Estudio liderado por Mayo Clinic descubre:
JACKSONVILLE, Florida — 12 de septiembre de 2012. Un estudio liderado por la Clínica Mayo, en Jacksonville, Florida, encontró que para gatillar el cáncer de páncreas se necesita más de un gen causante de cáncer. Un segundo factor crea una "tormenta perfecta" que permite que se formen tumores, dicen los investigadores.
MULTIMEDIA ALERT: Recursos de video, incluyendo una entrevista con el Dr. Howard Crawford, están disponibles para periodistas en Mayo Clinic News Network.
El estudio publicado en el ejemplar del 10 de septiembre de Cancer Cell, da vuelta la creencia actual de que una mutación en el oncogén KRAS es suficiente para iniciar el cáncer de páncreas y un crecimiento desenfrenado de la célula.
Los descubrimientos revelan pistas críticas de cómo se desarrolla el cáncer de páncreas y por qué pocos pacientes se benefician de las terapias que existen actualmente. También entregan ideas acerca de cómo mejorar el tratamiento y prevención del cáncer de páncreas.
El equipo de investigación, liderado por Howard Crawford, Ph.D., un biólogo de cáncer en el campus de la Clínica Mayo en Florida, y Jens Siveke, M.D., Universidad Técnica de Munich, Alemania, encontraron que para que se forme el cáncer de páncreas, el mutado KRAS debe reclutar a un segundo jugador: el receptor del factor de crecimiento epidérmico o EGFR. El estudio mostró que un tercer participante genético conocido como Trp53 hace que los tumores pancreáticos sean muy difíciles de tratar.
Los científicos también encontraron que EGFR se requiere en el cáncer pancreático iniciado por una inflamación pancreática conocida como pancreatitis.
"Creemos que la tormenta perfecta necesaria para gatillar el cáncer pancreático incluye mutaciones de KRAS e inflamación en el órgano, que entonces trabajan sinérgicamente para activar EGFR", dice el Dr. Crawford.
"Lo más importante es que, sin EGFR, los tumores no se forman — y eso no se sabía antes de este estudio", dice. "También pensamos que la inflamación en el páncreas tiene un gran impacto en la activación de EGFR".
Los investigadores descubrieron que cuando bloquean la actividad de EGFR, los ratones estudiados estaban protegidos de desarrollar pancreatitis y cáncer pancreático.
Además descubrieron que en los ratones que perdieron la expresión del supresor de tumor TP53 — una situación que refleja a más del 60% de los casos de cáncer de páncreas humanos — los tumores escapan de la dependencia de EGFR para la iniciación y crecimiento continuado del cáncer pancreático, dice el Dr. Crawford.
El cáncer pancreático es una enfermedad altamente mortal; ninguna droga ha sido capaz de alcanzar a la proteína mutante KRAS. El estudio sugiere que algunos pacientes, como aquellos con pancreatitis crónica, pueden ser buenos candidatos para el tratamiento con inhibidores de EGFR para luchar o prevenir el cáncer de páncreas, dice el Dr. Crawford.
"Las implicancias clínicas de este estudio son estimulantes", dice el Dr. Crawford. "Sugiere que los pacientes con cáncer de páncreas con actividad normal de p53, como también los pacientes con pancreatitis crónica, pueden ser buenos candidatos para el tratamiento con inhibidores de EGFR".
El inhibidor de EGFR erlotinib es parte de la terapia estándar para los pacientes de cáncer pancreático, pero tiene mínimos efectos en la población de pacientes como un todo, agrega. "Pero eso puede ser porque en muchos de los pacientes puede haber una mutación en el supresor de tumor TRP53, por lo que erlotinib no los ayudaría, debido a que EGFR no sería más necesario para el crecimiento del tumor.
"Tal vez erlotinib u otros inhibidores de EGFR podrían funcionar mucho mejor en pacientes que no tienen la mutación de TRP53", dice. "También creemos que este tipo de terapia podría prevenir la formación de cáncer pancreático en pacientes con pancreatitis crónica, que es un factor de riesgo significativo para el desarrollo de tumores pancreáticos.
"Estos descubrimientos nos dan pistas muy necesarias acerca de cómo se desarrolla y progresa el cáncer pancreático", dice el Dr. Crawford. "Mientras más entendamos de estos tumores tempranos, más vamos a ser capaces de trabajar el diagnóstico y terapia".
El estudio fue financiado por el Instituto Nacional del Cáncer.
Para más información acerca del tratamiento cáncer de páncreas o pancreatitis en la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida, llamar al departamento de Servicios Internacionales al teléfono 904-953-7000 o enviar un email a intl.mcj@mayo.edu.
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