• Preguntas de respuestas: Entender la colitis isquémica

Un hombre tendido en un sofá con fuerte dolor de estómago

ESTIMADA MAYO CLINIC:
¿Existe alguna manera de determinar la causa de la colitis isquémica? ¿Puede volver a aparecer, cuando ya se la tuvo una vez?

RESPUESTA:
La colitis isquémica es una afección en la que disminuye el flujo sanguíneo hacia una parte del intestino grueso o colon y, por lo general, su causa no es clara. Esta afección se presenta cuando hay una obstrucción o estrechamiento en un vaso sanguíneo (oclusiva), o una disminución temporal en el flujo sanguíneo hacia el colon (no oclusiva). La mayoría de los casos de colitis isquémica se deben al mecanismo no oclusivo y cuando eso ocurre, el colon temporalmente recibe menos flujo sanguíneo de lo normal, lo que lleva a la aparición de zonas de inflamación y ulceración. Afortunadamente, con la atención médica adecuada, la mayoría de las personas diagnosticadas con colitis isquémica se recupera en cuestión de uno o dos días y nunca más vuelve a presentar otro evento.

Incluso en circunstancias normales, el colon recibe menos flujo sanguíneo que otras partes del tracto gastrointestinal; por lo tanto, cuando repentinamente se produce una disminución del flujo sanguíneo, los tejidos del colon pueden sufrir daños. La gravedad del daño depende del tiempo de interrupción y del grado de disminución del flujo sanguíneo. En raras ocasiones, puede producirse una perforación del colon (desgarre) que requiere tratamiento quirúrgico.

La disminución del flujo sanguíneo hacia el colon puede tener varias razones. Una de las causas es el estrechamiento de las arterias que abastecen al colon, lo que generalmente se relaciona con la acumulación de depósitos grasos (ateroesclerosis). No obstante, lo más común es que reducción del flujo sanguíneo que ocasiona el evento de colitis isquémica se deba a una disminución de la presión arterial, producto de una cardiopatía, de una enfermedad grave, de varios medicamentos, del consumo de cocaína o de la hemodiálisis. Los pacientes que practican ejercicios extenuantes también pueden sufrir isquemia, probablemente debido a que la deshidratación se combina con un desvío de la sangre desde el colon hacia otras partes fundamentales del cuerpo.

Las cirugías abdominales que requieren pinzar las arterias que abastecen sangre al colon, como la reparación de un aneurisma aórtico, igualmente pueden derivar en colitis isquémica. La presencia de coágulos sanguíneos en los vasos sanguíneos que abastecen al colon puede deberse a un trastorno de coagulación subyacente o a que se desplazaron desde otra parte del cuerpo, como el corazón, por ejemplo.

Si bien la mayoría de personas que presenta colitis isquémica es mayor de 55 años, la afección también puede ocurrir en pacientes menores. Cuando eso sucede, se debe investigar la presencia de un posible trastorno de coagulación.

Los síntomas más comunes de la colitis isquémica son dolor abdominal, normalmente en el lado izquierdo del abdomen, y diarrea sanguinolenta que suele aparecer en el transcurso de las primeras 24 horas desde que comienza el dolor. Al realizar una tomografía computarizada, los resultados pueden ser normales o mostrar los hallazgos propios de engrosamiento de la pared intestinal en la parte afectada del colon. Sin embargo, el engrosamiento de la pared intestinal no es un hallazgo específico, porque bien puede ser consecuencia de una infección bacteriana en el colon, de diverticulitis, o de una afección autoinmune conocida como enfermedad inflamatoria del intestino.

La mejor manera de diagnosticar la colitis isquémica es con una evaluación mediante sigmoidoscopia flexible o colonoscopia. Esos exámenes pueden evaluar directamente el revestimiento del colon y permiten obtener muestras tisulares (biopsias) del colon.

La colitis isquémica tiende a mejorar sin tratamiento después de transcurridas 24 a 48 horas. Sin embargo, en casos más graves, el tratamiento puede requerir que se observe al paciente en el hospital durante uno o dos días, que se le administre líquidos por vía intravenosa y que se le ofrezca atención paliativa. En algunos casos graves, posiblemente se administre antibióticos también. Una operación se requiere solamente rara vez, cuando el colon ha sufrido daños. En la mayoría de las personas, el colon se recupera completamente en alrededor de dos semanas, aunque en un pequeño porcentaje de gente, la recuperación puede demorar más tiempo.

Dra. Sarah Umar, Gastroenterología de Mayo Clinic en Scottsdale, Arizona.

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