El experto de Mayo Clinic Healthcare explica por qué la enfermedad por reflujo no es “simplemente” acidez estomacal 

LONDRES — La enfermedad por reflujo gastroesofágico es uno de los trastornos digestivos más comunes en el mundo. Se produce cuando el ácido del estómago regresa hacia el esófago: el estómago puede resistir el ácido, pero el esófago no tiene tanta resistencia. El Dr. James East, gastroenterólogo de Mayo Clinic Healthcare en Londres, dice que la enfermedad por reflujo puede ser común, pero que puede presentar complicaciones graves si es persistente y no se trata. 

La acidez estomacal es un síntoma clave de la enfermedad por reflujo, pero la enfermedad en sí es mucho más que eso.  

"La enfermedad por reflujo gastroesofágico se produce cuando el ácido y los químicos dañan el revestimiento del esófago", dice el Dr. East. Algunas personas que padecen enfermedad por reflujo podrían sentir un bulto en la garganta, tener dificultad para tragar, dolor de pecho, tos o síntomas tipo asma que pueden empeorar. 

"Las complicaciones de la enfermedad por reflujo incluyen esofagitis e inflamación en la porción inferior del esófago", dice el Dr. East. "Si esto persiste, la persona puede desarrollar cicatrices y constricción", o estrechamiento del esófago. 

Si esto persiste y se cura, el revestimiento del esófago puede cambiar y presentar una forma más resistente al ácido, lo que se conoce como esófago de Barrett, una complicación muy común de la enfermedad por reflujo, explica el Dr. East.  

El esófago de Barrett es una afección en la que el revestimiento del esófago se daña a causa del reflujo de ácido gástrico, lo que provoca que el revestimiento se engrose y tenga un color rojo. Con el tiempo, la válvula que se encuentra entre el esófago y el estómago puede empezar a fallar, lo que provocará que el ácido y los químicos dañen el revestimiento del esófago.  En algunas personas, la enfermedad por reflujo podría causar un cambio en las células que se encuentran en la porción inferior del esófago y provocar el esófago de Barrett. 

Si bien la acidez estomacal puede ser una señal, muchas personas que padecen esófago de Barrett no presentan síntomas. Padecer esófago de Barrett no aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de esófago. Aunque el riesgo de cáncer sea mínimo, es importante que quienes padecen esófago de Barrett se realicen exámenes médicos frecuentes para controlar que no haya células precancerosas.  

Quienes presentan mayor riesgo de padecer esófago de Barrett son estas personas:  

  • Hombres de piel blanca mayores de 50 años 
  • Quienes tengan antecedentes familiares de esófago de Barrett o cáncer de esófago 
  • Fumadores  
  • Quienes tengan exceso de grasa abdominal  
  • Quienes tengan síntomas de reflujo que daten de más de cinco años  

"Si una persona presenta tres de esos factores de riesgo, entonces debe someterse a una endoscopia de detección para descartar que padezca esófago de Barrett", dice el Dr. East. En el examen para detectar esófago de Barrett se introduce un tubo delgado con una cámara en el extremo, llamado endoscopio, desde la garganta para buscar señales de cambio en el tejido del esófago. Se suele realizar una biopsia del tejido extraído para confirmar el diagnóstico. 

El tratamiento del esófago de Barrett depende de cuánto hayan crecido las células anormales en el esófago y de la salud del paciente en general. El tratamiento en etapas tempranas puede incluir cambios en el estilo de vida y medicamentos para ayudar a reducir el reflujo ácido y, por lo tanto, la exposición del esófago al ácido.  

El esófago de Barrett afecta del 10 por ciento al 15 por ciento de las personas que padecen enfermedad por reflujo, dice el Dr. East. Un grupo mucho menor enfrenta otro riesgo. 

"Casi 1 de cada 200 pacientes con esófago de Barrett desarrollarán adenocarcinoma de esófago por año", afirma el Dr. East. "El estómago está bien diseñado para enfrentar condiciones altamente ácidas. Pero el esófago no está diseñado para manejar el ácido. Por lo tanto, cuando el ácido regresa, ese reflujo ácido daña las células y las reemplaza con células más resistentes al ácido que provocan el esófago de Barrett".  

Existen tratamientos innovadores y medicamentos para la enfermedad por reflujo, como inhibidores de la bomba de protones. Pero primero se deben evitar los desencadenantes, como el café, el alcohol y fumar.  

"Si una persona presenta enfermedad por reflujo grave o frecuente, debe consultar con un médico", afirma el Dr. East. 

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