Las migrañas acosan a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, aún es un proceso largo y complejo el identificar con precisión un medicamento profiláctico (o fármaco más frecuentemente recetado a personas diagnosticadas con migrañas) que surta efecto. Los pacientes generalmente pasan por ciclos de medicamentos durante semanas o meses hasta alcanzar una respuesta terapéutica.
Después de años de un progreso lento en las terapias contra las migrañas y de pocos avances, un investigador del Centro para Medicina Personalizada en Mayo Clinic acaba de descubrir variantes en seis genes, hecho que puede mostrar qué desencadena esta afección debilitante y quizás permita dar un paso hacia delante en la personalización de los tratamientos.
Este nuevo estudio, dirigido por el Dr. Fred Cutrer, neurólogo de Mayo Clinic, se publicó en Molecular Genetics & Genomic Medicine (Genética Molecular y Medicina Genómica).
«Nuestro estudio se basa en la suposición de que los siete tipos de medicamentos para prevenir las migrañas, que son química y terapéuticamente muy distintos, ejercen un efecto biológico que estabiliza o compensa la causa biológica del ataque de migraña en el paciente. Este estudio es el primer paso hacia la identificación y el tratamiento de la causa biológica en cada paciente», explica el Dr. Cutrer, quien durante más de 25 años ha tratado a pacientes con síndromes complejos de dolor de cabeza.
La migraña consiste en un dolor fuerte y palpitante o en una sensación de pulsaciones que generalmente se sienten en un solo lado de la cabeza y, a menudo, se presenta con náusea, vómito o sensibilidad extrema a la luz y al sonido. Los ataques de migraña pueden durar horas o días y el dolor puede ser tan fuerte que llega a interferir con las actividades diarias de la persona.
Para el estudio, el Dr. Cutrer y su equipo compararon los exomas de personas cuyas migrañas se redujeron enormemente con el verapamil (medicamento para prevenir migrañas) con los exomas de otros que recibieron la misma dosis de verapamil, pero mostraron poca o ninguna mejora. El exoma es la parte del genoma (el juego completo de genes de una persona) que codifica las células en el cuerpo, incluidas las del cerebro, que es donde suele empezar el ataque de la migraña.
«Buscamos en el código genético las variantes presentes en quienes respondieron y ausentes en quienes no lo hicieron. Luego, verificamos las variantes descubiertas mediante su genotipificación en una gran cohorte de validación con diferentes sujetos, sobre quienes también había datos respecto a la respuesta al tratamiento», explica el Dr. Cutrer.
El equipo descubrió alteraciones en seis genes, en los que se observó una relación estadística alta con la respuesta al verapamil.
«Los análisis del curso de las variantes identificadas conllevaban alteraciones en la función celular de quienes respondieron al verapamil, a diferencia de las personas que no lo hicieron», dice el Dr. Cutrer.
Añade que los resultados brindan información fundamental para entender cómo funciona el medicamento en la migraña y permiten crear nuevos tratamientos sin efectos secundarios innecesarios.
«Los resultados también pueden llevar al desarrollo de una prueba de biomarcador genético que guíe a los médicos a recetar el tratamiento profiláctico con mayor probabilidad de funcionar en un determinado paciente. Se puede administrar ese medicamento primero, en lugar de que sea el cuarto o quinto intento», asegura el Dr. Cutrer.
En general, el equipo analizó las muestras genéticas de casi 6000 pacientes con migraña. Los investigadores piensan estudiar y hacer la secuencia de más muestras procedentes del repositorio biológico de Mayo Clinic para migrañas, el mayor en su tipo en Estados Unidos, a fin de analizar otras terapias preventivas contra las migrañas.
Personalizar la medicina con la farmacogenómica
Los investigadores del Centro para Medicina Personalizada en Mayo Clinic lideran la farmacogenómica, que combina la ciencia de los medicamentos con el estudio de los genes a fin de brindar a los pacientes más seguridad con los medicamentos y las dosis.
El Dr. Richard Weinshilboum, director interino del Centro para Medicina Personalizada, ayuda a dirigir los esfuerzos de Mayo para integrar la farmacogenómica en la práctica clínica. Este profesional médico dice que el estudio del Dr. Cutrer es solo un ejemplo del trabajo que hace el centro para mejorar los tratamientos y reducir los efectos secundarios nocivos.
«Hay que felicitar al Dr. Cutrer y a su equipo por las décadas de esfuerzo para entender la función de la genómica sobre la causa y la variación individual en la respuesta al tratamiento contra los dolores de cabeza. Al usar un fármaco, que en este caso fue el verapamil, como una sonda molecular, dieron un gran paso hacia entender la situación y tratar este trastorno terrible», señala el Dr. Weinshilboum.
El Dr. Weinshilboum añade que, en un futuro cercano, los resultados de las pruebas genéticas en la mayoría de los pacientes de Mayo Clinic constarán en sus expedientes de salud para permitir a los médicos usar esa información a fin de personalizar los cuidados.
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