La causa de la colitis isquémica generalmente es incierta

ESTIMADA MAYO CLINIC:
¿Qué es exactamente la colitis isquémica? ¿Saben los médicos cuál es la causa?

RESPUESTA:
Ilustración de un abdomen, donde se resalta el colon (izquierda) y la colitis isquémica (derecha)
La colitis isquémica ocurre cuando disminuye el flujo sanguíneo hacia una parte del intestino grueso (colon) debido a una de dos razones: una obstrucción o estrechamiento en un vaso sanguíneo (oclusiva), o una disminución temporal en el flujo sanguíneo hacia el colon (no oclusiva). Noventa y cinco por ciento de los casos de colitis isquémica se deben al mecanismo no oclusivo. Cuando eso ocurre, las células del sistema digestivo no reciben suficiente oxígeno y como resultado, presentan inflamación y ulceración en algunas zonas del colon. Pese a que la causa exacta de la colitis isquémica generalmente sea incierta, cuando se recibe la atención médica adecuada, la mayoría de personas diagnosticadas con la enfermedad normalmente se recupera en cuestión de uno o dos días y nunca más vuelve a presentar otro evento.

Incluso en circunstancias normales, el colon recibe menos flujo sanguíneo que otras partes del tracto gastrointestinal; por ello, los tejidos pueden sufrir daños cuando el colon repentinamente se ve sujeto a menos flujo sanguíneo, sea por la razón que sea. La gravedad del daño varía, dependiendo del tiempo de interrupción y del grado de disminución del flujo sanguíneo. En raras ocasiones, los pacientes sufren una perforación (desgarre) del colon que requiere tratamiento quirúrgico.

La disminución en el flujo sanguíneo hacia el colon puede deberse a varias razones. Una de las causas es el estrechamiento de las arterias que abastecen al colon, lo que generalmente se relaciona con la acumulación de depósitos grasos (ateroesclerosis). No obstante, lo más común es que la disminución del flujo sanguíneo ocurra debido a una cardiopatía, una enfermedad grave, varios medicamentos, el consumo de cocaína o la hemodiálisis que ocasionan un evento de colitis isquémica. Los pacientes que practican ejercicios extenuantes también pueden desarrollar isquemia, posiblemente debido a la combinación de deshidratación y desviación de la sangre desde el colon a otras partes más vitales del cuerpo.

Además, las cirugías abdominales que requieren pinzar las arterias que abastecen sangre al colon, como la reparación de un aneurisma aórtico, pueden derivar en colitis isquémica. La presencia de coágulos sanguíneos en los vasos sanguíneos que abastecen al colon puede deberse a un trastorno de coagulación subyacente o a que se desplazaron desde otra parte del cuerpo, por ejemplo desde el corazón.

Si bien la mayoría de personas que desarrolla colitis isquémica es mayor de 55 años, la afección también puede desarrollarse en pacientes menores. Cuando eso ocurre, se debe investigar la presencia de un posible trastorno de coagulación.

Los síntomas más comunes de colitis isquémica son dolor abdominal, normalmente en el lado izquierdo del abdomen, y diarrea sanguinolenta que suele desarrollarse en el transcurso de las primeras 24 horas desde el aparecimiento del dolor. Al realizar una tomografía computarizada, los resultados pueden ser normales o mostrar los hallazgos típicos de engrosamiento de la pared intestinal (generalmente sobre el lado izquierdo, aunque a veces abarcan el lado derecho del colon). El engrosamiento de la pared intestinal no es un hallazgo específico, sino que puede ser consecuencia de una infección bacteriana en el colon, de diverticulitis, o de una afección autoinmune conocida como enfermedad inflamatoria del intestino.

La norma de oro para el diagnóstico de la colitis isquémica es la evaluación mediante sigmoidoscopio flexible o colonoscopia. Esos exámenes pueden evaluar directamente el revestimiento del colon, además de permitir obtener muestras tisulares (biopsias) del colon.

La colitis isquémica tiende a mejorar sin tratamiento después de transcurridas 24 a 48 horas. Sin embargo, en casos más graves, el tratamiento puede implicar observar al paciente en el hospital durante uno o dos días, administrar líquidos por vía intravenosa y ofrecer atención paliativa. En algunos casos graves posiblemente también se administren antibióticos. El colon de la mayoría de personas se recupera completamente en alrededor de dos semanas, aunque la recuperación puede demorar más tiempo en un pequeño porcentaje de gente.

Dra. Sarah Umar, Gastroenterología y Hepatología, Mayo Clinic de Scottsdale, Arizona.