• Preguntas y respuestas: los dolores de cabeza que acompañan a la menstruación pueden ser fuertes

ESTIMADA MAYO CLINIC:
Tengo 38 años y todos los meses alrededor de la fecha de la menstruación sufro de dolores de cabeza. En el transcurso del último año aproximadamente, los dolores parecen ser más fuertes y de mayor duración, a veces hasta tres días. ¿Por qué podría estar ocurriendo esto? ¿Existe alguna manera de prevenirlos o tratarlos?   

RESPUESTA:
Mujer con dolor de cabeza o migraña
No es raro que las mujeres sufran de dolores de cabeza antes o durante la menstruación. Dichas cefaleas suelen controlarse con medicamentos y, por lo general, no ameritan una evaluación profunda; pero cuando ocurren cambios en la gravedad o tipo de dolor de cabeza, tales como los que usted describe, es oportuno acudir al médico para descubrir si existe otra enfermedad subyacente que pueda ocasionar las cefaleas.

En la mayoría de casos, los dolores de cabeza vinculados a la menstruación se desencadenan a consecuencia de los cambios hormonales que particularmente ocurren durante los días previos al ciclo menstrual, cuando los niveles de estrógeno descienden de forma rápida. Las prostaglandinas, o sustancias químicas producidas naturalmente por el revestimiento uterino, también desempeñan una función en los dolores de cabeza.

Debido a estos cambios, muchas mujeres presentan cefaleas leves, junto con otros síntomas como distensión abdominal y/o cólicos, que empiezan justo antes del inicio de la menstruación y pueden durar algunos días más. Esos dolores de cabeza suelen ser leves y, por lo general, todo lo que se requiere para controlarlos son analgésicos de venta libre.

No obstante, en algunas mujeres, los dolores de cabeza que se presentan con la menstruación pueden ser más fuertes. Dichos dolores de cabeza, llamados migrañas menstruales, empiezan normalmente dos días antes de la menstruación y duran hasta el tercer día de la regla.

La cefalea conocida como migraña puede producir pulsaciones o palpitaciones fuertes en una zona de la cabeza, junto con náusea, vómito y extrema sensibilidad a la luz y sonido. La migraña menstrual difiere de la migraña no menstrual en que normalmente se asocia con aura, que consiste en la aparición de destellos de luz, puntos ciegos en la visión y entumecimiento u hormigueo en la cara o manos. El dolor de la migraña menstrual puede también ser más fuerte, tener mayor duración y responder menos al tratamiento que el de las migrañas no menstruales.

Si usted padece migrañas menstruales, el médico podría recomendarle tomar anticonceptivos hormonales combinados, que pueden resultar útiles porque estabilizan los niveles de estrógeno y atenúan los cambios hormonales capaces de desencadenar los ataques.

Aparte de evitar el embarazo y controlar las migrañas, los anticonceptivos hormonales combinados también ofrecen otras ventajas, tales como mantener la regularidad de los ciclos menstruales y ayudar a tratar el acné y los quistes de ovario. Además, controlan los sangrados menstruales fuertes y pueden disminuir el dolor de la menstruación.

A pesar de que con la menstruación se presenten dolores de cabeza, cualquier cambio en la calidad, gravedad o momento de éstos puede ser síntoma de otro problema médico. En algunas mujeres, los cambios en este tipo de cefaleas señalan el inicio de la perimenopausia, o período en que el cuerpo femenino atraviesa por la transición natural hacia la infertilidad permanente o menopausia. La perimenopausia puede repercutir sobre los dolores de cabeza porque ocasiona nuevas fluctuaciones hormonales.

La perimenopausia normalmente ocurre entre los 40 y 58 años, por lo que a sus 38 años, parece poco probable que sea la causa del cambio en sus dolores de cabeza. Es posible que las culpables sean otras enfermedades, tales como un trastorno del sueño o una enfermedad de la glándula tiroides o de la pituitaria.

Haga una cita con el médico para evaluar su afección. Si la fuente es algún problema subyacente, el tratamiento de dicho trastorno puede ayudar a reducir o eliminar las cefaleas.

Dra. Jacqueline Thielen, Clínica de la Salud Femenina, Mayo Clinic de Rochester, Minnesota.

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