Preguntas y respuestas: Tratar la artritis del pulgar

Ilustración médica de la artritis del pulgarESTIMADA MAYO CLINIC:
¿Qué se puede hacer para aliviar el dolor de la artritis del pulgar, aparte de una operación?

RESPUESTA:
Existen varias terapias que pueden considerarse antes de recurrir a la cirugía como tratamiento para la artritis del pulgar. Si bien estas terapias no siempre brindan alivio prolongado, la mayoría de las personas con artritis del pulgar logra reducir los síntomas y hasta volver innecesaria la operación. La cirugía para la artritis del pulgar normalmente es el último tratamiento al que se recurre.

El pulgar tiene la capacidad de hacer una amplia variedad de movimientos para permitirnos pellizcar, agarrar y sujetar objetos. Abarca aproximadamente el 40 por ciento de la función de la mano. En una articulación del pulgar normal, el cartílago que recubre los extremos óseos actúa como cojín para permitir que los huesos se deslicen entre sí sin ninguna aspereza; pero cuando hay artritis en el pulgar, el cartílago que recubre los extremos óseos se deteriora y la superficie lisa se vuelve áspera. Eso hace que los huesos se rocen y deriva en fricción y más daños en la articulación.

El síntoma más común de la artritis del pulgar es el dolor en la base del pulgar al hacer actividades cotidianas como abrir un frasco, girar una llave o subir un cierre. Puede también haber otros síntomas, como rigidez, sensibilidad o hinchazón en la base del pulgar. Además, la amplitud de movimiento o la fuerza del pulgar podría no ser la habitual.

Alrededor del 8 al 12 por ciento de la población padece artritis en la articulación del pulgar, lo que la convierte en el segundo tipo más común de artritis en la mano, después de la artritis en las articulaciones de los extremos de los dedos que es la más común. La artritis del pulgar afecta a más del 50 por ciento de las mujeres de 70 años o más.

Los tratamientos simples y caseros podrían ser todo lo que algunas personas requieren para lograr reducir los síntomas de la artritis del pulgar. Por ejemplo, los medicamentos antiinflamatorios, como el ibuprofeno, suelen surtir efecto y las personas cuyos estómagos no toleran bien los antiinflamatorios tienen disponible la presentación en gel de un antiinflamatorio similar (diclofenac de venta bajo prescripción). Asimismo pueden ayudar otros medicamentos, incluido el acetaminofén y otros analgésicos de venta bajo prescripción.

Además de los medicamentos, resulta útil usar instrumentos que hacen más fácil agarrar con el pulgar. Existen abridores de frascos e instrumentos que giran llaves y otros que halan cierres, los cuales son muy útiles para quienes tienen limitaciones en la fuerza de las manos. Para muchas personas con artritis del pulgar, también vale la pena reemplazar las tradicionales manijas redondas de las puertas con otras de palanca. El proveedor de atención médica o un especialista en mano pueden darle otras sugerencias acerca de técnicas y equipo que pueden facilitarle el uso del pulgar.

Si estas medidas no fuesen suficiente, hable con el proveedor de atención médica acerca de una férula que sostenga la articulación y, además, restrinja los movimientos del pulgar y de la muñeca, porque eso permite descansar a la articulación del pulgar y reduce el dolor. Algunas personas solamente necesitan usar una férula por las noches. No obstante, según cada situación, el proveedor de atención médica puede recomendar usar la férula de forma prolongada, sobre todo si hace actividades que producen dolor en el pulgar.

Cuando los tratamientos antes mencionados no bastan, inyectar un medicamento en la articulación del pulgar, como una inyección de corticosteroides, podría reducir la inflamación y aliviar temporalmente el dolor.

Si ninguno de estos métodos funcionara, entonces, la cirugía sería una alternativa razonable, especialmente cuando los síntomas dificultan las actividades cotidianas. Existen varios tratamientos, entre ellos, la artroscopia (cirugía con incisión mínima), la extirpación del hueso artrítico en la base del pulgar con la posible colocación de un injerto tendinoso, la fusión articular e incluso el reemplazo de la articulación (en casos selectos).  Es importante intentar concienzudamente con todos los tratamientos no quirúrgicos antes de optar por la operación, porque en la mayoría de las personas, estos métodos logran aliviar los síntomas de la artritis del pulgar.

Dr. Sanjeev Kakar, Cirugía Ortopédica y Traumatológica de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.