¿Cuán seguros y eficaces son los nuevos fármacos para prevenir accidentes cerebrovasculares?

Conceptualización de la presión arterial con glóbulos rojos y un monitor cardíacoROCHESTER, Minnesota: Por décadas, la warfarina ha sido el único anticoagulante disponible para reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares en los pacientes con fibrilación auricular. La administración de la warfarina es difícil porque no solo requiere de continuos análisis sanguíneos para controlar su efecto sino que también interfiere con numerosos fármacos y alimentos. Ahora, las personas con fibrilación auricular cuentan con varios anticoagulantes orales que no antagonizan con la vitamina K (NOAC, por sus siglas en inglés) y que aseguran revolucionar la atención de estos pacientes.

En un estudio publicado por Internet esta semana en CHEST Journal, el Dr. Peter Noseworthy, médico y cardiólogo de Mayo Clinic, junto a sus colegas compararon la eficacia y seguridad de tres de estos anticoagulantes orales que no antagonizan con la vitamina K: el dabigatrán, el rivaroxabán y el apixabán.

“Hay datos contundentes de ensayos clínicos aleatorios que demuestran que los nuevos medicamentos son, como mínimo, tan buenos como la warfarina para prevenir accidentes cerebrovasculares en la fibrilación auricular; no obstante, la pregunta que interesa a muchos médicos clínicos y pacientes es cómo se comparan estos medicamentos entre sí”, explica el Dr. Noseworthy.

“Es poco probable que se haga un ensayo clínico de esa naturaleza próximamente —añade— y por ello, se hizo un análisis de los pacientes que actualmente toman esos medicamentos a fin de observar las tasas de accidente cerebrovascular y de sangrado, además de realizar una comparación basada en la práctica clínica del mundo real”.

Los anticoagulantes orales que no antagonizan con la vitamina K conllevan algunas ventajas sobre la warfarina: funcionan pronto, salen del cuerpo rápido y requieren menos análisis de sangre para su control. Sin embargo, hasta la fecha, se desconoce la relativa eficacia y seguridad de cada uno de ellos. El Dr. Noseworthy y su equipo investigativo esperan que este estudio brinde información valiosa a los médicos clínicos para que puedan tomar decisiones y comunicarse con sus pacientes.

A través de la bodega de datos de OptumLabs, los investigadores compararon a miles de pacientes que consumían estos tres fármacos y determinaron la relativa eficacia y seguridad de cada uno. Mediante el análisis de los reclamos presentados al seguro médico entre octubre de 2010 y febrero de 2015, compararon tres cohortes cotejadas una frente a otra de pacientes con fibrilación auricular no valvular. Las cohortes incluyeron a 31 574 pacientes que tomaban rivaroxabán o dabigatrán, a 13 084 pacientes que consumían apixabán o dabigatrán y a 13 130 pacientes que tomaban apixabán o rivaroxabán. La determinación de la eficacia dependió de si los pacientes sufrían un accidente cerebrovascular o una embolia sistémica. La determinación de la seguridad dependió de si habían sufrido un sangrado fuerte mientras recibían el tratamiento.

Los investigadores no descubrieron diferencias importantes entre los tres anticoagulantes orales que no antagonizan con la vitamina K en cuanto al riesgo para accidente cerebrovascular o embolia sistémica. No obstante, descubrieron que los pacientes que tomaban apixabán tenían menos probabilidad de presentar sangrados fuertes que quienes tomaban dabigatrán o rivaroxabán. Además, el rivaroxabán tenía más riesgo para sangrado fuerte y sangrado intracraneal, comparado frente al dabigatrán.

En un estudio pertinente y dirigido por la Dra. Xiaoxi Yao, doctora en investigación de Mayo Clinic, el equipo investigativo descubrió que también había diferencia entre cada uno de los anticoagulantes orales que no antagonizan con la vitamina K y la warfarina.

En la publicación en la Revista de la Asociación Estadounidense del Corazón de junio, los investigadores mostraron que entre los pacientes con fibrilación auricular no valvular, los que tomaban apixabán tenían menor probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular o un fuerte sangrado que quienes tomaban warfarina. El consumo de dabigatrán derivó en menor riesgo de sangrado fuerte, pero en un riesgo similar para accidente cerebrovascular. El rivaroxabán no mostró ninguna ventaja clara sobre la warfarina en cuanto a accidente cerebrovascular o sangrado fuerte.

¿Son definitivos los resultados?

“Pese a que la decisión sobre el tratamiento personal todavía queda en manos del proveedor de atención médica, estos resultados me ayudarán a tratar a mis pacientes y espero que también les ayuden a mis colegas”, comenta el Dr. Noseworthy.

“Estos conjuntos de datos fueron bastante extensos y mostraron que quienes consumen apixabán tienen menos incidentes de sangrado fuerte, mientras que la probabilidad de un sangrado grave es mayor con el rivaroxabán que con cualquiera de los otros dos anticoagulantes orales que no antagonizan con la vitamina K. El apixabán también parece brindar mejores resultados que la warfarina”, añade.

El Dr. Noseworthy recuerda a los pacientes que independientemente de lo que suene bien, “nunca se debe suspender un medicamento recetado sin antes consultar con el médico”.

Aparte de los doctores Noseworthy y Yao, el equipo investigativo estuvo compuesto por:

Todos los miembros del equipo pertenecen a Mayo Clinic.

La Dra. M. Fernanda Bellolio (doctora en medicina) es también coautora del estudio publicado en la Revista de la Asociación Estadounidense del Corazón.

Esta investigación fue posible gracias al Centro Robert D. y Patricia E. Kern para la Ciencia de Brindar Atención Médica de Mayo Clinic y usó la bodega de datos de OptumLabs. Esa bodega de datos incluye información sobre los reclamos médicos de más de 130 millones de participantes asegurados comercialmente y por Medicare Advantage, de todas las edades y razas, así como procedentes de los 50 estados. Es un recurso de OptumLabs, centro colaborativo de investigación e innovación que fue fundado conjuntamente por Mayo Clinic y Optum en 2013. Esta gran fuente de datos permite a los investigadores estudiar a una base poblacional mucho más amplia de lo que antes era factible para los investigadores de las ciencias médicas, lo que deriva en resultados más definitivos.

El Centro Robert D. y Patricia E. Kern para la Ciencia de Brindar Atención Médica de Mayo Clinic dirige la relación de Mayo Clinic y con la información de la bodega de datos de OptumLabs, ha publicado varios estudios que identifican áreas de posible mejoría en la forma de brindar atención médica.

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