La anticipación de contar con una vacuna contra la COVID-19 despierta expectativa y plantea muchas preguntas. Aunque nadie puede precisar cuándo habrá una vacuna, ahora es posible responder algunas preguntas.
El Dr. Andrew Badley, director del Grupo de Trabajo para Investigación sobre la COVID, compartió hace poco su pericia en el tema mediante las siguientes preguntas y respuestas, partiendo de una explicación sobre la función de las vacunas. El texto traducido de la sesión de preguntas y respuestas está a continuación:
Vea: el Dr. Badley habla sobre vacunas en la era de la COVID-19 (en inglés).
Señores periodistas: Los fragmentos con calidad de teledifusión (en inglés) pueden descargarse al final del artículo en inglés. Por favor, añadir: “Cortesía del Dr. Andrew Badley, Enfermedades Infecciosas en Mayo Clinic”.
¿Cuál es el propósito de una vacuna?
Una vacuna tiene dos propósitos: uno es prevenir una infección y el segundo es reducir la gravedad de la infección en caso de contraer el virus o el microbio. La vacuna lo logra porque crea una respuesta inmunitaria a ese virus específico o a cualquiera que sea la diana contra la que apunta la vacuna.
Hay dos tipos de respuesta inmunitaria que son de interés. El primer tipo abarca a los anticuerpos, que son solubles, están presentes en el plasma y su trabajo consiste en unirse al virus y neutralizarlo para que no pueda infectar una célula. El segundo tipo de respuesta inmunitaria digna de interés es el conocido como respuesta de las células T, las cuales pertenecen al sistema inmunitario y se encargan de eliminar células indeseadas. En el contexto de una infección, el propósito de las células T es eliminar células infectadas que básicamente se convierten en fábricas de virus.
¿Cómo es una vacuna segura y eficaz?
Por lo general, lo que se hace es realizar ensayos clínicos controlados. Es decir, una cantidad de personas recibe la vacuna y otra cantidad no lo hace. La esperanza es que quienes recibieron la vacuna se infecten con menor frecuencia y, en caso de llegar a infectarse, estén menos enfermos que el resto.
En lo referente a seguridad, todo medicamento y terapia se relacionan con una variedad de efectos secundarios, algunos de los cuales pueden predecirse y otros no. Por ello, es importante observar de forma controlada a la gente que recibe la vacuna para ver si presentan efectos secundarios indeseados.
¿Cuán importante es la vigilancia posterior al mercadeo de una vacuna?
Es fundamental seguir a largo plazo los efectos secundarios de toda terapia. Una vez que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos autoriza un producto y el mismo sale al mercado, empieza un proceso llamado vigilancia posterior al mercadeo.
Por ahora, estamos muy lejos de que eso ocurra. Hay que observar los efectos secundarios mediante estudios controlados y es importante estar consciente de que los efectos secundarios pueden ser buenos o malos. Se ha hablado de algunos efectos secundarios malos y eso significa que una vacuna puede hacer que alguien reaccione peor si llega a contraer la infección. Algunas vacunas también pueden hacer cosas sin intención, por ejemplo, provocar inflamación o autoinmunidad y aunque esos efectos secundarios sean muy raros, no dejan de ser factibles.
¿Cómo se debe distribuir una vacuna que acaba de salir?
Hay que adoptar un método muy cuidadoso y considerado para la distribución de una o varias vacunas. Es importante anotar que aunque haya una vacuna que funcione, probablemente no alcance a cubrir a toda la población humana. Existe también la probabilidad de que se aprueben múltiples vacunas diferentes, siempre y cuando comprueben su eficacia.
¿Cuál sería la logística? No sé cómo responder correctamente esta pregunta, pero creo que características de la respuesta correcta incluyen que debe haber un punto central de racionamiento, el mismo que requiere ser coordinado y cuidadoso para que no sea el primero que desee comprar la vacuna el único que la consigue.
¿Cuán amplio es el ámbito de Mayo en la investigación sobre la COVID-19?
Gracias a los directores de Mayo, se creó el Grupo de Trabajo para Investigación sobre SARS-CoV-2 y COVID, al que se autorizó a supervisar todas las investigaciones de Mayo relacionadas con la enfermedad del coronavirus 2019. Desde aquel momento y hasta ahora, se han desarrollado 17 áreas de trabajo que cubren todo lo imaginable en la investigación sobre la COVID-19. Dentro de esto, están incluidos estudios sobre el virus mismo, estudios de inmunología, estudios sobre vacunas, tratamientos a pacientes hospitalizados, tratamientos ambulatorios, bases de datos, biobancos, un proceso para triaje en los biobancos, quién recibe cuáles muestras y por qué, así como análisis con inteligencia artificial del expediente médico y de los datos que salen.
Se ha puesto mucho esfuerzo en entender por qué la pandemia afecta de manera diferente a las distintas poblaciones y dentro de esto se incluye tanto la base biológica como la social. Hemos invertido mucho tiempo en transformar protocolos y brindar información en varios idiomas distintos. Realizamos trabajos en descontaminación ambiental, en cómo limpiar superficies para que no pueda subsistir el síndrome respiratorio agudo severo (SARS, por sus siglas en inglés). Mayo ha trabajado mucho y es realmente notable la forma en que los expertos de casi toda área han dado un paso al frente y contribuido a toda la gama de la investigación sobre el SARS-CoV-2 y la COVID-19.
¿Por qué es importante conseguir una vacuna?
Se sabe que cuando alguien contrae la gripe, puede ser más susceptible a otras infecciones. Por tanto, es probable que si usted contrae la gripe, sea más susceptible a la COVID-19. Luego, está el hecho de que todo ser humano tiene una determinada reserva fisiológica, lo cual significa que uno puede hacer frente a un cierto nivel de ataque, pero una vez rebasado ese punto, es difícil recuperarse. Además, al considerar los efectos sumados de la gripe y del SARS-CoV-2, la experiencia puede ser abrumadora para una persona. Creo que todos debemos estar interesados en evitar contraer la gripe en la temporada que ya se aproxima.
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Señores periodistas: Pueden citar información de este artículo, siempre y cuando se la atribuya a Mayo Clinic. Para entrevistar al Dr. Andrew Badley u otro experto de Mayo Clinic, comuníquese con relaciones para medios de comunicación, al newsbureau@mayo.edu.
La información de esta publicación era exacta en el momento en que ocurrió, pero dada la naturaleza cambiante de la pandemia de la COVID-19, tanto los conceptos científicos como las pautas y las recomendaciones pueden haber cambiado desde la fecha original de la publicación.
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