• Preguntas y respuestas: No siempre hay que tratar los hongos en las uñas de los pies

Un profesional de la salud examina el pie de alguien que tiene una infección o pie de atleta

ESTIMADA MAYO CLINIC:
Me acerco a la década de los 60 años y en mis pies, algunas uñas han cambiado de color a un tono amarillento y se han engrosado. ¿Debería preocuparme el asunto y qué se puede hacer para remediarlo?

RESPUESTA:
Parece que usted tiene una infección fúngica en las uñas. Se trata de un tipo común de infección, especialmente entre las personas mayores, porque como las uñas crecen más lento con la edad, es más fácil para los hongos asentarse en el lecho ungueal. Existen tratamientos, pero requieren un poco de vigilancia y no siempre son necesarios.

Los hongos en las uñas de los pies normalmente son producto de un organismo microscópico llamado hongo dermatofito, que suele aparecer como una mancha blanca o amarilla debajo de la punta de la uña. A medida que la infección se adentra en las capas más profundas, el hongo puede provocar decoloración, engrosamiento y descomposición del borde de la uña. Estas infecciones fúngicas son más probables en las uñas de los pies que en las de las manos, porque los pies están confinados a un ambiente oscuro, tibio y principalmente húmedo que es ideal para los hongos. Además, debido a que la circulación en los dedos de los pies es menor que en los de las manos, es más difícil para el sistema inmunitario detectar una infección y detenerla. No obstante, las uñas de la mano también pueden infectarse.

Las uñas de los pies se componen de varias capas dispuestas una encima de la otra, lo que posiblemente complique la erradicación de los hongos ya que estos pueden introducirse entre una y otra capa. Los hongos también pueden asentarse en la parte superior de la uña o crecer debajo de ella. En algunos casos, los hongos entran a las células que forman la uña, conocidas como “matriz ungueal”, y eso puede complicar la eliminación del hongo debido a que las células que forman el resto de la uña ya están infectadas.

A medida que uno envejece, mayor es la probabilidad de tener hongos en las uñas de los pies. La razón es que con la vejez, el sistema inmunitario cambia. Además, las uñas se vuelven más frágiles y secas con el tiempo, lo que da lugar a más rajaduras donde los hongos pueden instalarse.

Afortunadamente, los hongos en las uñas de los pies no suelen derivar en problemas médicos de más envergadura. De manera general, mi recomendación para los adultos sanos con hongos en las uñas de los pies es que no los traten o que lo hagan solamente con medidas tópicas. Por ejemplo, se puede limar la uña hasta dejarla muy fina, a fin de que el hongo tenga menos espacio donde vivir. Igualmente, hay que mantener cortas las uñas, porque cuando se las deja crecer demasiado, el hongo tiene más espacio para proliferar.

Pese a lo anteriormente dicho, estas infecciones pueden conllevar complicaciones, especialmente cuando la persona es diabética, tiene debilitado el sistema inmunitario, padece una infección por VIH, tuvo un trasplante o recibe tratamiento oncológico. En estos casos, habría que tratar oportunamente la infección fúngica, porque si no se le prestara atención, el hongo podría diseminarse a otras partes del cuerpo y provocar una enfermedad.

Cuando el paciente requiere tratamiento, normalmente se le receta fármacos tópicos o medicamentos antifungicidas. Los medicamentos antifungicidas orales que se administran durante 6 meses son los más eficaces, porque permiten que empiece a crecer una uña nueva y sin infección que lentamente va reemplazando la parte infectada. En el caso de una infección leve o cuando no se puede tomar las alternativas orales, un fármaco tópico sería lo adecuado. Estos medicamentos deben aplicarse regularmente hasta por un año para impedir que reaparezca el hongo. Los tratamientos con láser también son otra alternativa, aunque existen pocos datos que respalden su eficacia. Es importante anotar que, sobre todo con la edad, existe la posibilidad de que la infección reaparezca, independientemente del tratamiento escogido.

Consulte a su proveedor de atención médica respecto a este asunto, pues ese profesional le ayudará a determinar si necesita tratamiento y, en tal caso, el que sea mejor para su situación.

Dra. Dawn Davis, Dermatología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.

Artículos relacionados