rápida o lenta, según ocurre en la arritmia. Entre los ejemplos de las alteraciones cardíacas que pueden llevar a un síncope están los siguientes: bradicardia, que consiste en una frecuencia cardíaca más lenta de lo normal; taquicardia, que es una frecuencia cardíaca mayor de lo normal en reposo, y estenosis aórtica, que es la estrechez de las válvulas aórticas. Las afecciones neurológicas, como una convulsión o un ataque isquémico transitorio, generalmente conocido como “mini accidente cerebral”, también pueden llevar a perder el conocimiento.

Una afección conocida como síncope vasovagal, a veces también llamado “síncope neurocardiogénico”, ocurre cuando una persona se desmaya como resultado de una reacción exagerada del cuerpo ante ciertos estímulos, como ver sangre o una aflicción emocional extrema. Ante el estímulo, o desencadenante, la parte del sistema nervioso que regula la frecuencia cardíaca y la presión arterial las hace descender repentinamente y eso reduce el flujo sanguíneo hacia el cerebro y produce el desmayo.

El historial detallado y el examen posiblemente puedan identificar la causa del síncope. A menudo, también se recomienda un electrocardiograma u otro examen del corazón para buscar alguna anomalía del ritmo cardíaco. Otros exámenes podrían ser una biometría hemática completa, un perfil de los electrolitos y análisis de la glucosa sanguínea y de la función tiroidea.  Es posible que se la remita a una ecografía cardíaca (ecocardiograma), a una prueba de esfuerzo o al examen de la mesa basculante. Si sufrió una caída fuerte, se puede hacer exámenes por imágenes para buscar fracturas u otros traumatismos.

El manejo del síncope depende de la causa escondida y suele implicar el aprender a evitar los desencadenantes y reconocer las señales de advertencia. Preste atención cuando empiece a sentir vahído, mareo o sudoración profusa, así como si empieza a sudar de forma rara, siente náusea o palpitaciones cardíacas. Siéntese o recuéstese hasta que se sienta estable y pueda pedir ayuda. No olvide hacer que se evalúe el evento.

El desmayo que usted sufrió puede ser algo que ocurre una sola vez, pero de todas maneras, lo mejor es que acuda al proveedor de atención médica para que ese profesional determine qué se debe hacer a fin de explorar más a fondo el asunto. (Adaptado de Mayo Clinic Health Letter)

Dr. Paul Takahashi, Medicina Interna para la Comunidad de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.