ESTIMADA MAYO CLINIC:
Los bisfosfonatos que tomo para la osteoporosis no funcionan en mí y el médico me sugirió otras alternativas. ¿Cuál sería la mejor?
RESPUESTA:
Los bisfosfonatos orales, entre ellos el alendronato (Fosamax), el risedronato (Actonel y Atelvia) y el ibandronato (Boniva), son los fármacos más comúnmente recetados para la osteoporosis. Los bisfosfonatos cuestan menos que otras alternativas, son más seguros a largo plazo y previenen bien las fracturas. No obstante, los bisfosfonatos no son suficiente para algunas mujeres, y otras no pueden tomarlos debido a problemas para tragarlos, malestar estomacal, acidez, mal funcionamiento renal y otros efectos secundarios, tales como dolor de huesos y músculos.
En los últimos años, el fármaco denosumab (Prolia) ha surgido como una alternativa a los bisfosfonatos para tratar la osteoporosis posmenopáusica. El denosumab puede considerarse el tratamiento de primera línea tanto para las mujeres con osteoporosis que corren riesgo de fracturas como para las que no pueden tomar bisfosfonatos. Como el denosumab no se metaboliza en los riñones, este fármaco también es la primera alternativa para las mujeres con nefropatía crónica (insuficiencia renal crónica) más avanzada.
Cuando el punto es mejorar la densidad ósea y reducir el riesgo de fracturas, el denosumab puede ofrecer mejores resultados que los bisfosfonatos. Igual que con los bisfosfonatos, hay un pequeño riesgo de presentar efectos secundarios graves, tales como infecciones de la piel, dolor de cabeza y cansancio. En las personas con osteoporosis, el riesgo de sufrir osteonecrosis de la mandíbula, afección en la que el hueso mandibular no cicatriza después de una lesión (como la extracción de una pieza dental), parece ser menor con el denosumab que con los bisfosfonatos. Se observó que el consumo prolongado del denosumab durante 8 años fue seguro y eficaz. Sin embargo, es posible que los seguros de salud no cubran el costo del denosumab, a menos que primero se haga un intento con los bisfosfonatos.
El denosumab se administra mediante una inyección subcutánea (bajo la piel) cada 6 meses, lo que significa que no es necesario acordarse de tomar las pastillas para la osteoporosis; además, no causa molestias en el sistema digestivo. Otra alternativa de bisfosfonato es el ácido zoledrónico (Reclast), el cual se administra una vez al año mediante infusión intravenosa.
Otros fármacos que a veces se emplean para tratar la osteoporosis son la teriparatida (Forteo), que suele reservarse para el tratamiento de la osteoporosis grave y debe administrarse mediante inyecciones subcutáneas diarias, y la raloxifena oral (Evista), que no previene las fracturas tan bien como los bisfosfonatos o el denosumab; pero, repito, estas alternativas se consideran solamente en situaciones muy selectas. (Adaptado de Mayo Clinic Health Letter).
Dr. Kurt Kennel, Endocrinología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.
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