Ante todo, no hacemos referencia a la gripe aviaria que diezmó tantas granjas avícolas este año, sino a la cepa H5N1 que ha infectado y cobrado la vida de seres humanos en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, hasta el momento han fallecido 650 personas; por ello, Mayo Clinic y el Instituto Karolinska de Suecia ahora han unido esfuerzos para encontrar una vacuna.
El Grupo de Investigación sobre Vacunas de Mayo se unió con los bioquímicos del Karolinska para crear vacunas de nueva generación basadas en péptidos que permitan vacunar contra la gripe aviaria y muchos otros virus sumamente patógenos en todas partes del mundo.
La gripe aviaria es de particular interés para el Grupo de Investigación sobre Vacunas porque no existe ninguna vacuna eficaz ni la vacunación de la temporada invernal contra la gripe ofrece protección tampoco, por lo que las únicas medidas de control confiables son evitar a las aves infectadas y/o manejarlas de forma segura.
“Nos entusiasma mucho esta colaboración porque lleva nuestro trabajo a otros niveles y ahora tendremos una vacuna para realizar pruebas”, comenta la Dra. Inna Ovsyannikova, científica experta en Estudios de Laboratorio del Grupo de Investigación sobre Vacunas de Mayo.
De hecho, la Dra. Ovsyannikova y sus colaboradores en el Instituto Karolinska tienen planificado empezar a probar una nueva vacuna basada en péptidos contra la gripe H5N1 en ratones humanizados. Debido a que el trabajo lleva gestándose más de 10 años, esta es una de las razones para la emoción de la Dra. Ovsyannikova y sus colegas por empezar los estudios en animales.
Bajo la dirección del Dr. Gregory Poland, el Grupo de Investigación sobre Vacunas ha invertido los últimos diez años en refinar técnicas para aislar e identificar a los péptidos víricos naturalmente procesados que parecen desencadenar las respuestas inmunitarias de protección. Es decir, el Grupo de Investigación sobre Vacunas ha perfeccionado el arte de crear y juntar compuestos químicos (péptidos) que provocan una respuesta inmunitaria idéntica a la que se observa en los humanos después de recibir una vacuna con virus atenuado.
Las ventajas de este método incluyen tener vacunas más seguras y con menos efectos secundarios, capaces de surtir efecto en más personas que las vacunas tradicionales. Además, la respuesta inmunitaria tiende a durar más tiempo, lo que reduce la necesidad de múltiples vacunas y de refuerzos. Por otro lado, estas vacunas no solamente son más fáciles y baratas de producir en gran volumen, sino de enviar a todo el mundo. Otro punto a favor es que no necesitan refrigeración… Y así, la lista de ventajas crece y crece.
El problema con la gripe aviaria, al menos, es que ha sido difícil convertir las secuencias peptídicas en una vacuna basada en péptidos. Un solo tubo de ensayo lleno de péptidos sintetizados puede producir miles de dosis de una vacuna, pero los componentes químicos activos se descomponen velozmente en el agua y en la sangre, demasiado rápido para que el organismo desencadene una respuesta inmunitaria. Es allí donde entra en juego la colaboración con el Karolinska.
“Durante mucho tiempo buscamos un colaborador que ayudase a desarrollar un mecanismo para administrar estos péptidos en forma de una vacuna con adyuvante, estable y lista para inyectar”, explica la Dra. Ovsyannikova. “Durante la conferencia de Mayo y el Karolinska realizada aquí en 2014, nunca realmente conocí a mi colaborador sueco; pero un amigo me presentó a su colega en el Karolinska, quien conocía a alguien que trabajaba en un sistema de nanopartículas llamado Salipro”.
Salipro es un compuesto de nanopartículas que administra medicamento y fue inventado en el Instituto Karolinska por el Dr. Jens Frauenfeld, quien junto con la Dra. Ovsyannikova del Grupo de Investigación sobre Vacunas presentaron una solicitud de subvención al Programa de Premios Colaborativos de Mayo y el Instituto Karolinska. Gracias a dicho premio, ambas instituciones tendrán la oportunidad de evaluar la eficacia de sus inventos para ayudar a la gente a vivir más largo y con mayor salud.
Esa es la manera como generalmente funciona la ciencia basada en el trabajo en equipo y la razón por la que las colaboraciones y las reuniones científicas son indispensables para mejorar la medicina y avanzar la práctica médica. Dos cabezas piensan mejor que una, ¿verdad?
Si la vacuna peptídica basada en el Salipro contra la gripe aviaria H5N1 funciona en los ratones con sistemas inmunitarios humanizados, según anticipa la Dra. Ovsyannikova, a continuación se realizarán estudios en humanos. El grupo ya está deliberando sobre las alternativas para traducir este mismo método al desarrollo de nuevas vacunas basadas en péptidos para otros virus agresivos, tal como la gripe H5N2, la viruela y la chikungunya.
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