• Investigación de Mayo Clinic muestra que bebtelovimab es una alternativa confiable para tratar la COVID-19 en la era del BA.2 y otras subvariantes 

Un médico de Mayo Clinic, una mujer blanca, con EPP completo que prepara a un paciente para una transfusión de anticuerpos monoclonales.

ROCHESTER, Minnesota —Los investigadores de Mayo Clinic informan que el anticuerpo monoclonal bebtelovimab, ya autorizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para usar en emergencias de la variante ómicron de la COVID-19, es una alternativa confiable para tratar a la BA.2 y otras subvariantes de la COVID-19. Los resultados del estudio retrospectivo que se realizó en varios sitios con 3607 pacientes de alto riesgo se publicaron en Journal of Infectious Diseases (Revista de Enfermedades Infecciosas). 

«Este estudio ratifica que se puede confiar en el bebtelovimab para el tratamiento de los pacientes de alto riesgo durante esta época del ómicron, caracterizada por más variantes nuevas, y nos brinda otro medio para luchar contra la COVID-19», comenta el Dr. Raymund Razonable, especialista en enfermedades infecciosas e investigador de Mayo Clinic, además de autor principal del estudio. 

Los investigadores compararon los resultados de 2833 pacientes, a quienes se les infundió el bebtelovimab dentro de los primeros siete días de los primeros síntomas, frente a un grupo de 774 pacientes, a quienes se recetó nirmatrelvir-ritonavir de administración oral dentro de los primeros cinco días de los síntomas. Debido a que el uso del bebtelovimab para emergencias fue autorizado con base en pocos datos clínicos, las pautas lo designaron con una terapia alterna para pacientes de alto riesgo a quienes no se les podía administrar el nirmatrelvir-ritonavir por vía oral ni el remdesivir por vía endovenosa. 

Los resultados del estudio mostraron que solamente el 1,4 por ciento de los pacientes a quienes se administró el bebtelovimab avanzaron hasta un estado grave de la enfermedad dentro de los primeros 30 días. Los investigadores dicen que esto es comparable con otros resultados, como el del nirmatrelvir-ritonavir con el 1,2 por ciento, y de otros tratamientos con anticuerpos monoclonales que se autorizaron para usar antes del brote del BA.2. Los ingresos en la UCI fueron del 0,4 por ciento con el bebtelovimab y del 0,2 por ciento con el nirmatrelvir-ritonavir. 

Entre los pacientes de alto riesgo están los que tienen una amplia variedad de afecciones, pero dentro de esta población, las más comunes fueron hipertensión, diabetes mellitus y algún tipo de afección inmunosupresora. El grupo del estudio estuvo compuesto predominantemente por personas de raza blanca, con una edad promedio de 66 años. 

Los investigadores dicen que es el primer estudio real que compara la eficacia de estas dos alternativas de tratamiento en cantidades grandes de pacientes con COVID-19 durante el brote de BA.2. Esta es la mayor cohorte de pacientes tratados con bebtelovimab. Los resultados respaldan el uso del bebtelovimab como una alternativa valiosa para los pacientes de alto riesgo que no puede recibir tratamiento por vía oral con nirmatrelvir-ritonavir. Los autores continúan evaluando la eficacia de este fármaco, a medida que surgen nuevas variantes. 

El estudio fue financiado por Mayo Clinic. El autor experto del estudio es el Dr. John O'Horo, especialista en enfermedades infecciosas en Mayo Clinic. Otros autores del trabajo son la Dra. Sidna Tulledge-Scheitel, la Dra. Sara N. Hanson,  el doctor en farmacología Richard Arndt, la Dra. Leigh Speicher, la Dra. Teresa Seville, Jennifer Larsen y el Dr. Ravindra Ganesh, todos pertenecientes a Mayo Clinic. 

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