Igual que con todo suplemento, averigüe el asunto antes de tomar ácido fólico
ESTIMADA MAYO CLINIC:
¿Se recomienda alguna vez ácido fólico a una persona común y corriente o solamente a las mujeres embarazadas?
RESPUESTA:
El ácido fólico es la versión sintética (fabricada en el laboratorio) de una vitamina B llamada folato, que es muy conocida por su función en la prevención de defectos congénitos en el cerebro y la columna vertebral; por ese motivo, a menudo, se la incluye en algunos alimentos fortificados como cereales para el desayuno y fideos. Sin embargo, el ácido fólico también influye de otras maneras, como sobre la salud del corazón y del cerebro. Igual que con toda vitamina o suplemento mineral, primero averigüe el asunto antes de empezar a tomar ácido fólico. En algunos casos, un suplemento sería adecuado, pero puede ser que tomar demasiado ácido fólico conlleve riesgos.
El folato se encuentra en ciertos alimentos de forma natural. Las verduras de hoja verde oscura, las leguminosas, los guisantes (arvejas o chícharos) y los frutos secos tienden a ser ricos en folato. La importancia del folato radica en que ayuda a garantizar que el proceso de crecimiento de nuevas células sea sano y en que desempeña un papel en varias actividades bioquímicas normales.
El ácido fólico es un componente fundamental de las vitaminas prenatales y normalmente se lo incluye en los suplementos multivitamínicos y del complejo de vitaminas B, aunque también se puede adquirir un suplemento de ácido fólico solo. Si bien es claro que los suplementos de ácido fólico son un medio importante de prevenir defectos congénitos, la repercusión del ácido fólico es menos directa en otros aspectos de la salud, entre ellos:
Deficiencia de vitamina B12. Alrededor de 10 a 15 por ciento de ancianos no obtiene suficiente cantidad de vitamina B12. Las razones para ello pueden ser muchas, aunque lo más común es que se deba a problemas con la absorción gastrointestinal. La deficiencia de vitamina B12 puede ocasionar anemia, así como problemas cerebrales y nerviosos, tales como confusión mental, olvidos y constante hormigueo en las manos y los pies. La deficiencia de ácido fólico puede causar el mismo tipo de anemia, llamada anemia macrocítica, pero no problemas neurológicos. Ingerir más ácido fólico puede solucionar la anemia, incluso ante deficiencia de vitamina B12, pero no los problemas neurológicos. Por ello, es importante asegurarse que no haya deficiencia de vitamina B12 antes de tratar la anemia macrocítica con ácido fólico. Si la deficiencia de vitamina B12 está presente, la anemia mejorará con ácido fólico, pero el daño neurológico avanzará y se volverá permanente.
Enfermedad cardiovascular y accidente cerebrovascular. Una de las principales funciones del folato es descomponer la homicisteína. Los niveles altos de homicisteína se vinculan con mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Por ello, los científicos teorizaron que reducir la homocisteína con la terapia de ácido fólico también disminuiría el riesgo cardiovascular, pero los resultados del estudio no lo comprobaron. A pesar de que tomar ácido fólico reduce el nivel de homocisteína y brinda protección contra accidentes cerebrovasculares, parece que no disminuye las muertes por ataque cardíaco ni por otros motivos cardiovasculares.
Demencia. Se ha vinculado a los niveles altos de homocisteína con deterioro cognitivo: un aumento en la enfermedad de Alzheimer y en la demencia. Algunos estudios también han vinculado al nivel bajo de folato con demencia, mientras que otros han descubierto que tomar ácido fólico mejora la función mental.
Cáncer. Varios estudios epidemiológicos han planteado que obtener suficiente folato, especialmente de fuentes alimentarias, reduce el riesgo de diversos tipos de cáncer, entre ellos, de páncreas, de colon y recto, de cuello del útero, de esófago y otros más. No obstante, los ensayos clínicos para estudiar la suplementación del ácido fólico han mostrado resultados confusos: algunos plantean que no existe una relación, mientras que otros muestran mayor incidencia de cáncer. Los científicos dicen que la suplementación de ácido fólico puede desempeñar funciones diferentes, dependiendo de cuándo se administra y en qué cantidad.
Depresión. Se ha relacionado a un nivel bajo de folato con depresión. La depresión puede ser difícil de tratar y muchas personas no logran mejorar completamente, ni siquiera con la terapia de antidepresivos. Sin embargo, algunas pruebas indican que el tratamiento con ácido fólico puede ser útil para el control a largo plazo de la depresión en determinadas personas.
La cantidad diaria recomendada de folato para los adultos es de 400 microgramos (mcg). Debido a que muchos alimentos de consumo común en Estados Unidos están fortificados con ácido fólico, la deficiencia de folato es bastante rara; aunque ciertos grupos todavía pueden necesitar suplementos, tal como las mujeres embarazadas o que pronto estarán encinta, las personas que se alimentan mal o quienes sufren afecciones crónicas, como enfermedad celíaca o de Crohn, que tal vez tengan dificultad para absorber el folato u otros nutrientes. Si usted sufre de depresión, valdría la pena hablar con el médico acerca de un suplemento de ácido fólico.
Si usted goza de buena salud y el médico no cree que necesita un suplemento diario, lo mejor es obtener el folato de la alimentación. Una dieta balanceada contiene no solamente los muchos nutrientes presentes en los suplementos, sino también fibra y otras sustancias que promueven la salud. Cuando uno se enfoca en alimentos sanos, va por buen camino para obtener las vitaminas y los minerales necesarios, sin suplementos. (Adaptado de Mayo Clinic Health Letter).
Dr. Donald Hensrud, Medicina Preventiva de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.