• Terapia combinada ofrece erradicación más rápida y menos tóxica de la hepatitis C en pacientes con hígado trasplantado

Surakit Pungpapong, M.D., transplant hepatologist and associate professor of medicine at Mayo Clinic in Florida.
Surakit Pungpapong, M.D., transplant hepatologist and associate professor of medicine at Mayo Clinic in Florida.

JACKSONVILLE, Florida — Todos los pacientes con hepatitis C, que reciben un trasplante de hígado eventualmente infectarán a su nuevo hígado. Estos órganos trasplantados requieren entonces un tratamiento antiviral antes de que sean severamente dañados. Pero la terapia tradicional post-trasplante para la hepatitis C puede tardar hasta un año, es potencialmente tóxica y factible de provocar rechazo del órgano.

Ahora, en la Asociación  Americana para el Estudio de Enfermedades Hepáticas (The Liver Meeting® 2014) en Boston, investigadores de la Clínica Mayo informan que el uso de dos nuevos medicamentos orales post-trasplante es seguro y beneficioso y requiere solo 12 semanas de tratamiento.

“Este es el primer estudio que analiza el uso de estos dos nuevos fármacos — simeprevir y sofosbuvir — en los receptores de trasplante del hígado, y, sobre la base de este gran estudio, encontramos que esta es una opción mejor que el tratamiento actual”, expresa el investigador líder, Dr. Surakit Pungpapong, hepatólogo especialista en trasplante  y profesor asociado de medicina en la Clínica Mayo en Flórida.

El tratamiento estándar pre y post-trasplante requiere el uso de inyecciones de interferón, junto con ribavirina. El interferón se acopla al sistema inmunológico humano para combatir el virus de la hepatitis C, pero esta respuesta inmune también puede dar lugar al rechazo del órgano, aclara el Dr. Pungpapong. El interferón puede causar una variedad de efectos secundarios, incluyendo anemia, depresión, irritabilidad, síntomas de gripe, insomnio y pérdida de cabello, entre otros, señala el facultativo.

Dada la importancia clínica del estudio, los resultados se están presentando en la reunión en una sesión plenaria.

El virus de la hepatitis C es la infección crónica más común transmitida por la sangre en los Estados Unidos, afectando a más de 3 millones de individuos. La mayoría de las personas infectadas no tiene síntomas de la enfermedad hasta que se produce daño en el hígado, debido a inflamación crónica, décadas más tarde — lo que ocurre a un 5 - 30 por ciento de los sujetos infectados. La infección por hepatitis C representa dos tercios de los nuevos casos diagnosticados de enfermedad crónica del hígado y el 40 por ciento de los trasplantes de este órgano.

Para este estudio, los investigadores de la Clínica Mayo reclutaron a pacientes post-trasplantados en sus tres sedes, incluyendo a Rochester, Minnesota; Scottsdale, Arizona; y el Centro de Trasplantes de Clínica Mayo de Jacksonville, Florida, que cuenta con uno de los cinco programas de trasplantes de hígado más activos en todo el país. Los investigadores informarán sobre los resultados de más de 100 sujetos, pero el estudio está todavía en curso.

“Estos pacientes estaban demasiado enfermos para ser tratados por la hepatitis C antes de su trasplante”, explica el Dr. Pungpapong. “Al momento en que la cirrosis hepática se produce, podría ser demasiado tarde para usar medicamentos anti-virales”, agrega.

Simeprevir y sofosbuvir fueron aprobados el año pasado por la Administración de Alimentos y Medicamentos, (FDA), para su uso antes del trasplante, pero no como una terapia combinada. La FDA también solicitó que fuesen combinados con interferón y ribavirina.

Pero en un ensayo clínico a gran escala, los científicos probaron simeprevir y sofosbuvir sin interferón — un uso extraoficial —  en pacientes en etapa pre-trasplante  y descubrieron que la combinación resulta ser una terapia breve y eficaz. En este estudio, los investigadores de la Clínica Mayo extendieron la idea de usar estos medicamentos juntos, sin interferón, en quienes se encuentran en etapa post-trasplante.

Los investigadores hallaron que la erradicación del virus en los afectados fue excelente — más eficaz que el uso de interferón y ribavirina — y con muchos menos efectos secundarios. “Creemos que el uso de estos fármacos, tanto antes como después del trasplante, representa un avance clínico importante”, concluye el Dr. Pungpapong.

El estudio fue financiado, en parte, por una subvención de Davenport, del Departamento de Trasplantes de la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida.

Para más información acerca de los tratamientos para la hepatitis y otras enfermedades del hígado disponibles en la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida, llamar al departamento de Servicios Internacionales al teléfono 904-953-7000 o enviar un email a intl.mcj@mayo.edu. Para más información en español, visite MayoClinic.org/espanol. Twitter: @ClinicaMayo y Facebook.com/MayoClinicEspanol.

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