Relación entre riesgo de enfermedad cardíaca y AINES
ESTIMADA MAYO CLINIC:
¿Es verdad que tomar potentes antiinflamatorios no esteroides, o AINES, puede aumentar el riesgo para enfermedad cardíaca? ¿Cuánto es demasiado, y debería preocuparme porque con regularidad tomo AINES de venta libre?
RESPUESTA:
Los estudios han demostrado que tomar AINES puede aumentar el riesgo para enfermedad cardíaca, especialmente ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. A fin de mantener bajo el riesgo, si usted consume AINES, hágalo en la dosis más baja posible y durante el menor tiempo necesario para aliviar los síntomas.
Los AINES son fármacos que generalmente sirven para aliviar el dolor y la inflamación, e incluyen medicamentos de venta sin receta médica, como el ibuprofeno (Advil y Motrin) y el naproxeno (Aleve). Los AINES de venta bajo prescripción incluyen el diclofenaco sódico (Voltarén y Solaraze) y el celecoxib (Celebrex). A pesar de que la aspirina también se considera un tipo de AINE, no parece estar relacionada con mayor riesgo para ataque cardíaco ni accidente cerebrovascular.
El riesgo de enfermedad cardíaca relacionado con los AINES es mayor en la gente que ya tiene una afección del corazón, aunque también puede ser un problema entre quienes no padecen problemas cardíacos. La razón para esta conexión entre los AINES y la enfermedad cardíaca no es clara. El riesgo fue descubierto por primera vez en un estudio clínico realizado en 2003 que analizó los AINES llamados inhibidores de la COX-2 y observó que tales medicamentos aumentaban los eventos cardiovasculares. Como resultado del estudio, algunos fármacos fueron retirados del mercado.
El inhibidor de la COX-2 que actualmente existe en el mercado, el celecoxib, tiene una formulación diferente a los del estudio de 2003. El riesgo para enfermedad cardíaca relacionado con el celecoxib es menor al de los antiguos inhibidores de la COX-2, pero no deja de existir. Sin embargo, los estudios han demostrado que el riesgo para enfermedad cardíaca del celecoxib no es mayor al del ibuprofeno o del naproxeno. El celecoxib generalmente se recomienda a las personas con artritis reumatoide, osteoartritis, cólicos menstruales y dolor por alguna lesión. Este medicamento se puede obtener solo mediante prescripción.
Aún con el mayor riesgo para enfermedad cardíaca relacionado con el consumo de AINES, estos medicamentos no se consideran peligrosos. Si usted no tiene antecedentes de problemas cardíacos, no hay problema en tomar AINES ocasionalmente para aliviar el dolor, en la dosis recomendada y durante un período corto.
Los AINES se convierten en un problema más grande cuando se los consume de manera regular para tratar afecciones crónicas, tales como osteoartritis o artritis reumatoide, durante tiempo prolongado. Si para combatir el dolor fruto de una enfermedad crónica usted a diario toma AINES, varias dosis y durante semanas a la vez, converse con su proveedor de atención médica acerca de otras alternativas capaces de mantener a raya los síntomas, sin aumentar el riesgo para enfermedad cardíaca.
Si tiene antecedentes de enfermedad cardíaca u otro problema del corazón, consulte al proveedor de atención médica antes de tomar cualquier AINE, incluido de venta libre. Ese profesional puede recomendarle otro tipo de medicamento para aliviar el dolor, como el acetaminofén, que no se relaciona con más riesgo para enfermedad cardíaca.
Cuando vaya a ver a su proveedor de atención médica, asegúrese de informarle acerca de todos los medicamentos que toma con regularidad, sean de prescripción o de venta libre, incluido los AINES u otros analgésicos de venta libre. Si tiene alguna duda sobre sus medicamentos, el proveedor de atención médica puede revisar con usted las ventajas y desventajas de ellos para determinar cuál es el correcto en su caso.
Por último, cuando tome AINES, lea atentamente las instrucciones de la etiqueta antes de tomarlos y hágalo solamente como se indica. Consulte a su proveedor de atención médica si tiene alguna pregunta acerca de los AINES.
Dra. Rekha Mankad, Enfermedades Cardiovasculares de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.