• En muchos casos, el dedo en gatillo puede corregirse bien

ESTIMADA MAYO CLINIC:
Tengo, por lo general, el dedo índice rígido y cuando lo muevo, a veces emite un chasquido y hasta llega a “atorarse”. El médico me dijo que tengo dedo en gatillo y que debo tenerlo en reposo durante unas semanas para ver si mejora, pero creo que será difícil lograrlo porque trabajo con las manos. ¿Existe alguna otra alternativa de tratamiento con la que podría intentar?

Ilustración de una mano con dedo en gatilloRESPUESTA:
El dedo en gatillo es consecuencia de la inflamación e irritación en el tendón del dedo. Los primeros pasos del tratamiento normalmente se componen de terapias como reposo, aplicación de hielo o calor y colocación de férulas en el dedo; pero también existen otras alternativas de tratamiento, tales como las inyecciones de esteroides y la cirugía.

Los tendones son similares a cuerdas que conectan los músculos con el hueso. Todos los tendones de la mano están rodeados por unas bandas gruesas naturales, llamadas poleas, que permiten mover fácilmente los dedos. El dedo en gatillo se desarrolla cuando la polea que yace debajo del nudillo se irrita e inflama, interfiriendo con el movimiento normal de deslizamiento del tendón a través de las poleas de la mano.

Los síntomas del dedo en gatillo normalmente son los que usted menciona de rigidez, chasquidos al mover el dedo y que éste se atore en una posición doblada. Otros síntomas pueden ser de dolor y sensibilidad o la presencia de un bulto (nódulo) en la base del dedo.

Cuando los síntomas no son graves ni interfieren con las actividades cotidianas, los remedios caseros pueden bastar para corregir el problema. Descansar el dedo sin hacer actividades que impliquen agarrar objetos repetidamente y usar durante un tiempo una férula por la noche para mantener el dedo extendido también puede ayudar a descansar el tendón. Aplicar hielo en la palma de la mano varias veces al día o remojar la mano en agua tibia algunas veces diarias puede igualmente aliviar los síntomas.

Cuando estas medidas no son suficientes o, según ocurre en su caso, descansar el dedo no es una alternativa debido al trabajo u otras actividades cotidianas, hay que consultar al médico respecto a las inyecciones de esteroides.

Los esteroides pueden reducir la inflamación y permitir al tendón deslizarse libremente otra vez. Este tratamiento puede ofrecer alivio a largo plazo y suele ser mejor para quienes tienen solamente un dedo afectado y presentan síntomas desde hace tres meses o menos. Este método tiende a ser menos eficaz en los diabéticos.

Si la inyección ofrece alivio durante varios meses, pero los síntomas reaparecen, otra inyección podría ser útil. Sin embargo, cuando los síntomas no alivian con la inyección de esteroides, o los síntomas reaparecen después de pocos días, la persona posiblemente necesite una operación.

La cirugía para el dedo en gatillo suele ser rápida y no requiere hospitalización. El cirujano realiza una pequeña incisión cerca de la base del dedo para abrir la sección constreñida de la polea que ocasiona el dedo en gatillo, conocida como polea A1. La liberación de la polea permite al tendón moverse libremente.

Una nueva técnica menos invasiva consiste en introducir una aguja sólida para cortar la polea y liberar el atoramiento del tendón. Mover la aguja y el dedo afectado permite romper la constricción que impide el movimiento suave del tendón, y para realizar este procedimiento, los médicos normalmente utilizan la ecografía a fin de ver dónde está ubicada la punta de la aguja debajo de la piel.

Los posibles efectos secundarios de ambos métodos quirúrgicos incluyen daños a los vasos sanguíneos y nervios. Además, después de estos procedimientos existe un pequeño riesgo de desarrollar una afección conocida como cuerda de arco, en la que el tendón se separa del hueso debido a la liberación de otras poleas. Eso puede dificultar la extensión completa del dedo y afectar la capacidad de usarlo.

Consulte con el médico sobre otros tratamientos para el dedo en gatillo, aparte de descansarlo. En muchos casos, es posible corregir bien y sin riesgos la afección.

Dr. Sanjeev Kakar, Cirugía Ortopédica de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota

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