La hipotensión ortostática puede causar mareos frecuentes
ESTIMADA MAYO CLINIC:
¿Cuál es la diferencia entre sentir un mareo de vez en cuando y la hipotensión ortostática? ¿Cómo se diagnostica, y es posible tratarla?
RESPUESTA:
La mayoría de las personas recuerda haber sentido un mareo o un vahído en alguna ocasión, después de ponerse de pie muy rápido. Eso ocurre porque la fuerza de la gravedad hace descender la presión arterial al ponerse de pie, pero en la mayor parte de las personas, ese fenómeno ocasional dura solamente pocos segundos y no suele ser un problema grave.
No obstante, si usted a menudo siente mareo, se le borra la vista, le tintinean los oídos, tiene debilidad en las piernas o siente dolor en el cuello o los hombros al ponerse de pie y esos síntomas desaparecen apenas se sienta, posiblemente tenga hipotensión ortostática. Eso significa que su presión arterial permanece más baja de lo normal mientras usted está de pie.
La hipotensión ortostática puede restringirle ciertas actividades que implican estar en posición vertical. Sentir falta de equilibrio al ponerse de piel aumenta su riesgo de fracturarse un hueso, lo cual puede transformarle la vida. Sin embargo, algunas medidas simples pueden ayudarle a mejorar los síntomas.
Normalmente, cuando uno se pone de pie, la gravedad hace que la sangre baje a las piernas y que la presión arterial disminuya un poco. A fin de compensar por esa acumulación de sangre en las piernas, el cuerpo constriñe los vasos sanguíneos y aumenta la frecuencia cardíaca. Esa respuesta reflexiva está a cargo del sistema nervioso autónomo.
Con el envejecimiento, el sistema nervioso autónomo puede perder un poco de su capacidad de regular el flujo sanguíneo en respuesta a la fuerza de la gravedad. En ocasiones, algunas enfermedades, como la enfermedad de Parkinson, alteran el equilibrio químico y la estructura de las células del sistema nervioso autónomo, lo que deriva en hipotensión ortostática. La hipotensión ortostática también puede ser el efecto secundario de un medicamento, como los fármacos que tratan la hipertensión, el agrandamiento de la próstata o la depresión.
Un descenso repentino en la presión arterial puede significar que menos sangre llega al cerebro. Los síntomas de la reducción del flujo sanguíneo al cerebro pueden variar desde un mareo o un vahído hasta cansancio y confusión, además de provocar cambios en la visión o desmayo al ponerse de pie.
Algunas personas se marean o sienten un vahído siempre que se ponen de pie, pero otras solamente cuando su cuerpo está bajo estrés, (debido a deshidratación, por ejemplo), siente calor o después de una enfermedad. Algunos presentan hipotensión después de una comida opípara. No todo el que tiene presión arterial baja presenta síntomas.
Su médico puede establecer el diagnóstico al vigilar la presión arterial mientras usted pasa de la posición sentada a la vertical. Se considera hipotensión un descenso de más de 20 o 30 milímetros de mercurio en la presión sistólica, de 10 milímetros de mercurio en la presión diastólica o de ambos, dentro de los primeros 3 minutos de estar en posición vertical. Otra manera de diagnosticar la hipotensión ortostática es con el examen de la mesa basculante o con un estudio de los reflejos autónomos.
El proveedor de atención médica puede solicitar exámenes de sangre y de orina para descartar problemas subyacentes, tales como anemia o deshidratación. Además, posiblemente recomiende controlar la presión arterial durante un período de 24 horas o hacer análisis específicos para revisar la función autónoma.
La siguiente meta es encontrar maneras de mejorar sus síntomas. Las primeras medidas incluyen (con la venia de su proveedor de atención médica) beber más líquido, añadir sal a la comida o ajustar los medicamentos. Usar medias de compresión hasta la cintura o una faja abdominal también puede evitar los síntomas porque impide que la sangre se acumule en el abdomen y las piernas. Además, usted puede aprender a anticipar la presencia de síntomas y tomar medidas para mantener estable la presión arterial. En general, siempre intente pasar gradualmente de la posición acostada a la sentada y luego a la vertical. Empiece a caminar solamente cuando ya se sienta estable.
Por último, la hipotensión ortostática puede ser el efecto secundario de un medicamento. Cuando no es factible suspender un medicamento que podría causar hipotensión, hay otras alternativas que ayudan a lidiar con los síntomas de la hipotensión ortostática. (Adaptado de Mayo Clinic Health Letter).
Dra. Sarah Berini, Neurología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.