• La cirugía de los párpados puede reducir los problemas visuales ocasionados por el exceso de piel

ESTIMADA MAYO CLINIC:
Acabo de cumplir 48 años y estoy considerando someterme a una blefaroplastia para retirar el exceso de piel de los párpados, cosa que me ha molestado durante años. ¿Qué implica ese procedimiento y cuáles son los riesgos? En cuanto al cambio, ¿es permanente o existe la posibilidad de que los párpados retomen su apariencia actual?

Ilustración médica sobre cómo se realiza la blefaroplastia en los ojos.
La realización de la blefaroplastia. La ilustración sobre la izquierda muestra el tejido a extirparse. La ilustración sobre la derecha corresponde al ojo después de la cirugía.

RESPUESTA:
La cirugía a la que usted considera someterse, por lo general, implica retirar el exceso de piel, músculo y grasa de los párpados superiores e inferiores. La blefaroplastia, también conocida como cirugía de los párpados, puede servir para reducir los problemas ocasionados por el exceso de piel en los párpados y hacer que los ojos luzcan más jóvenes y alertas. Igual que ocurre con toda operación, ésta también conlleva riesgos.

A medida que uno envejece, los párpados se estiran y los músculos que los sostienen se debilitan. Según esto ocurre, más grasa puede acumularse tanto en la parte superior como en la inferior de los párpados, ocasionando la caída de los párpados superiores y bolsas debajo de los ojos. Cuando la piel alrededor de los ojos es demasiado flácida, puede ser más difícil ver, sobre todo en las partes superior y exterior del campo visual. La cirugía de los párpados puede reducir o eliminar esos problemas.

La blefaroplastia normalmente se realiza como cirugía ambulatoria, de manera que no es necesario internarse en el hospital. El procedimiento se puede realizar con el paciente despierto, administrándole primero medicamentos para ayudarle a relajarse y luego inyectando fármacos en los párpados para entumecerlos. La blefaroplastia también puede realizarse con el paciente dormido bajo anestesia general.

En la blefaroplastia, el cirujano hace una incisión a lo largo del pliegue de los párpados para recortar la piel y los músculos flácidos, así como retirar el exceso de grasa. Después de extraer el exceso de tejido, el cirujano aproxima los bordes de la piel con puntos diminutos.

La blefaroplastia suele durar entre 30 minutos y 2 horas, dependiendo de lo que se haga exactamente; pero cuando se combina la cirugía de los párpados con otros procedimientos, la operación puede durar más tiempo. De todas maneras, la mayoría de personas sale a casa el mismo día de la cirugía.

Después de la cirugía, la visión podría ser borrosa durante un tiempo, pero generalmente se recupera la normalidad después de dos o tres días. La recuperación completa lleva entre dos y cuatro semanas, tiempo durante el cual la persona puede tener moraduras alrededor de los ojos. A medida que el paciente se recupera, los ojos posiblemente muestren mayor sensibilidad al viento y a la luz. Además, durante el proceso de recuperación también se puede presentar de vez en cuando un poco de visión doble o borrosa.

Las ventajas de la blefaroplastia generalmente incluyen ver mejor y tener una apariencia más joven. En algunas personas, esos resultados duran toda la vida; mientras que en otras, la caída de los párpados puede volver a ocurrir y, en tal caso, requerirían otra cirugía.

Otros riesgos a largo plazo de la blefaroplastia incluyen desarrollar sequedad en los ojos o tener dificultad para cerrarlos, así como otros problemas con los párpados. En raras ocasiones, la cirugía puede lesionar los músculos oculares. Todas las personas que se someten al procedimiento presentan cicatrices, pero en la mayoría de casos, eso mejora hasta el punto de no ser notorias. Las cicatrices pueden continuar mejorando hasta un año después de la operación.

La probabilidad de presentar problemas después de la blefaroplastia es menor cuando el paciente no padece ninguna enfermedad crónica, como diabetes, ni otra afección que pueda hacer más lenta la recuperación. Las personas que no fuman y quienes no tienen problemas oculares graves tienden a obtener mejores resultados con la cirugía. Los fumadores, en cambio, deben dejar el hábito durante por lo menos un mes antes de la operación para reducir al mínimo el riesgo de presentar complicaciones y obtener mejores resultados.

Contar con un cirujano bien capacitado y experimentado que conozca mucho sobre la blefaroplastia también puede reducir el riesgo de presentar problemas. En Mayo Clinic, las blefaroplastias están en manos de cirujanos de varios departamentos, tales como cirugía plástica, oftalmología y otorrinolaringología. Puede encontrar información sobre los cirujanos en su área en el sitio web de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, en: http://www.plasticsurgery.org/.

Una vez que encuentre un cirujano con el que usted se sienta cómoda, consúltele las ventajas y riesgos de la cirugía de los párpados, a fin de que juntos decidan si el procedimiento es una buena alternativa en su caso.

Dr. Uldis Bite, Cirugía Plástica y Reconstructiva, Mayo Clinic de Rochester, Minnesota.  

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